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Uno de los problemas de la bici

Al igual que estuvimos hablando en su tiempo de lo molesta que pueden resultar las agujetas y sobre todo para un ciclista, ni hablemos de los calambres, el gran enemigo de todo deportista, al igual que tener un problema y no tener el seguro de bicicleta contratado.

Casi todos hemos sufrido en alguna ocasión algún calambre y los ciclistas saben lo molestísimo que es sufrir uno de ellos, y más cuando vamos en bici. Como hemos comentado, no es raro que los calambres le sucedan a todo el mundo, pero si es cierto que en ocasiones se presentan con la realización de este deporte cuando el esfuerzo que realizamos es mayor como en una marcha o en recorridos de larga distancia. No tiene tanto que ver con la condición física sino con los momentos de descanso.

Los calambres son una activación muscular involuntaria, son el piloto automático que nos indica que algo no está del todo correcto y en el momento que ocurre debemos de cesar la actividad que estemos realizando y estirar bien para no producir un mal mayor.

Entre las posibles causas, de manera general, que pueden producir los molestos calambres encontramos una dieta carente o poco correcta, un exagerado cansancio tanto general como muscular o una hidratación incorrecta, aunque no sólo influyen elementos exteriores, en algunas ocasiones se deben a cuestiones fisiológicas. A continuación vamos a facilitar una serie de consejos para prevenir en la mayor parte posible sufrir estos fastidiosos calambres.

  • Controlar la hidratación. Una incorrecta o mala hidratación es una de las causas más comunes cuando se sufren calambres ya que nuestros músculos están cubiertos por un tejido en el que por esos mismos se desplazan esos impulsos eléctricos que activan a nuestra musculatura. La hidratación es muy importante porque un desequilibrio o un fallo de agua en nuestro organismo pueden provocar una perturbación la conductividad de estos impulsos eléctricos. Por esto mismo, es muy importante beber agua regularmente, a pesar de no tener sed y es conveniente que el agua que consumamos sea rica en sales minerales. Además es conveniente no ir con demasiada ropa de abrigo, más vale un poquito de frío porque vamos a entrar en calor rápido, y al mismo tiempo, prevenir el uso de cremas de efecto caliente en días de elevadas temperaturas.
  • Control sobre el desarrollo. Hay que tener un control sobre el desarrollo ya que así los músculos no se cansarán tanto y la posibilidad de sufrir calambres se verá realmente descendida. Hay que llevar un pedaleo constante en cada momento de la marcha o del entrenamiento, manteniendo una cadencia ligera, cómoda sin tener que alterar el pedaleo. Una media de 100 pedaladas por minuto en plano y unas 80 en subida.Las cadencias bajas provocan que las fibras blancas de nuestros músculos se fatiguen antes, por eso tenemos que ver que si la fatiga muscular es intensa, lo mejor será detenerse antes de sufrir un más que probable calambre.
  • Escucha a tu cuerpo. La fatiga es la culpable en el 70% de las ocasiones de sufrir calambres y para no llegar a ese extremo, es conveniente que no pasemos nuestro umbral anaeróbico (punto a partir del cual el organismo no equilibra y recicla el acido láctico y empieza a almacenarse en nuestros músculos y, debido a ello, empieza a descender el rendimiento). Sugerimos de que en ocasiones es mejor bajar la velocidad y posteriormente recuperar el ritmo porque si no puedes pagarlo caro. ¡Con el seguro para ciclistas no está incluido la renovación de los músculos!
  • Una dieta rica en todos los nutrientes. Cuando llevamos una correcta alimentación, todo es más fácil pero si nuestra dieta está carente puede llevarnos a sufrir calambres ya que hay nutrientes claves en la contracción muscular. Importantísimo ingerir alimentos como las legumbres, verduras…
  • Y la bici de la talla adecuada. Y si importante es el tema de una dieta rica en todos los nutrientes y la hidratación, una posición correcta en la bicicleta y una talla adecuada de la misma. Es fundamental para que los músculos trabajen de la mejor forma posible, evitando sobrecarga en momentos concretos y fatiga muscular. El sillín es otro de los elementos que nos puede provocar problemas de calambres, de aquí mismo se deriva que la talla de la bicicleta tiene que ser lo más adecuada posible para colocarnos en la mejor posición y no sufrirlos.

En la bici, siempre tenemos que tenerlo en cuenta todo, hasta el seguro de ciclista.

Más molestias y dolencias en bici

En el ultimo post que publicamos, estuvimos hablando de las molestias y las dolencias en la bicicleta. Pues bine, hoy os volvemos a traer algunas más para que podáis vigilaros de pies a cabeza, eso sí, con el seguro de ciclista siempre.

