Aunque no lo parezca, las zapatillas son uno de los accesorios más importantes para los ciclistas. Hoy en Biciplan, comparador de seguros de bicicletas y ciclistas vamos a hablaros del calzado. Las zapatillas proporcionan comodidad, seguridad y eficiencia a la experiencia del ciclismo. Llevar un calzado adecuado es imprescindible para la práctica del ciclismo en cualquiera de sus modalidades.
Cuando montamos en bici realizamos un movimiento cíclico, que se va a repetir a lo largo de muchas horas, por lo que es importante que el calzado se ajuste perfectamente a nuestro movimiento.
Existen muchos tipos de zapatillas de ciclismo dependiendo del que se practique, como las zapatillas para ciclismo de carretera y las zapatillas para ciclismo de montaña, que son las más comunes.
Las zapatillas de ciclismo no suelen llevar cordones o, en caso de llevarlos, siempre tienen un elemento de protección para recogerlos, ya que sería peligroso que se enganchen en la cadena.
Las zapatillas de carretera cuentan con un diseño elegante, ligero, una suela extremadamente rígida y una plantilla que no se dobla. Estas zapatillas pueden ser de fibra de carbono, con sistema de cordones y cierre y plantillas personalizadas de madera. El taco especialmente diseñado en la parte inferior de la zapatilla se conecta a diferentes tipos de pedales de carrera. Las zapatillas de ciclismo de carretera se suelen enganchar a un solo lado del pedal. Es prácticamente imposible caminar con ellas, pero están concebidas para una máxima eficiencia y comodidad para el pedaleo en una bicicleta de carretera. Además, unas buenas zapatillas deben tener un buen sistema de ventilación.
Por otro lado, las zapatillas de montaña son más robustas que las anteriores e incluyen una suela resistente y algo flexible. La suela de estas zapatillas es así porque el ciclismo de montaña incluye bajarse constantemente de la bicicleta y caminar o correr sobre terreno con accidentes naturales. Incluyen sistemas de fijación que dependen del sistema de pedales de la bicicleta. Este calzado se engancha en más de un lugar del pedal para facilitar volver a subirse durante el camino.
Además, existen zapatillas específicas para practicar Triatlón y spinning. Las primeras no son más que unas zapatillas de carretera con un sistema de cierre extremadamente rápido. Las segundas son las más flexibles de todas, ya que se usan tanto para el spinning como para caminar o hacer otro tipo de ejercicio en el gimnasio.
Los principales fabricantes de zapatillas tienen una completísima gama que cubre perfectamente las necesidades de todos los ciclistas. Pero hay que prestarle especial atención a la comodidad del pie en el interior del calzado.
Lo primero que hay que hacer es encontrar la talla adecuada. Tienen que encajar bien y el sistema de fijación debe mantener los pies en el zapato de forma segura y sin constricción. No es recomendable escoger una talla con la que nos sobre zapatilla, ya que el calapiés no encajaría en el lugar exacto y podría hacer que se nos sobrecarguen diferentes músculos. Tampoco hay que escogerla demasiado justa, ya que con el movimiento cualquier roce puede producir heridas en los pies. La zapatilla debe ajustarse al pie perfectamente, teniendo en cuenta también el sistema de cierre.
En cuanto al tejido, lo preferible es que sea transpirable para que el pie no se recaliente. Además, debe ser muy resistente para que soporten muchas horas de trabajo. Existen zapatillas de verano y de invierno. Pero también se pueden usar cubre zapatillas en caso de no poder comprar dos pares de zapatillas para cada época del año.
No siempre lo más caro es lo más adecuado. Hay que elegir en función del tipo de ciclismo que se practique y de la comodidad que proporcione cada zapatilla.