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Los 10 errores más frecuentes en el entrenamiento de MTB

Practicar ciclismo de montaña es muy duro, pero a la vez bonito. El entrenamiento debe estar bien planificado para que todo vaya sobre ruedas al hacer alguna ruta, pero muchas personas no lo llevan a cabo y caen en los errores más frecuentes en el entrenamiento de MTB.

Por eso os vamos a explicar cuáles son los 10 errores que debemos evitar.

1) Hacer siempre la misma ruta no es lo más conveniente ya que, a la larga, hace que nos estanquemos en el entrenamiento porque nuestro cuerpo se acostumbra a ese esfuerzo constante. Con esto no se consigue ninguna mejora física. Es mejor ir haciendo diferentes rutas cada semana, salir con grupos de ciclistas, etc. El principio de la variedad de estímulo es de los más importantes. El organismo se adapta a un tipo de carga, pero para mejorarlo, hay que cambiarla. Hay que elegir terrenos diferentes, variar los ritmos, la duración de la salida, en grupo o individual, semanas de competición y semanas de descarga, alternar días duros, meter algo de carretera, etc. Estas modificaciones harán que el organismo no se estanque en su progresión.

2) Salir sólo los fines de semana no es suficiente en caso de querer entrenar más seriamente. Si está bien para aquellas personas que lo tienen como un hobbie o para mantenerse en forma. Para el MTB es necesario un entrenamiento más completo. El cuerpo necesita esfuerzos contínuos y repetidos a lo largo de las semanas para ir mejorando poco a poco.

3) Intentar seguir al primero puede hacer que, con el esfuerzo, nos lesionemos. El cuerpo necesita adaptarse progresivamente a los esfuerzos, si lo forzamos a ritmos superiores al nuestro puede ser perjudicial para nuestro cuerpo, ya que podemos sufrir lesiones y accidentes. En cambio, salir a hacer rodajes poco exigentes es mejor porque nos hace ganar fondo y resistencia, fundamentales en el entrenamiento de los ciclistas.

4) El estiramiento es muy importante tanto antes como después de salir con la bici, como ya os contamos en otro post. Por eso no debemos obviarlo. Con los estiramientos previos al entrenamiento calentaremos los músculos y comenzar a bombardear la sangre hacia ellos. Estirar después del ejercicio evita que los músculos posteriores e Isquiotibiales se acorten. Por eso, es imprescindible estirar siempre antes de hacer ejercicio por muy simple que sea.

5) Como ya os hemos explicado miles de veces, la hidratación es fundamental. Hay que beber sin esperar a tener sed, porque eso significa que nos estamos deshidratando, lo que provoca la disminución de nuestro rendimiento, que el organismo se desgaste en exceso y que no podamos entrenar correctamente ni obtener resultados satisfactorios. Por muy corta que sea la ruta, hay que llevar siempre agua.

6) Es conveniente llevar algún alimento rico en glucosa para evitar sufrir una pájara. Muchas personas, por evitar llevar carga en los entrenamientos, no llevan algo de comer, e incluso dejan el agua en casa. Eso no es lo más apropiado. El ciclismo es un deporte que requiere de mucho esfuerzo por lo que hay que reponer nutrientes para realizarlo correctamente y sin incidentes. Para reponer los niveles de azúcar en sangre son mejores los alimentos que nuestro organismo absorbe rápidamente, como las barritas de cereales, galletas, bebidas isotónicas, etc.

7) No registrar lo que hacemos en cada entrenamiento hace que cometamos los mismos errores una y otra vez. La única forma objetiva de saber si estamos cayendo en algún error es llevando un registro del entrenamiento que vamos haciendo. Además, es la mejor forma de aprender de los errores y de los aciertos, así como de comparar una temporada con otra. Para ello, solo necesitamos un pulsómetro y un programa donde volcar esos datos. Hoy en día, existen numerosas aplicaciones para los Smartphones que registran esos datos de manera muy sencilla. Igualmente, es muy útil cronometrar los recorridos, las subidas y las bajadas, los diferentes tramos, los circuitos, etc., para medir el esfuerzo y evaluarlo posteriormente. Lo recomendable es hacer un test cada 2 o 3 meses en las mismas condiciones de viento, terreno, hidratación, etc., y con una duración de entre 20 y 40 minutos.

8) No planificar los objetivos de cada uno no será de gran ayuda. Una buena forma de planificar esto es en un calendario, donde añadiremos las fechas de las competiciones, los objetivos de cada mes, las horas de entrenamiento, etc. Esta es una buena forma de comparar meses e incluso años de entrenamiento y comprobar en qué hemos mejorado y en que hemos empeorado.