  • Tendinitis de los Isquiotibiales.

La tendinitis de los Isquiotibiales es una lesión que pocas veces se puede apreciar ya que el proceso de inflamación no es muy evidente por lo que en muchas ocasiones no se habla de tendinitis. La tendinitis puede aparecer con el sobreuso.

¿Cómo podremos identificar los síntomas de una tendinitis de Isquiotibiales? En primer lugar, el primer síntoma es la tirantez del músculo que por lo tanto provoca el dolor en la parte posterior de la rodilla.

Una de las posibles ayudas que nos puede venir bien es bajar la altura del sillín, en este caso y adelantarlo al mismo tiempo que así ayudan a reducir la tensión a la que está sometida el músculo.

¿Qué tratamiento podemos seguir? Primero, que los talones no caigan de los pedales, es decir, que no se encuentren forzados ya que el músculo se encuentra más en tensión, sobre todo cuando realicemos en grandes desarrollos y potenciar los músculos para evitar decaimiento frente al cuádriceps.

  • Tendinitis del tendón de Aquiles.

El tendón de Aquiles es el tendón que tenemos en la parte del talón que entra en juego al caminar, saltar o correr. Además es el encargado de conectar los dos grandes músculos que impulsan la fuerza necesaria para realizar el movimiento ya que son los encargados de impulsar los pies.

El dolor del talón normalmente viene creado por una sobrecarga del mismo y se manifiesta con más asiduidad en personas jóvenes que normalmente correr, caminan o que son atletas.

Algunas de las causas que provocan una tendinitis del tendón de Aquiles son:

  • Incremento de la actividad realizada o de la intensidad.
  • Utilización de calzado erróneo.
  • Rotación hacia dentro o hacia fuera del pie

ETC

Cómo hemos indicado con anterioridad, los síntomas que nos puede alertar de sufrir una sobrecarga o tendinitis del propio talón son molestias o dolor tanto en la práctica de ejercicio como en la exploración. A primera hora de la mañana puede causar un mayor dolor pero con el paso del tiempo y el movimiento puede ir desapareciendo.

Podemos prevenir su aparición vigilando la posición que toma el pie con respecto al pedal y sobretodo, cuando nos enfrentemos a pendientes con alta exigencia, retrasar el pie del pedal con respecto al eje.

¿Qué tratamiento podemos llevar para que no aparezca tal lesión o podamos disminuirla? La aparición de la tendinitis en el tendón de Aquiles es más fácil que la sufran aquellas personas que tienen una disimetría en sus extremidades, es decir, que la pierna más corta de la persona tiene mayor posibilidad de padecerla. Tenemos que prestar una atención concreta si vamos a realizar un cambio de calzado o un cambio en los pedales para ir adaptándonos a ellos.

  • Tendinitis de la banda Iliotibial.

La manifestación de dolores en la parte externa de la rodilla puede ser uno de los síntomas de la tendinitis de la banda Iliotibial, una posible lesión por un sobreesfuerzo de los tejidos blandos en la zona anteriormente comentada. La banda Iliotibial es una banda gruesa del tejido blando fibroso que va desde la cadera hacia abajo por la parte externa del muslo y que se introduce en la tibia.

La banda es decisiva en la estabilización de la rodilla, desplazándose desde la parte posterior del fémur a la parte anterior durante la pedaleada. Ocasionalmente, la banda se inflama y causa dolor, una de las principales causas del dolor en corredores y ciclistas.

Para prevenir este tipo de lesiones, debemos de evitar el uso de sillines elevados y por lo tanto el tratamiento que podríamos seguir es, en primer lugar, corregir como hemos indicado la altura del sillín y la posición. Además, deberíamos evitar realizar entrenamientos continuados en cuestas duras así como realizar estiramientos previos al entrenamiento.

  • Dolor de cuello.

Ir en bicicleta no debe de causarnos ninguna molestia pero sí que es cierto que al estar mucho tiempo sobre una bici, podemos sentir alguna que otra molestia que a pesar de tener nuestro seguro de bicicleta, es normal.

Una de las principales causas de estar un tiempo excesivo sobre la bici, es dolor de cuello debido a tener la bici mal ajustada, es decir, es posible que el manubrio se encuentre demasiado bajo o demasiado lejos para nuestra posición y por lo que te ves forzado a extender el cuello. Otra de las posibles causas es el casco que utilizamos, por ello invertir en un buen casco es tan importante como saber que es el correcto ya que depende el ciclismo que realicemos la visera del casco puede o no molestarnos, por ejemplo, en ciclistas de ruta que la posición es más baja, la visera nos impide ver correctamente y tensamos demasiado el cuello para poder ver.

