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A su bici, listo, ¡YA!

Y todo hemos aprendido a montar en bicicleta porque nuestros papis tuvieran esa extensísima paciencia para que sus campeones, o sea, nosotros pudiésemos casi convertirnos en los ganadores de los tours más importantes. Pues para todos los que tienen a sus pequeños campeones, hoy os vamos dar todos esos consejillos para que vuestros niños sean os próximos campeones del Tour de España. Lo primero, es que tendrías que saberlo de antemano, el seguro de bicicleta para nuestro o nuestra príncipe o princesa.

Ante todo tenemos que enseñarles, en primer lugar, una serie de conceptos básicos para que puedan empezar a manejar la bicicleta, por lo que este proceso consta de:

  • Dirección. Esta parte es muy importante y es lo que tienen que aprender en primer lugar y es que ellos tienen que entender perfectamente que si impulsan el manillar con la mano derecha y tienden con la izquierda, la bicicleta va a tirar para la izquierda, hacia donde ha girado. SI por el contrario, impulsan con la mano izquierda y tienden hacia la derecha, será hacia este lado hacia donde vaya la bici.
  • Equilibrio. El equilibrio es, posiblemente, la parte que más les puede costar a los más pequeños, ya que ellos están acostumbrados a llevar el peso de su cuerpo en sus piececitos por lo que tienen que aprender a controlar la posición del cuerpo y repartir correctamente el peso para que no se vayan hacia los lados.
  • Frenado. Otro paso importante que aprender para que no lleguen a casa con un chichón cada día. Aunque parece el paso más absurdo, ayudar a que aprendan que tienen que agarrar la palanca de al lado del manillar no es tan fácil. Ellos tienen que relacionar rápidamente que eso le va a ayudar aunque al principio frenen con los pies o chocando contra el papi o la mami.
  • Pedaleo. Una vez que aprenden el equilibrio, el siguiente paso es mover una pierna colocada sobre el pedal y empujarla con fuerza para que la bicicleta tenga su movimiento.

Aunque lo que es inamovible es el uso del casco y un seguro de ciclista, todo ello aplicable a pequeños y no tan pequeños.

Aunque cuando nosotros éramos pequeños, pocas veces se veía, por no decir casi ninguna, nuestras bicis iban con sus pedales y sus pequeñas ruedecitas detrás, hoy en día existen muchos tipos de bicicletas para que nuestros pequeños aprendan perfectamente toda esa serie de conceptos básicos.

Hoy en día existen las llamadas bicis sin pedales, aquellas que como su propio nombre indica no llevan los pedales y están indicadas para que sean la primera toma de contacto entre un niño y las bicicletas. Son el mejor juguete para irlos preparando y en cuanto a los conceptos que hemos hablado anteriormente, con este tipo de bicicleta los van a ir adquiriendo mucho más rápido, sobretodo el sentido del equilibrio ya que tienen que ir apoyando los pies y el manejo del manillar ya que para ir a una dirección u a otra tienen que ayudarse del manillar.

Estas bicis tienen muchas ventajas ya que al principio es la primera toma de contacto y posteriormente una vez que se manejen bien, pueden pasar a instalarle los pedales y empezar con el tema pedaleo que nos les va a resultar tan costoso porque han trabajado previamente el equilibrio, dirección y frenado.

A pesar de todo esto que hemos estado tratando, es que la bicicleta se tiene que ajustar perfectamente a las características de nuestro hijo. La primera bicicleta que debería tener tiene que cumplir una serie de particularidades. En primer lugar, el tamaño de la bicicleta tiene que ajustarse a la talla del niño ya que para que aprenda correctamente ha de conseguir sentarse pudiendo poner los pies planos en el suelo y al mismo tiempo la altura del manillar no quede superior a los hombros. Para que al niño le resulte lo más cómodo posible, el manillar y el sillín deben estar al principio lo más bajo posible para que a medida que crezca ir subiéndolo además así al niño loe va a resultar mucho más fácil llegar también a los frenos.

Una vez que nuestro pequeño ya lo vemos preparado, es hora de ir poniéndole los pedales porque sin ellos, el pedaleo no se puede aprender.

