Archivo de la etiqueta: lesiones

Las molestias y lesiones de la bici

Si anteriormente hablamos de las lesiones que nos pueden surgir cuando vamos en bici, hoy vamos a comentar las lesiones o las molestias más usuales en los ciclistas en la zona de la rodilla. Reconocer el dolor y el problema nos puede ayudar que no vaya a más o se convierta en una lesión crónica. Por ello además de tener el seguro de bicicleta, tenemos que reconocer las molestias que podamos tener.

  • Condromalacia rotuliana.

La condromalacia rotuliana puede derivarse debido a una fuerte presión hacia la rotula provocando al mismo tiempo una alteración en el cartílago rotuliano, aunque otra posible consecuencia puede ser una flexión de la rodilla desmesurado y en ciclismo, se traduce como una altura del sillín de la bici equivocada que suele ser la causa principal.

¿Cómo podríamos reconocer que podríamos tener esta posible condromalacia rotuliana?

En primer lugar, se destaca el dolor que puede presentar en la zona anterior de la rótula, en la zona de atrás que se incremente normalmente con actividades cotidianas como el conducir o ponerse en cuclillas.

Para poder corregir este tipo de molestias, es necesaria la corrección de la altura del sillín hacia una altura más adecuada.

Para ayudarnos en el tratamiento de esta lesión, es necesario reflejar una alineación anatómica pues este tipo de lesiones son muy comunes en personas con problemas en las propias piernas, es decir personas con piernas en forma de “X” (valgas) o, también, en personas cuyas rótulas sufren una torsión interna de la tibia.

Nos aseguraremos de que el entrenamiento que realizamos no nos afecte la zona en cuestión o lo adaptaremos e intentaremos reducir la potencia y los trayectos largos, se tornarán el trayectos ligeros (al menos al comienzo). Evitar las cuclillas, sentadillas o correr cuesta abajo, entre otras prevenciones.

  • Tendinitis rotuliana.

El tendón rotuliano, el encargado de unir inferior de la rótula con la tibia originado por un continuo pedaleo por la utilización de grandes avances y una incorrecta posición del sillín, es decir, por tener el sillín adelantado en las subidas duraderas en cuestas.

¿Cómo podríamos reconocer el dolor derivado de esta posible lesión? Podemos contemplar cierto dolor en la parte inferior de la rótula y el mismo puede manifestarse en la parte interna o externa de la propia rótula.

Podemos ayudarnos si tenemos estas molestias con algo a priori bastante sencillo, podemos simplemente variar la posición del sillín.

Debido a que las molestias propias de la tendinitis rotuliana es debido, en gran medida, al sillín o porque esté demasiado bajo para la altura que necesitamos o están demasiado adelantados. La solución para este problema es la colocación de una posición antero-posterior neutra en el sillín de la bici.

El problema puede venir interno, es decir, propio de la persona ya que puede sufrir o una alteración anatómica de las piernas (piernas X) o se produce una rotación interna de la tibia.

  • Ligamento rotuliano interno.

La lesión de los ligamentos rotulianos internos se evidencia debido al dolor que se produce en la rodilla por la parte interna de la rodilla, por la parte de la plica. Bien en primer lugar, vamos a comentar que es una plica. Es un pliegue que existe en la membrana sinovial (el tejido que se encarga de revestir articulaciones, como en este caso estamos hablando, revestiría la rodilla, y que además es el que se ocupa de nutrir el cartílago articular) Estos pliegues o plicas se desarrollan durante progreso fetal y, lo normal es que desaparezcan aunque en ciertas ocasiones permanecen y pueden inflamarse por lo que produce molestias y dolor muchas veces ocasionados por esfuerzos grandes repetidos como un continuo ejercicio físico o traumatismos de carácter fuerte. Y sólo en algunas ocasiones puede derivar en una intervención quirúrgica.

¿Cómo podemos reconocer los primeros síntomas de una posible lesión en el ligamento rotuliano interno? En primer lugar podemos notar ciertos crujidos cuando estamos pedaleando pues puede ser causa de una exposición excesiva del ligamento que se halla entre la rótula y la parte interna de la rodilla, o bien, puede ser debido a la inflamación de la propia plica.