Debido a la posición que adapta el ciclista a la hora de pedalear, con la mirada al frente de manera fija, se produce una serie de contracciones en los músculos que se encuentran situados en la nuca y los hombros que provocan una extensión de gran amplitud y genera una sobrecarga por el sobreesfuerzo, principal causa de la cervicalgia o conocida normalmente como dolor de cuello.

Para prevenir esta serie de molestias y dolores debemos de no sobrecargas o sobreesforzar nuestros músculos, es decir repartir equitativamente el peso con una gran parte d este sobre el sillín y una pequeña parte sobre el manillar, y cuando el sillín no se encuentra en su posición correcta este peso no se equilibra de esta forma y es cuando se produce el sobreesfuerzo.

¿Cómo podemos evitar esta serie de molestias originadas por la práctica de la bicicleta? En primer lugar debemos de estirar perfectamente y sin olvidarnos de ninguno de nuestros músculos y una vez que vayamos sobre la bicicleta, cambiar la posición de las manos, realizar estiramientos hacia un lado y al otro del cuello…

  • Lumbalgia.

Igual que la dolencia anteriormente comentada, la lumbalgia es otro de los efectos que tiene estar mucho tiempo sobre una bici ya que una mala práctica (mala postura) nos puede provocar una serie de lesiones importantes.

A pesar de que el uso de la bicicleta se indica para realizar rehabilitación, una mala postura o una sobrecarga en la columna vertebral puede provocar situaciones irregulares que derivan en dolor.

Podemos prevenir toda esta serie de molestias y dolores colocando el sillín en la posición correcta con respecto a nosotros, pues si está demasiado alto, puede generar una hiperextensión de la zona lumbar. Tampoco podemos desarrollar una postura demasiado recta y, aunque al principio puede aliviarnos, puede provocar una comprensión de los discos que originan lumbalgia.

Pues aquí termina todo amigos, esperemos que todo lo que os hemos comentado os ayude a reconocer si tenéis algunas molestias y podáis solucionarlas, para todo lo demás, los seguros de bicicletas.

Las molestias y lesiones de la bici

Si anteriormente hablamos de las lesiones que nos pueden surgir cuando vamos en bici, hoy vamos a comentar las lesiones o las molestias más usuales en los ciclistas en la zona de la rodilla. Reconocer el dolor y el problema nos puede ayudar que no vaya a más o se convierta en una lesión crónica. Por ello además de tener el seguro de bicicleta, tenemos que reconocer las molestias que podamos tener.

  • Condromalacia rotuliana.

La condromalacia rotuliana puede derivarse debido a una fuerte presión hacia la rotula provocando al mismo tiempo una alteración en el cartílago rotuliano, aunque otra posible consecuencia puede ser una flexión de la rodilla desmesurado y en ciclismo, se traduce como una altura del sillín de la bici equivocada que suele ser la causa principal.

¿Cómo podríamos reconocer que podríamos tener esta posible condromalacia rotuliana?

En primer lugar, se destaca el dolor que puede presentar en la zona anterior de la rótula, en la zona de atrás que se incremente normalmente con actividades cotidianas como el conducir o ponerse en cuclillas.

Para poder corregir este tipo de molestias, es necesaria la corrección de la altura del sillín hacia una altura más adecuada.

Para ayudarnos en el tratamiento de esta lesión, es necesario reflejar una alineación anatómica pues este tipo de lesiones son muy comunes en personas con problemas en las propias piernas, es decir personas con piernas en forma de “X” (valgas) o, también, en personas cuyas rótulas sufren una torsión interna de la tibia.

Nos aseguraremos de que el entrenamiento que realizamos no nos afecte la zona en cuestión o lo adaptaremos e intentaremos reducir la potencia y los trayectos largos, se tornarán el trayectos ligeros (al menos al comienzo). Evitar las cuclillas, sentadillas o correr cuesta abajo, entre otras prevenciones.

  • Tendinitis rotuliana.

El tendón rotuliano, el encargado de unir inferior de la rótula con la tibia originado por un continuo pedaleo por la utilización de grandes avances y una incorrecta posición del sillín, es decir, por tener el sillín adelantado en las subidas duraderas en cuestas.

¿Cómo podríamos reconocer el dolor derivado de esta posible lesión? Podemos contemplar cierto dolor en la parte inferior de la rótula y el mismo puede manifestarse en la parte interna o externa de la propia rótula.

Podemos ayudarnos si tenemos estas molestias con algo a priori bastante sencillo, podemos simplemente variar la posición del sillín.