Una vez que ya van adquiriendo los conceptos, es hora de aprender el pedaleo y no les va a resultar lo más difícil porque ya ha adquirido los demás conceptos importantes. Eso si, esto no es coser y cantar, un poco de paciencia y VOILÁ! Para aprender a pedalear, lo más cómodo y lo más seguro para ellos es comenzar con los ruedines que deben ser regulables en cuanto a la altura para que así cuando encuentre soltura y un control poder ir subiéndolas para que vaya pedaleando sobre las ruedas la mayor parte del tiempo y entonces podremos ver si está preparado para quitarle los ruedines.

Y por último, nuestro pequeño se va haciendo cada vez más grande por lo que los ruedines van sobrando y es hora de pasar a la “bici de mayores”.

Antes de dejarlo pedalear como un ciclista, tenemos que elegir bien la zona donde van a practicar en los primeros momentos por lo que la zona debe ser lo más lisa posible y sin baches, lo cogeremos por el sillín y lo animaremos a dar sus primeros pedaleos de mayor. Cuando lo veamos preparado, podemos ir soltándolos primero en periodos cortos y luego cada vez más amplios. La confianza es el factor más importante si lo animamos y si se cae los ayudamos a levantar con una sonrisa verá que no pasa nada y que todo esto es tiempo de compartir y de juego.

Nuestro pequeño poco nos va a necesitar ya, por lo que súbete a tu bicicleta y crea rutas para que ambos podáis disfrutar de vuestra pasión. Casco, seguro de ciclista y ganas, muchas ganas.

Jyrobike, una bici para que los niños aprendan sin caerse

La mayoría de nosotros aprendimos a montar en bici de pequeños ayudados de los ruedines, y cuando los quitábamos nos caíamos una y otra vez, hasta que aprendíamos a montar en bici sin perder el equilibrio. Hasta que no nos sentíamos seguros en la bicicleta no queríamos que nuestro padre nos soltara y sin darnos cuenta comenzábamos a andar solos.

Ahora decimos adiós a los ruedines y a las caídas con una nueva bici llamada Jyrobike, se trata de una bici pensada para los más pequeños, e incluso para aquellos que aún no han aprendido a andar en bici.

Pero, ¿qué tiene esta bici para evitar las caídas y que sea más fácil mantener el equilibrio para no caerse? Jyrobike cuenta con un sistema de balance automático guiado por giroscopios, ubicado en su rueda delantera. De esta forma, cualquier variación brusca en la dirección estará compensada por un disco que, al girar rápidamente, mantiene la bici estable. Con esto se evitará que el niño se caiga de la bicicleta y le enseñará, de una forma más sencilla, a mantener el equilibrio, sin la necesidad de las ruedas de apoyo.

Muchos padres pensarán que el método tradicional es mejor para aprender a montar en bici, es decir, que es mejor aprender equivocándose o cayéndose de la bici, pero está claro que esta bicicleta es una buena alternativa para aprender, sobre todo para aquellos niños a los que les cuesta más mantener el equilibrio o tienen demasiado miedo a caerse de la bici.

Esto además proporciona una gran libertad a los padres, que no tienen que preocuparse de posibles caídas más graves que puedan sufrir sus hijos. Pueden aprovechar para montar ellos también en bici con sus hijos, involucrarse más y compartir esa alegría de aprender a montar en bici, que creemos que es uno de los grandes logros que conseguimos de pequeños, el montar en bici.

En principio esto surgió como una idea en la Universidad de Darmouth, en Estados Unidos, y por el momento están recaudando fondos en la plataforma de micromecenazgo Kickstarter, para conseguir financiación para el proyecto. Han fijado el precio inicial entre unos 180 y 220 euros, aunque también ofrecen la posibilidad de comprar solo la rueda delantera, la que incorpora el estabilizador.
Si superan con éxito esta campaña, tienen el objetivo de desarrollar un modelo similar pero para adultos.

Que los niños aprendan a montar en bici es muy importante, ya que si aprenden y usan la bicicleta a menudo desde pequeños es probable que en el futuro la usen como medio de transporte habitual, algo que además de ser sano y beneficioso para su propia salud, ayuda a mantener el medio ambiente.