Podemos prevenir la posible lesión corrigiendo la posición del sillín hacia la más adecuada, es decir, hasta una posición neutra.

Un tratamiento que podríamos realizar es, para comenzar, una alineación correcta de las piernas con la ayuda de unas calzas o elevadores pues este tipo de problemas se desarrolla con más probabilidad en personas con una patología de piernas “X” o por rotación tibial interna. Además, podríamos realizar otro tipo de tratamientos o ejercicios como aligerar pedaleo o no realizarlos con la misma intensidad.

  • Tendinitis del cuádriceps.

La mayoría de los ciclistas comentan en muchas ocasiones que hay una zona determinada donde comienzan muchas molestias, es la zona de parte superior de la rótula.

¿Cómo podemos reconocer los síntomas que derivan de una tendinitis del cuádriceps?

En primer lugar podemos observar un dolor continuado en la rotula e incluso a la palpación el dolor va en aumento en zonas localizadas de la rotula tanto externa como internamente.

Como consejo para prevenir este tipo de molestias y que cada vez vayan a más, debemos corregir la posición del sillín porque no está siendo la más adecuada (normalmente estas molestias aparecen en sillines demasiado adelantados o bajos).

Como una de las causas puede ser la propia forma de la rodilla, que en este caso, puede ser debido a rodillas arqueadas, sería muy conveniente colocar unos separadores entre la biela y el pedal, así vamos a aganar zona, anchura de apoyo y por lo tanto, una mejor alineación con respecto a la cadera.

No sólo la causa puede venir derivada de las rodillas arqueadas o en forma de “O”, ya que también se puede desarrollar en piernas con forma de “X” o valgas, que en este caso concreto, colocaremos unas plantillas o cuñas para que así el pie lesionado se encuentre elevado.

  • Tendinitis de la pata de ganso.

Este tipo de lesiones puede venir ocasionada por la fuerte comprensión del tendón de la pata de ganso, el nombre es dado a tres músculos de la pierna: el sartorio, el recto interno y el semitendinoso. El nombre es originado por la inserción de los tendones de la cara interna de la tibia se parece a la pata de un ganso.

¿Cómo podemos reconocer los síntomas de una posible tendinitis de la pata de ganso? El gran síntoma que se reconoce es un dolor agudo en la parte interna de la rodilla.

Podemos prevenir una tendinitis de la pata de ganso en ciclismo con un reajuste de la altura del sillín, en este caso, reduciendo su altura pues con una desmesurada extensión de la pierna que causa un aumento de la comprensión en la rodilla.

Para tratar esta lesión, es necesaria la reducción de la distancia entre los pies aproximándolos a la biela, no sólo basta con un seguro de ciclista.

En esta primera parte os hemos mostrado algunas de las dolencias y posibles lesiones que pueden derivar de la utilización de la bicicleta, aunque los seguros de bicicletas no te quite los dolores, la bici la tienes protegida.

Para que la bici no nos lesione

La bicicleta, además de ser un aliado para ayudarnos a ponernos en forma y a que nos sintamos cada día más a gusto con nosotros mismos, puede también desarrollar algún que otro inconveniente en cuanto a nuestra salud ya que si no tenemos el correcto control y las proporciones exactas podemos sufrir o recaer de algún lesión. A pesar de que tenga el seguro de ciclista la bicicleta, la salud del ciclista no se puede perder.

Una posición equivocada sobre la bicicleta, un sillín que no esté adecuado a la altura correcta, una incorrecta postura sobre el manillar… son algunas de las malas prácticas que llevamos a cabo cuando vamos subidos a nuestras bicis. Estas malas posturas provocan leves dolores musculares que si no se corrigen podrían desembocar en una lesión algo más grave.

En primer lugar, vamos a hablar de uno de los principales problemas que nos surgen cuando vamos sobre la bicicleta y es la PEDALADA. Esta acción es una continua de flexión y extensión de la rodilla, cadera y tobillo que se ve acompañada por la estabilidad que da la unión de tronco y abdomen, de la zona lumbar.

Cuando vamos pedaleando, se van a poner a trabajar una serie de músculos que harán que seamos en mayor o menor medida eficaces. En la acción intervienen, por una parte, los musculares extensores de la rodilla cuando realizamos la acción de bajada del pedal y por otro lado, los músculos flexores de la rodilla, los Isquiotibiales que llevan a cabo la subida del pedal.

