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Que no sufran las piernas en la bici

Muchos ciclistas al comenzar una marcha reflexionan que no están del todo capacitados para poder salir como una bala, a tope al inicio de la carrera o en el momento que necesiten acelerar rápidamente en un momento temprano de la carrera porque al rápido de turno, que nos lo podemos encontrar en todas las grupetas, le da por pasar por todos y claro aquí viene el gran problema, las piernas se nos ponen duras como piedras y el tiempo de resistencia que podemos llevar es muy corto por lo que así no hay quien rinda, y ¿cómo prevenir todo esto? Pues es bien sencillo, calentar perfectamente y con conciencia primero, y tener un seguro de bicicleta.

El hecho de no prepararse primero tanto física como mentalmente provoca que haya ciclistas que pasen por una verdadera agonía al comenzar la competición y se plantean una pregunta bien sencilla, ¿cómo salgo en la carrera perfectamente sin tener que abandonar a los dos segundos? Como hemos comentado anteriormente, muchos de estos buscan algún tipo de entrenamiento propio para poder rodar al máximo de nuestro nivel sin que las piernas sufran más de lo necesario. Acostumbrados a escuchar expresiones como “tengo las piernas más duras que una piedra” o “no puedo, me duelen las piernas a rabiar” en las salidas de las pruebas.

Si que tenemos que aclarar que existen muy pocas personas que salgan a tope en una carrera porque casi al 90% se ven amplias sonrisas en los ciclistas debido al disfrute y para que no aparezcan fantasmas, fatiga o agotamiento un correcto calentamiento es la clave para que no nos pase ningún problema ni en la salida ni durante el rodamiento, además teniendo el seguro para bicicleta seguro que no habrá problema alguno.

El calentamiento, en cualquier deporte, es muy importante debido que con el nuestro cuerpo va asimilando que va a sufrir una serie de efectos, y ya no solo a nivel muscular (tanto del sistema cardiovascular, articular, cartilaginoso…). Por ejemplo, si se pretende salir a  tope en una competición y no se ha llevado a cabo el calentamiento conveniente, la temperatura de nuestro cuerpo no ha ido aumentándose progresivamente hasta un punto suficiente para poder conservar unos niveles de percepción y de transmisión de las señales nerviosas que necesita una situación de alerta como puede ser la propia competición o carrera. Como hemos dicho, sin un apropiado calentamiento, la coordinación y la capacidad de reacción se encuentran a  unos niveles inadecuados en el momento y que puede conllevar a que tengamos algún problema, como puede ser una caída de la bici.

El calentamiento va mucho más allá y es mucho más sencillo, un calentamiento es más que necesario para disminuir el riesgo de sufrir una lesión, en particular, una de fibras musculares, tendones o ligamentos y además permitirás que el sistema cardiovascular se abra paso a nivel de nivel de tronco inferior y los músculos puedan recibir de tal modo una cantidad de oxigeno y alimento mayor. Una de las consecuencias de salir de casa sin un previo calentamiento, es que vas a tardar más tiempo, entre 15 a 20 minutos, en que el riesgo sanguíneo llegue a todos los músculos.

Ahora la otra gran pregunta puede ser, ¿cuánto tiempo debemos calentar para que sea efectivo y cómo debemos hacerlo?

En primer lugar, la duración que tendría que tener un calentamiento va a depender en gran medida de la temperatura ambiente que haga en el entorno, si la temperatura ambiente es fría, el calentamiento tendrá una duración mayor que si la temperatura exterior fuera más elevada, aunque si no eres una persona muy experimentada, un calentamiento demasiado excesivo puede ser también perjudicial.

La intensidad con la que vayamos a practicar el calentamiento va, además, en función de la exigencia con la que vayas a rodar con nuestra bici, no es lo mismo un calentamiento para salir a pedalear por gusto que para un entrenamiento para una competición. Si el entrenamiento con la bici  que vamos a  llevar a cabo va a ser poco exigente y la temperatura que nos rodea es agradable con unos quince o veinte minutos de calentamiento no muy intensivo tenemos más que suficiente, sin embargo, si tras el calentamiento va a venir un entrenamiento para una carrera, un mínimo de treinta o cuarenta y cinco minutos para calentar correctamente.

Un ejemplo:

  • Unos cinco minutos en regenerativo
  • Diez minutos progresivos en zona de resistencia aeróbica
  • Unos cinco intervalos de dos minutos en intensidad aeróbica, donde los seis últimos segundos de cada intervalo se acelere y tras ello una recuperación de 1 minuto.
  • Por último, diez minutos regresivos en zona de resistencia aeróbica

Si vamos a realizar un calentamiento para entrenar de cara a una marcha a contrarreloj o cara a una competición, se recomienda la ingesta de un gel (apropiado con guaraná o cafeína), a unos cinco minutos antes de producirse la salida.