Debido a que las molestias propias de la tendinitis rotuliana es debido, en gran medida, al sillín o porque esté demasiado bajo para la altura que necesitamos o están demasiado adelantados. La solución para este problema es la colocación de una posición antero-posterior neutra en el sillín de la bici.

El problema puede venir interno, es decir, propio de la persona ya que puede sufrir o una alteración anatómica de las piernas (piernas X) o se produce una rotación interna de la tibia.

  • Ligamento rotuliano interno.

La lesión de los ligamentos rotulianos internos se evidencia debido al dolor que se produce en la rodilla por la parte interna de la rodilla, por la parte de la plica. Bien en primer lugar, vamos a comentar que es una plica. Es un pliegue que existe en la membrana sinovial (el tejido que se encarga de revestir articulaciones, como en este caso estamos hablando, revestiría la rodilla, y que además es el que se ocupa de nutrir el cartílago articular) Estos pliegues o plicas se desarrollan durante progreso fetal y, lo normal es que desaparezcan aunque en ciertas ocasiones permanecen y pueden inflamarse por lo que produce molestias y dolor muchas veces ocasionados por esfuerzos grandes repetidos como un continuo ejercicio físico o traumatismos de carácter fuerte. Y sólo en algunas ocasiones puede derivar en una intervención quirúrgica.

¿Cómo podemos reconocer los primeros síntomas de una posible lesión en el ligamento rotuliano interno? En primer lugar podemos notar ciertos crujidos cuando estamos pedaleando pues puede ser causa de una exposición excesiva del ligamento que se halla entre la rótula y la parte interna de la rodilla, o bien, puede ser debido a la inflamación de la propia plica.

Podemos prevenir la posible lesión corrigiendo la posición del sillín hacia la más adecuada, es decir, hasta una posición neutra.

Un tratamiento que podríamos realizar es, para comenzar, una alineación correcta de las piernas con la ayuda de unas calzas o elevadores pues este tipo de problemas se desarrolla con más probabilidad en personas con una patología de piernas “X” o por rotación tibial interna. Además, podríamos realizar otro tipo de tratamientos o ejercicios como aligerar pedaleo o no realizarlos con la misma intensidad.

  • Tendinitis del cuádriceps.

La mayoría de los ciclistas comentan en muchas ocasiones que hay una zona determinada donde comienzan muchas molestias, es la zona de parte superior de la rótula.

¿Cómo podemos reconocer los síntomas que derivan de una tendinitis del cuádriceps?

En primer lugar podemos observar un dolor continuado en la rotula e incluso a la palpación el dolor va en aumento en zonas localizadas de la rotula tanto externa como internamente.

Como consejo para prevenir este tipo de molestias y que cada vez vayan a más, debemos corregir la posición del sillín porque no está siendo la más adecuada (normalmente estas molestias aparecen en sillines demasiado adelantados o bajos).

Como una de las causas puede ser la propia forma de la rodilla, que en este caso, puede ser debido a rodillas arqueadas, sería muy conveniente colocar unos separadores entre la biela y el pedal, así vamos a aganar zona, anchura de apoyo y por lo tanto, una mejor alineación con respecto a la cadera.

No sólo la causa puede venir derivada de las rodillas arqueadas o en forma de “O”, ya que también se puede desarrollar en piernas con forma de “X” o valgas, que en este caso concreto, colocaremos unas plantillas o cuñas para que así el pie lesionado se encuentre elevado.

  • Tendinitis de la pata de ganso.

Este tipo de lesiones puede venir ocasionada por la fuerte comprensión del tendón de la pata de ganso, el nombre es dado a tres músculos de la pierna: el sartorio, el recto interno y el semitendinoso. El nombre es originado por la inserción de los tendones de la cara interna de la tibia se parece a la pata de un ganso.

¿Cómo podemos reconocer los síntomas de una posible tendinitis de la pata de ganso? El gran síntoma que se reconoce es un dolor agudo en la parte interna de la rodilla.

Podemos prevenir una tendinitis de la pata de ganso en ciclismo con un reajuste de la altura del sillín, en este caso, reduciendo su altura pues con una desmesurada extensión de la pierna que causa un aumento de la comprensión en la rodilla.

Para tratar esta lesión, es necesaria la reducción de la distancia entre los pies aproximándolos a la biela, no sólo basta con un seguro de ciclista.

En esta primera parte os hemos mostrado algunas de las dolencias y posibles lesiones que pueden derivar de la utilización de la bicicleta, aunque los seguros de bicicletas no te quite los dolores, la bici la tienes protegida.