Cuando se nos desarrolla una lesión, estas vienen generadas, principalmente, por una falta de sincronización entre la posición adecuada y las medidas de la bicicleta dónde también contaría la incorrecta altura del sillín o las alteraciones que puedan sufrir nuestro propio cuerpo.

SI anteriormente hemos hablado de la pedalada, ahora vamos a tener en cuenta la ALTURA INADECUADA.

Para que la rodilla tenga un adecuado trabajo, la posición que tenga el sillín va a ser clave ya que una mala altura nos puede derivar algún que otro problema. La perfecta altura del sillín será aquella que nos permita la máxima extensión, es decir, que a una posición correcta la extensión que se produzca sea entre 155 y 160º y una flexión entre 25 y 30º

Otro de los elementos que tiene bastante que ver con el tema de las lesiones, es la LONGITUD DE LAS BIELAS, y ¿por qué es tan importante? Debido a que la longitud de las bielas está directamente vinculada con la presión que se va a ejercitar sobre la rótula, por lo que deducimos que si tenemos puestas las oportunas bielas, los problemas en la articulación de la rodilla se pueden evitar.

Existen distintas medidas de las bielas y está relacionada con la longitud del fémur de la persona por lo que el uso de unas correctas bielas nos harán el pedaleo mucho más fácil. Por ejemplo si tenemos un fémur entre 38 y 42 metros, tendríamos que emplear una biela de 167.5 mm.

Con el cambio de las bielas en una bicicleta cuando se ha estado manejando otras anteriormente, es posible que se pueda desarrollar algún tipo de consecuencia muscular, por lo que los expertos aconsejan que si se va a  realizar un cambio de bielas, el cambio de estas no sea superior a los 2.5 mm y una vez realizado la variación, no se debe variar nuevamente, la pierna debe de adaptarse a la nueva altura.

Otro de los problemas que podemos desarrollar con las rodadas en bicicletas es que las lesiones puedan proceder de nuestro propio cuerpo, debido a unas ALTERACIONES ANATÓMICAS.

Aunque parezco raro y a simple vista no se observen, existen dos tipos de piernas, es decir, la presión con la que se ejerza el movimiento con la pierna va a depender en gran medida de la alineación de los ángulos y eso recae en una alineación anatómica del miembro.

Como hemos comentado existen dos tipos de piernas:

  • Piernas en “X” o valgas. Se trata de unas piernas donde las rodillas tocan entre sí pero no lo hacen sus tobillos (por eso la forma de X). La tendencia que poseen estas piernas es a rotar internamente o los pies se giran hacia dentro por lo que provoca un esfuerzo extra en la parte del tendón rotuliano, que provoca una tendinitis. La solución más inmediata es la colocación de unas plantillas en el calzado del ciclista y unas cuñas entre el pedal y el calzado en la bici.
  • Piernas en “O” o Varo. En este caso, se trata de unas piernas que provoca que los tobillos choquen entre sí pero no las rodillas entre sí (formando entre las piernas una O). Las rodillas al arquearse, provocan un aumento de fuerza sobre la parte externa de la rodilla. La mejor solución es la alineación entre la cadera y el pie y por la ayuda de separadores se puede ampliar la extensión entre el pedal y la biela.

Y por ultimo vamos a ver otra de las posibles  alteraciones de nuestro propio cuerpo que sin una corrección nos puede llevar a lesiones cuando vamos pedaleando sobre nuestra bici y a pesar de tener contratado el seguro de bicicleta, la salud de la persona está por encima, ese problema es la DISIMETRÍA DE LAS EXTREMIDADES.

La desigualdad entre la longitud de las piernas ocasiona una discordancia en el empleo de la musculatura que se ve implicada en el pedaleo y que puede derivar en molestias, dolores…

¿Cómo podemos saber si nuestras piernas miden lo mismo o tienen alguna diferencia entre ellas? En primer lugar tomemos una cinta y midámonos y constatemos las tibias y los fémures de ambas piernas.

