Mantenimiento básico de la bicicleta

Con motivo del buen tiempo que se avecina, muchas personas sacan sus bicis del trastero para salir a pasear o a hacer rutas. Por eso os traemos unos consejos para el mantenimiento básico de la bicicleta para que no ocurra ningún percance de última hora.

Las bicicletas, como cualquier máquina, necesitan de mantenimiento para poder mantenerse funcionando de una manera segura y confiable. No es necesario llevar la bicicleta al taller frecuentemente. Hay problemas mecánicos menores que son prevenibles si se cuida bien de la bicicleta. Una comprobación rápida y regular de una serie de puntos evitará más de una avería durante la ruta.

Lo primero que hay que hacer es comprobar el estado de la bicicleta antes de salir de casa. El mantenimiento diario de la bicicleta se resume en:

  • Mantener la bicicleta bien seca, ya que la humedad provoca el óxido y la descomposición
  • Guardar la bicicleta en un lugar seco y tapada
  • Mantener la bicicleta limpia. Ya os explicamos en otro post cómo lavarla adecuadamente
  • Lubricar semanalmente los pedales y las cadenas para que no se muelan una contra otra al moverse
  • Asegurarse de que los neumáticos estén bien inflados antes de salir usando un medidor de presión
  • Comprobar la presión de los neumáticos
  • Verificar el engrase de la cadena
  • Verificar el cierre rápido de las ruedas
  • Comprobar visualmente el centrado de las ruedas
  • Verificar el desgaste de las zapatas
  • Comprobar la tensión de los cables de freno
  • Comprobar los puentes de freno con la leva de apertura en posición “cerrado”
  • Cerciorarse de llevar repuestos y herramientas
  • Resetear el ciclómetro en caso de controlar los recorridos de entrenamiento

Pero también hay que comprobar el estado de la bicicleta una vez se haya vuelto a casa tras el paseo o la ruta. Para ello hay que:

  • Eliminar cualquier objeto extraño que se haya incrustado en las cubiertas
  • Reparar la cámara de repuesto si se ha sufrido un pinchazo
  • Eliminar la suciedad de la bicicleta y, en caso necesario, someterla a una limpieza en profundidad
  • Tomar los datos del ciclómetro
  • Revisar la tensión de los radios y el estado de los flancos de las llantas
  • Quitar los restos de tierra o piedras incrustadas en las calas o los pedales

Por otro lado, hay que saber que cada cierta distancia hay que hacer este mantenimiento más a fondo.

Cada 1000 km hay que:

  • Hacer una limpieza total y a fondo de la bicicleta
  • Verificar el estado visual del cuadro y la horquilla, en busca de fisuras
  • Comprobar holguras en el juego de dirección y potencia
  • Desengrasar la cadena (con espray desengrasante) y lubricarla con aceite específico
  • Comprobar la holgura del eje pedalier
  • Eliminar, con la ayuda de una brocha, los restos de tierra o suciedad incrustada en platos y piñones
  • Engrasar, con aceite líquido, los rodamientos internos de las roldanas del cambio trasero
  • Poner una gota de aceite en todos los pivotes del cambio y del desviador
  • Engrasar las juntas de fricción y pivotes de los puentes de freno
  • Engrasar las cabecillas de los cables de freno y cambio
  • Verificar apriete de los tornillos del pedalier y puentes de freno
  • Lubricar con aceite ligero los muelles de los pedales automáticos
  • Comprobar la tensión de los radios y ajustar en caso necesario
  • Comprobar el estado de los cables de freno y cambio y engrasar la zona próxima a los topes
  • Limpiar con un cepillo de pelo duro las zapatas de freno
  • Limpiar con algún disolvente la pista de frenado de las llantas
  • Comprobar el desgaste de las calas

Cada 3000 km hay que:

  • Comprobar los rodamientos de los bujes
  • Comprobar la holgura del eje de los pedales
  • Engrasar los rodamientos del eje pedalier
  • Revisión completa del juego de dirección
  • Verificar el estado de las zapatas de freno y reemplazar en caso necesario
  • Medir la cadena y comprobar su estado. Cambiar la cadena en caso necesario.

Para realizar bien este mantenimiento, hay que consultar el manual del fabricante. Además hay piezas que hay que cambiar periódicamente. Hay que tener cuidado de no lubricar partes de los pedales porque se pueden volver resbaladizos. No lubricar los frenos.

Como consejo, si se realiza la inspección de mantenimiento rutinaria a la bicicleta antes de cada salida, es mejor empezar siempre por el mismo punto, así ésta será sistemática y garantizará que no nos dejemos ningún punto por revisar cada vez que se haga.

Hacer una revisión no tiene por qué tardar más de unos minutos y será una buena forma de evitar posibles fallos mecánicos que pueden hacer que nos gastemos el dinero sin necesidad.