Tener un bebé no supone un inconveniente a la hora de montar en bicicleta. Desde Biciplan os invitamos a montar en bici con vuestros peques. A partir del año de edad, los pequeños pueden acompañar a sus padres en sus paseos en bici. Se recomienda que sea a partir de esta edad para asegurar que el niño pueda tener la suficiente fuerza muscular para mantener derecha la cabeza en caso de frenada brusca, por ejemplo, y además pueda utilizar un casco del tamaño adecuado, ya que el casco es obligatorio para menores de 16 años, ya vayan en su propia bici o en sillitas.
La elección de una sillita de bici para niños se convierte, por tanto, en una importante adquisición para todos los que nos gusta pedalear. Podemos encontrarlas en tiendas de puericultura, de deportes y en grandes almacenes.
En primer lugar, a la hora de elegir la silla, debemos tener en cuenta que no todas son iguales y no se pueden acoplar a todas las bicis, por lo que tenemos que comprar una que pueda ajustarse perfectamente a la nuestra. Además, otro dato importante es que estos accesorios no pueden superar los 22 kilos de peso, por lo que una vez que el niño haya llegado a este peso, no podrá ir en una sillita de este tipo, sino que tendrá que ir ya en su propia bicicleta.
Podemos encontrar varios tipos de sillitas, aunque las más comunes en este país son las sillas traseras, hay diversos tipos. Tendremos que comprobar si nuestra bici tiene los elementos necesarios para poder acoplar estos dispositivos.
Sillita trasera. Como hemos mencionado antes, son las más comunes. Es un dispositivo sencillo, colocado en la parte trasera de la bicicleta, justo detrás del sillín del ciclista, con diferentes sistemas de sujeción, según el modelo. Está concebido para llevar a niños entre 1 y 5 años (22 kilos). Puede resultar más cómoda para el niño, ya que el respaldo es más alto y así se puede recostar e incluso dormir durante el trayecto en bici.
Sillita delantera. Es similar al portabebés trasero, pero la diferencia es que se coloca en la parte delantera de la bicicleta. Es recomendable para bebés más pequeños, así se pueden controlar en todo momento, además el niño tiene mucho ángulo de visión y es más entretenido.
La posición de la silla coincide con el centro de gravedad de la bicicleta, por lo que aporta estabilidad en todo momento.
Remolque para niños. Es una alternativa muy cómoda y segura para los pequeños. El remolque se ancla a la bici del adulto y se mantiene totalmente estable durante la marcha. Están cubiertos por lonas transpirables e impermeables que se pueden enganchar a la bici, por lo que protege totalmente a los niños de las inclemencias del tiempo.
Algunos de estos remolques, además, pueden ser dobles, por lo que permite transportar a dos menores, siempre que el peso de los dos no supere los 25 kilos.
La legislación no permite el uso de estos dispositivos en vías interurbanas, pero sí en vías urbanas.
Barra remolque. Cuando el niño ya empieza a montar en su propia bicicleta, es posible que no aguante largos trayectos, por lo que existe un dispositivo que permite anclar el manillar de la bici del niño con la parte trasera de la del adulto. La rueda delantera de la bici del pequeño queda bloqueada y se eleva unos centímetros del suelo, de este modo es el adulto el que va tirando de la bici del pequeño.