¿Existe una diferencia? No pasa nada. Primero: Ajustar la bicicleta a la pierna más larga

  • Si la diferencia de las tibias es superior a 6mm, colocamos una plantilla de unos 4 mm en la pierna de menor tamaño.
  • Si la diferencia de los fémures es mayor a 6 mm, se ajusta el sillín a la pierna más larga y se coloca una plantilla en la pierna más pequeña de unos 2-3 mm.

Ya sabéis lo que tenéis que hacer, además de contratar el seguro de bicicleta, comprobar todo lo que hemos mencionado anteriormente.

Forma correcta de pedalear en ciclismo

Muchas de las lesiones producidas en ciclistas se deben a malas posturas mientras montan en bici. Hay que tener en cuenta, por tanto, que los calambres, tirones y agujetas están relacionados íntegramente con el incorrecto pedaleo. Por todo esto, hay que conocer cuál es la mejor forma de pedalear.

Pedalear correctamente no es algo natural. Existe una técnica de pedaleo, especialmente cuando se usan pedales automáticos. Pedaleando de forma adecuada se puede avanzar más, mejor e incluso evitar molestias o lesiones.

Cualquier ciclista debe saber que la mejor forma de colocar el pie en el pedal es haciendo coincidir el eje del pedal con la articulación principal del ‘dedo gordo’, es decir, con la parte más ancha del pie. Esto equivale al pliegue que se forma en el zapato cuando doblamos la punta del pie hacia arriba.

Para pedalear correctamente hay que mantener un movimiento regular y sin asimetrías de esfuerzo entre las piernas. Lo mejor es usar pedales automáticos. Pero en caso de no tenerlos, la mejor forma de pedalear es realizando un pedaleo de empuje.Este se realiza de la siguiente forma: con el pie en la parte superior, el esfuerzo se empezará a dirigir hacia delante, el talón irá descendiendo ligeramente hacia el nivel del pedal a medida que avanza el pie, poco a poco se va realizando un empuje total hacia abajo y el talón se coloca por encima del nivel del pedal al llegar casi a la parte más baja.

Existen diferentes formas de pedaleo:

Ligero
En este caso, para evitar lesiones o molestias, hay que llevar una cadencia alta con una fuerza moderada. No se trata de ir por encima de nuestra capacidad, ya que el desgaste de las articulaciones será mucho mayor, sino de mejorar la frecuencia poco a poco, sin acabar agotados. Una buena cadencia para ciclistas no profesionales sería de unas 60 rpm, siendo de entre 80 – 90 rpm para profesionales. Esto dependerá de las condiciones físicas de cada ciclista y su ritmo.

Redondo
El pedaleo redondo se realiza correctamente si se usan unos pedales automáticos y unas calas. Esto nos ayudará a mantener una posición correcta de pedaleo siempre. Si no es posible tener este tipo de pedales y calzado, lo idóneo es llevar el pie siempre en la misma posición y un calzado que no resbale. Recordamos que nunca se debe pedalear con el medio del pie o el talón. En este pedaleo, la primera mitad del ciclo es la que hemos explicado anteriormente. Cuando el pie ha llegado abajo, comienza a tirar hacia arriba, de forma distendida, para ayudar a la otra pierna que ahora empieza a empujar. La fuerza se ejerce siempre en dirección perpendicular a las bielas. En conjunto, el esfuerzo del pedaleo se reparte entre las dos piernas, es armonioso, contínuo y redondo, alternándose el empuje y la tracción.

Correcto
Para realizar el pedaleo correcto hay que hacer fuerza hacia abajo con una pierna, mientras que con la otra se acompaña hacia arriba sin excesiva fuerza. Si a esto se le une el pedaleo redondo que hemos explicado antes, se estará pedaleando de la mejor forma y el ciclista lo notará en seguida. Además, las rodillas siempre deberán ir hasta arriba, realizando una circunferencia completa y bien marcada.

A todo esto hay que sumarle la correcta posición del sillín, muy importante también para evitar lesiones de espalda, hombros, cervicales, etc. Con todo esto, manteniendo las posturas correctas al montar en bici, realizaremos nuestro deporte favorito sin ningún problema físico, lo que nos animará a salir a montar en bici cada vez con más frecuencia.

