La cadena es una parte muy importante de la bicicleta. Por eso hay que saber cómo cambiarla y cuándo es necesario hacerlo. No todo el mundo sabe exactamente cuándo hacerlo, así que prestad mucha atención a este post en el que os explicamos la mejor forma de hacerlo.
En primer lugar, hay que saber que una cadena no se cambia en función de los kilómetros que se hagan, aunque puede ser una guía para el control de la misma. La vida útil de la cadena varía de acuerdo a las condiciones de uso, calidad y estado de los componentes, clima, tipo de lubricantes usados e incluso el modo de lubricarla. No siempre andamos por los mismo terrenos, ni se gasta igual una cadena en verano que en invierno, ni dura igual si se empapa de agua o de polvo o de barro, etc.
El desgaste de la cadena se produce en algunas pequeñas partes de esta, como el cojinete. Cuando esto ocurre, se genera un mayor rozamiento entre el cojinete y los pines, lo que hace que el desgaste sea cada vez mayor. Sin embargo, muchas de las cadenas más usadas actualmente no tienen cojinetes completos sino que los reemplazan por una elongación y curvatura de las plaquetas interiores, lo que favorece mucho a la duración de la cadena y a su rendimiento cuando se usan descarriladores.
Cuando la cadena se desgasta, no calza bien en la base de los piñones o los platos, lo que hace que se sobrecarguen los dientes de ambos hasta llegar a gastarlos rápidamente, lo que provoca saltos en la cadena, algún que otro resbalón, e incluso el riesgo de cortarla. Hay que incluirle también el desgaste de las roldanas del descarrilador. Todo esto hace que, finalmente, sea casi imposible pedalear. Si esto llega a ocurrir, cambiar todas las piezas puede suponer un gasto muy grande. Por eso, si cambiamos la cadena en su debido momento, prolongaremos la vida útil del resto de componentes de la transmisión.
Cómo medir el desgaste de la cadena:
Existen herramientas para medirlo. El principio de todas ellas es el mismo: la herramienta tiene 2 límites por cada lado que miden el largo de diez eslabones, que con la cadena nueva deberían medir 132,60 mm. La mayoría de los calibres tienen dos medidas, una por cada lado, el primero marca la elongación de la cadena de 0,75 mm y el otro una medida superior a 1 mm. Es recomendable cambiar la cadena cuando ya tiene 0,75 mm, porque ahorrará transmisión y dinero, ya que se estarán conservando mejor los piñones y los platos.
El calibre:
Es la herramienta que mide el desgaste de la cadena. Su funcionamiento es muy sencillo: si no entra entre las mallas de la cadena, la cadena está bien. Si, por el contrario, entra por el lado que marca 0,75 mm o, peor, si entra en el lado que pone 1 mm, la cadena ya está muy estirada, hay que cambiarla cuanto antes.
Cómo cambiar la cadena:
Los materiales que vamos a necesitar son:
- Una cadena nueva.
- Un eslabón rápido de la respectiva velocidad.
- Un tronchacadenas.
El tronchacadenas es muy fácil de usar. Se trata de un tornillo y un apoyo, el cual encaja en la cadena. El tornillo tiene en el extremo una puntera que empuja el pequeño pasador del eslabón, permitiendo así el poder sacarlo.
Hay dos tipos de eslabones, distintos pero complementarios: interior y exterior. El interior lo forman dos placas unidas por unos cilindros separadores, mientras que el exterior consiste en otras dos placas unidas por dos pasadores y que, a su vez, une eslabones interiores.
Las cadenas suelen ser más largas de lo normal, por lo que lo primero que hay que hacer es cortarla, según nuestras necesidades. Para saber cuántos eslabones cortar, se pueden contar los eslabones de la antigua, pero es mejor calcular la longitud de la cadena que necesitamos. Para ello, se coloca la cadena en el plato y el piñón grandes, sin pasarla por el cambio. Se presenta luego el extremo sin las placas exteriores, sobre la otra parte de la cadena. Cuando se haya estirado bien, donde case más o menos el extremo con un bulón, será a partir de donde se añadan eslabones. Para comprobar que está todo correcto, se coloca la cadena en el plato grande y el piñón pequeño. Entonces vemos si los ejes de la rueda y las roldanas del cambio están alineados. Si la roldana inferior queda retrasada respecto de la superior, quiere decir que la cadena está demasiado larga, por lo que hay que eliminar un eslabón más.
Para realizar esta operación hay que introducir la cadena en el tronchacadenas y situar el eje de la herramienta en el eslabón anterior al que hemos abierto, fijándolo en el primer bulón de ese eslabón. Luego se gira la rosca hacia la derecha, fijándonos bien en que el eje apunte perfectamente con el pasador que vamos a retirar para facilitar la apertura de ese eslabón. Luego, con cuidado, hay que extraer el pasador sin retirarlo del todo. Para empalmar la cadena con un eslabón nuevo o con el otro extremo, hay que colocar la cadena en el interior del troncha cadenas y girar la llave presionando el eje sobre el pasador. Cuando hayamos introducido el pasador, debería quedar igual por ambas partes.
Os dejamos este vídeo explicativo para que entendáis el proceso mejor:
Una vez colocada correctamente la cadena, se puede guardar el sobrante para llevarlo cuando salimos de ruta, por si acaso se nos rompe o daña en el camino.