Parece que queda claro, calentar, entrenar y seguro de bicicleta.

Nada de salvajadas en bici

Todos sabemos de los beneficios que tiene montar en bicicleta pero no todo es coser y cantar porque aunque se ha descubierto que es uno de los deportes menos dañino, nuestras articulaciones pueden sufrir algún tipo de daño si no tenemos las suficientes precauciones. Pedalear es saludable para nuestro cuerpo y mente pero hay que hacerlo con cabeza. Hoy vamos a ver los consejos más básicos que tienes que tener en cuenta antes de subirte en tu bici a pedalear y con tu seguro de ciclistas irás mejor, te lo aseguro yo.

  • Pruebas de esfuerzo sí, pero no al inicio de la temporada. Al ciclista convencional, al medio profesional, realizar una prueba de esfuerzo no es algo que normalmente se haga ya sea por temas económicos o porque lleve toda la vida haciendo ejercicio, un control cardiológico como un electrocardiograma en reposo y en ejercicio debería de ser obligatorio.
  • Los niveles de colesterol. Si no llevas una vida sedentaria y la alimentación es saludable y equilibrada, tus niveles de colesterol tienen que estar perfecto pero no estaría mal una pequeña revisión. No solo los vehículos tienen que pasar una ITV.
  • La tensión arterial como un reloj. Controlar la tensión puede salvarnos de más de un susto. Una práctica de ejercicio moderado ayuda a establecer una frecuencia cardíaca de seguridad
  • Si vas a salir, con tranquilidad. No por salir a tope vas a sentirte mejor, al contrario por una tontería así, puedes lesionarte y estar más tiempo del que deberías sin poder hacer ejercicio. Cuando vayas a salir un buen precalentamiento y calentamiento son fundamental para que además de no lesionarnos disfrutemos cada pedaleo intensamente. Asegúrate de tener el seguro de bicicleta en regla, eso también es un calentamiento.
  • A estirar se ha dicho. Como hemos comentado anteriormente, el calentamiento tiene que ser la parte más importante antes de coger la bici porque un correcto estiramiento de todas las partes que vamos a poner en tensión nos va a hacer que disfrutemos del ejercicio.
    • Cuádriceps. Tirar de la rodilla hacia el trasero manteniendo el ejercicio. Dependiendo de la intensidad que queramos, tendremos que hacer más fuerza en el estiramiento de la rodilla. Entre 2 o 3 repeticiones de 20´´ por cada pierna.
    • FemoralesApoyamos el talón en el sillín de la bicicleta y vamos hacia la punta del pie hasta tocarla (con la otra mano nos agarramos al manillar de la bicicleta para no caernos). Cuanto más nos tumbemos sobre la pierna, más intenso será el estiramiento. Entre 2 o 3 repeticiones de 20´´ por cada pierna.
    • GemelosNos subimos a la bicicleta y apoyamos una pierna en el pedal y en ese momento hacemos fuerza dirigiendo el talón hacia el suelo. Al estar más abajo el talón, más se estira el gemelo. Entre 2 o 3 repeticiones de 20´´ por cada pierna.
    • Psoas Ilíaco. Damos una gran zancada hacia delante, y la pierna que ha realizado el movimiento se mantiene doblada mientras que la contraria permanece estirada hacia atrás. Dirigimos la cadera al suelo y la espalda la mantenemos erguida. Podemos apoyarnos en la bicicleta para no perder el equilibrio. . Entre 2 o 3 repeticiones de 20´´ por cada pierna.
    • EspaldaDe frente hacia la bicicleta nos apoyamos en ella por el manillar y el sillín y nos doblamos hacia delante creando con el cuerpo un ángulo de 90º. Si vamos bajando más, la espalda se irá aliviando más. . Entre 2 o 3 repeticiones de 20´´ por cada pierna.
  • Postura correcta. Una mala postura sobre la bicicleta puede llevarnos a que un movimiento lo realicemos incorrectamente ya que estamos acostumbrado a ello, esto provoca que otras partes del cuerpo tampoco lo realicen bien y las lesiones y los problemas musculares crezcan por docenas por no llevar la postura correcta mientras pedaleamos.
  • Clases de cycling sin control. Los beneficios que tiene apuntarse a un gimnasio son innumerables, piel más sana, cuerpo más esbelto pero aunque cada vez hay más control, es increíble ver cuanta gente pasa del sofá de su casa a subirse a una bicicleta con unos ritmos de pedaleos propio de profesionales. Esto en muchas ocasiones más que beneficiarnos puede perjudicarnos.

Ya sabes, si quieres disfrutar de cada pedaleo intensamente, y que no te pare ni el mal tiempo, haz caso de los consejos que te damos, de todos, hasta de tener tu seguro de bicicleta.