Lesiones más comunes en ciclistas de MTB (Parte III)

La temática de las lesiones es un tema apasionante y sobre el que podemos hablar largo y tendido, además de las que ya hemos hablado en las más frecuentes en ciclistas de MTB vamos a dedicar el post de hoy. Como veníamos diciendo, montar en MTB es duro y por ello hay que tener una serie de aspectos en cuenta: la posición del ciclista, el tamaño de la bici, sus características…

1) Siguiendo con las lesiones, vamos a hablar de las que se producen por defectos de la bicicleta y en la técnica de pedaleo. Estos defectos pueden ocasionar lesiones por sobreuso debido a la reiteración del gesto cíclico. En la actualidad todo esto se está mejorando; la técnica de pedaleo y la ergonomía de la bicicleta han evolucionado en busca de un mayor rendimiento, pero aún así se siguen produciendo lesiones.

Las principales consecuencias que poseen estos defectos son:

  • Cuadro de la bicicleta largo: posición más horizontal del ciclista que le obliga a realizar una hiperlordosis cervical.
  • Cuadro de la bicicleta corto: posición más vertical por parte del ciclista que puede generar lumbalgias.
  • Cuadro de la bicicleta alto: hiperextensión de las rodillas, lo que produce una sobrecarga en la musculatura posterior.
  • Cuadro de la bicicleta bajo: sobrecarga de la musculatura extensora, cuádriceps y aparato extensor.
  • Excesiva rotación interna del pie: sobrecarga de la musculatura externa, bíceps y vasto externo.
  • Excesiva rotación externa del pie: sobrecarga de los tendones de la región interna de la rodilla y tendones de la pata de ganso.
  • Alineamiento en valgo o pie rotado hacia afuera: dolor en la parte interna de la rodilla.
  • Alineamiento en varo del pie o pie rotado hacia dentro: dolor en la parte externa de la rodilla.
  • Torsión tibial interna o pierna rotada hacia dentro: dolor en la parte externa de la rodilla y pierna.
  • Torsión tibial externa o pierna rotada hacia fuera: dolor en la cara interna de la rodilla.
  • Dismetría en las piernas: dolor en el talón de la pierna más corta.
  • Mal alineamiento de la rótula: dolor de rodilla (rótula).

2) Patologías propias del ciclista: en otra ocasión ya os hablamos de algunas de ellas pero hoy vamos a profundizar más.

  • Tendinitis Aquilea o dolor en el talón: causado por la colocación del pie muy atrás en el pedal.
  • Tendinitis del bíceps femoral o dolor en la parte interna e inferior del glúteo: colocación incorrecta de los cleats en los zapatos. Sillín colocado muy atrás o muy elevado.
  • Dolor en el lado lateral de la rodilla y de la pantorrilla: cleats muy rotados hacia dentro. Sillín colocado muy atrás o muy alto.
  • Dolor lumbar (espalda baja): vibración excesiva, altura incorrecta del sillín, posición incorrecta del sillín o pobre flexibilidad de la columna lumbar.
  • Dolor de cuello (nuca): excesiva extensión del cuello, vibración excesiva, postura incorrecta al pedalear.
  • Dolor en la rótula o en el tendón rotuliano: sillín muy bajo o colocado muy hacia delante.
  • Dolor en la parte interna de la rodilla: sillín muy alto.
  • Neuropatía pudenda o dolor y adormecimiento de periné y base del pene: el sillín comprime el nervio pudendo contra el hueso del pubis.
  • Neuropatía mediana o cubital: vibración excesiva, tamaño incorrecto del cuadro, manillar muy bajo o sillín muy atrás. 
  • Condromalacia rotuliana: gran presión de la rótula contra el fémur por la contracción del cuádriceps y a la resistencia que opone el tendón rotuliano.
  • Síndrome de la banda Iliotibial: extensión excesiva sobre la banda como consecuencia de una mala posición o mal ajuste de la cala o por la baja altura del sillín o el empleo de grandes desarrollos.
  • Tendinitis del tibial anterior: inflamación de los músculos de la espinilla como consecuencia de un excesivo esfuerzo del tendón durante el golpe ascendente del pedal.
  • Síndrome escapular: dolor en la parte superior de la espalda y alrededor del omoplato, pudiendo llegar hasta el cuello, el hombro e incluso el brazo, debido al excesivo tiempo montado en la bici.
  • Fascitis plantar: dolor en la parte inferior del talón relacionado con la hiperpronación y el pie cavo.
  • Endofibrosis de la arteria ilíaca externa: compresión en posición de flexión mantenida de la cadera.
  • Síndrome comportamental de la pierna: dolor intenso en el compartimento del tibial anterior en la cara antero-externa de la pierna.
  • Pseudosimpatectomía del miembro inferior: dolor intenso que irradia desde la fosa ilíaca a la cara anterior del muslo.

Lesiones más frecuentes en ciclistas de MTB (Parte II)

Como ya os contamos en el post de ayer, hay muchas lesiones que pueden sufrir los ciclistas de MTB. Por eso, hoy os vamos a hablar de algunas de las lesiones más frecuentes en ciclistas de MTB siguiendo con el mismo tema.

Para empezar, hablaremos de las lesiones por sobreuso. Este tipo de lesiones están relacionadas con la interacción entre el cuerpo del ciclista, la bicicleta y el terreno por el que está rodando. Normalmente se producen cuando no se está usando la bicicleta correcta ya sea por su tamaño o por el uso que se le vaya a dar según el tipo de ciclismo que se practique. Esto hace que el ciclista pueda lesionarse en sus extremidades inferiores. También se pueden producir en las extremidades superiores debido al apoyo del peso sobre el manillar y la vibración transmitida a la bicicleta originada por los saltos del terreno.

Para montar en MTB es recomendable realizar un buen entrenamiento individualizado para cada ciclista atendiendo a las características psico-fisiológicas de cada uno. Las lesiones por sobreuso son las siguientes:

1) Patologías derivadas de defectos anatómicos del ciclista o relacionados con la bicicleta: lo mejor es prevenir la aparición de estas lesiones a través de un estudio médico antropométrico que detecte los defectos anatómicos, aunque generalmente se detectan cuando ya han aparecido.

  • Defectos anatómicos del ciclista, desviaciones de columna: se considera al ciclismo como un deporte de naturaleza simétrica y cíclica por lo que no debería provocar lesiones de columna. Pero si se usa una bicicleta incorrecta o un tamaño inadecuado, pueden aparecer este tipo de lesiones. En algunos casos, la bicicleta no mantiene las curvaturas naturales de la espalda debido a la posición “no natural” que adopta el ciclista en la bicicleta y que pueden producir una hiperlordosis a nivel cervical o pérdida de la lordosis lumbar natural. Dependiendo de la postura o posición que adopte el ciclista así será la incidencia sobre la columna lumbar. Para evitar este tipo de lesiones hay que saber elegir bien el tipo de bicicleta que se necesita en cada caso, su tamaño y la postura correcta al montar en MTB.

2) Dismetría de miembros inferiores: este tipo de lesión puede desembocar en sobrecargas o tendinitis de dichas extremidades. Por este motivo hay que compensar la longitud de los dos miembros colocando un suplemento en el más corto y ajustando la altura del sillín al más largo, es decir, hay que colocar un calzo si se tiene una cadera más alta que la otra para compensar la longitud. La colocación de este calzo es competencia de los médicos o técnicos ortopédicos.

3) Desviaciones axiales de miembros inferiores: todas las personas tenemos una desviación de las piernas respecto a los muslos en torno a un 5 o 7º de angulación hacia afuera. A veces este ángulo es mayor o menor, produciendo una desviación en valgo o en varo.

  • Valgo es la desviación de las piernas en forma de X, es decir, las rodillas se tocan y los tobillos están separados. Esto produce una elevada tensión de los músculos y tendones de la región interna de la rodilla. Esto se puede corregir girando la punta del pedal hacia dentro.
  • Varo es la deformidad contraria, ya que se arquean las piernas separando las rodillas a modo de paréntesis, por lo que los músculos y tendones de la parte externa de los muslos y piernas están tensos y se van sobrecargando en cada pedalada, lo que puede dar lugar a tendinitis del bíceps femoral y vasto externo. Al revés que en el caso anterior, esto se puede corregir girando la punta del pedal hacia fuera.

En cuanto a las lesiones provocadas por sobreuso ya no hay más que decir. Por eso hoy lo dejamos aquí. Pero volveremos con este tema para contaros otros tipos de lesiones que pueden sufrir los ciclistas en MTB.

Lesiones más frecuentes en ciclistas de MTB (Parte I)

Los factores que están relacionados con las lesiones más frecuentes en ciclistas de MTB son diversos: mala superficie del camino, excesiva velocidad, ir en grupo, accidentes, pérdida del control de la bici, etc. Para prevenir estos percances, hay que seguir una serie de consejos, además es muy importante el mantenimiento mecánico de forma contínua y la educación vial del ciclista. Ya sabemos que hay que llevar el casco bien ajustado, ropa adecuada para cada estación del año y tipo de ciclismo, y zapatillas cómodas y bien ajustadas, así como mantener una postura correcta en la bicicleta. Realizarse revisiones médicas, realizar ejercicio de forma progresiva, dieta e hidratación, calentamiento y estiramiento, son también factores que los ciclistas deben tener en cuenta para evitar lesiones.

Las lesiones más frecuentes en ciclistas de MTB son las contusiones, heridas, fracturas, abrasiones cutáneas, esguinces, luxaciones, etc. En este post vamos  hablar de algunas de ellas. Comenzaremos con los diferentes tipos de traumatismos: contusiones, abrasiones cutáneas o quemaduras, lesiones ligamentosas y fracturas.

1) Las contusiones hacen referencia a traumatismo por golpeo directo contra el suelo o algún obstáculo. Este tipo de lesiones es difícil de prevenir porque se produce por factores externos, pero mantener una velocidad moderada y la distancia de seguridad de los demás vehículos es muy importante para ello.

2) Las abrasiones o quemaduras están asociadas al contacto inmediato de la piel con el suelo. Suelen producirse en la piel que cubre los hombros, caderas, codos, tobillos, nalgas y muslos. Se pueden dar lesiones de tres grados diferentes según la gravedad de la quemadura. Estas lesiones son difíciles de prevenir ya que no se pueden controlar.

3) Lesiones ligamentosas o esguinces. Se trata de la rotura parcial o completa del ligamento acromio-clavicular como consecuencia de sufrir un traumatismo sobre el hombro. Como se suelen producir por caídas, también es complicado prevenirlas.

4) La tipología de fracturas vinculadas al MTB es bastante extensa, pero las más comunes son:

  •  Fractura de clavícula: es el tipo que más afecta a los ciclistas de MTB. La causa principal de esta fractura es un traumatismo indirecto sobre la zona concreta, debido principalmente a un impacto violento con una superficie dura tras extender la mano durante una caída. La clavícula es comprimida por el peso del cuerpo y se fractura. Para prevenir este tipo de lesiones lo mejor es evitar las caídas en la medida de lo posible.
  • Fractura del cráneo o Traumatismo Craneoencefálico: se producen como consecuencia de un golpe directo de la cabeza con el suelo o algún elemento de la carretera o carril. Se distingue entre fracturas de la bóveda craneal, que son hematomas en el cuero cabelludo, y fracturas de la base del cráneo, que son más difíciles de detectar y suelen implicar una hemorragia intracraneal. Para evitar estas fracturas es importantísimo es uso correcto del casco, que debe ser de buena calidad y estar colocado en la forma correcta.
  • Fractura de la muñeca: se suele producir en el escafoides. También puede apreciarse tumefacción y “engrosamiento” del eje anteroposterios de la muñeca. Se producen en caídas y su prevención es casi nula, ya que es el apoyo del ciclista cuando cae.
  • Fractura de la cabeza del radio: se producen en caídas sobre la mano extendida, lo que provoca un desplazamiento del codo en valgo y compresión de la cabeza del radio.
  • Fractura supracondílea: se produce por extensión al caer sobre la mano extendida, causando generalmente un desplazamiento hacia atrás de la parte distal inferior del húmero. Para evitarlas, pueden ser útiles los “padding” para hombros y extremidades similares a los que emplean los competidores de motociclismo.

Para prevenir cualquier fractura es fundamental el dominio de la situación y de la bicicleta que posea el corredor. Mantener una velocidad constante, ser visibles para los demás conductores o ciclistas, mantener las distancias, etc., son la mejor prevención para este tipo de lesiones.

Por hoy lo dejamos aquí, pero no son las únicas lesiones que puede sufrir un ciclista de MTB. En otro post os daremos más casos y cómo se pueden prevenir.