9) No hacer entrenamientos de intensidad, ni salidas de gran fondo no es lo más idóneo. Con los entrenamientos de intensidad se estimulan los sistemas anaeróbicos y la capacidad de consumo máximo de oxígeno. Se trata de realizar más de 3 horas para mejorar estos sistemas. Por otro lado, las salidas de gran fondo son perfectas para poder desarrollar al máximo la resistencia aeróbica realizando salidas de larga duración, es decir, de más de 3 horas. Esto dependerá del nivel y la experiencia de cada uno.

10) Por último, pero no menos importante, si no descansamos lo suficiente, no rendiremos bien durante el entrenamiento. No se trata de descansar un día o dos, sino de semanas enteras. Pensar que siempre más es mejor, o que hay que terminar las sesiones muy cansado, es un gran error. Para asimilar el estímulo de entrenamiento es imprescindible el descanso. La frecuencia y el tipo de descanso dependerán de las condiciones físicas de cada uno y del entrenamiento que hagamos. Pero hay que tener en cuenta que cuanto más intenso sea el entrenamiento, más importante es hacer períodos de descanso.

Estos errores hay que tenerlos muy presentes en el entrenamiento de MTB y evitarlos para realizarlo de la mejor forma posible, sin sufrir lesiones, ni aburrirnos, ni deshidratarnos, etc.

Ropa de ciclismo

En ciclismo, es muy importante la ropa que se usa por cuestiones de comodidad y problemas físicos que se pueden producir si no se usa la adecuada.

Muchas personas no le dan la importancia que merece y salen a pedalear con cualquier tipo de ropa. Pero dependiendo del tipo de ciclismo que se practique, la talla de cada persona, el sexo, la utilidad que se le da a esa ropa, la época del año, etc., habrá que elegir un tipo de equipación u otra.

Para elegir un buen maillot hay que tener claro qué es lo que se necesita, uno sin mangas, con mangas cortas o mangas largas. Si el clima es caluroso, es mejor un maillot sin mangas o mangas cortas. En cambio, si es un clima frío, hay que comprarse un maillot de mangas largas. Claro que es mejor tener un maillot de verano y otro de invierno si sales con la bici independientemente de la época del año.

En cualquier caso, es recomendable usar ropa que absorba bien el sudor y consiga evaporarlo con la mejor eficacia posible, o sea, transpirable. Si no es así, el ciclista no irá cómodamente en la bicicleta y se sentirá más pesado debido al sudor de su ropa.

Por otro lado, hay que hablar del culote, que hace que el contacto con el sillín sea más cómodo. Es recomendable que siempre se use un buen culote para evitar cualquier tipo de molestia mientras se monta en bici o tras haberlo hecho.

Finalmente, os recordamos que la seguridad al montar en bici es muy importante. Por eso, siempre que se vaya a salir con la bici a entrenar, hay que ir bien equipado con casco y guantes. En caso de accidente, llevar un buen casco evita lesiones graves en la cabeza. Los guantes son muy importantes ya que, en casi todas las caídas, lo primero que toca el suelo son las manos, que se llevan gran parte del golpe. Además, servirán para evitar que se llaguen las manos con las empuñaduras del manillar.

Asique, para salir a entrenar en bici necesitamos: un maillot transpirable, un culote, un buen casco y guantes. Una indumentaria apropiada para el ciclismo siempre será favorable para el rendimiento del mismo durante el ejercicio.

Por qué contratar un seguro para ciclistas

Al practicar ciclismo no siempre realizamos las mismas rutas. Cambiamos de caminos, hacemos viajes con otros grupos, etc. Pero esto puede hacer que nuestras familias se queden en casa preocupadas por lo que nos pueda pasar. Por estos motivos os vamos a explicar por qué contratar un seguro para ciclistas.

Subirse a la bicicleta, además de un placer, se ha convertido en una alternativa para mantenerse en forma pedaleando hasta el trabajo, lugar de estudios, o a cualquier otro sitio. El aumento de personas que practican este deporte y los riesgos que implica su circulación en ciudad y carretera, ha desembocado en que la DGT haya mostrado cierto interés en la obligatoriedad de tener contratado un seguro para ciclistas.

La creación de un seguro para ciclistas obligatorio supondría un coste más para los ciclistas, pero hay que pensar que es para protegerlos de los riesgos a los que se enfrentan día a día. Con este seguro los ciclistas tendrán los mismos privilegios y obligaciones que los demás conductores que circulan por las ciudades.

En 2013, un total de 36 ciclistas perdieron la vida en las carreteras, según la DGT, de los cuales 10 no llevaban casco. Esto se puede prevenir normativizando la circulación de los ciclistas. Pero hasta que eso ocurra hay que poner otras medidas.

El seguro para ciclistas no es obligatorio aún en España, pero es recomendable tenerlo contratado y saber qué es lo que cubre, ya que los riesgos a los que se exponen los ciclistas, en cuanto a responsabilidad civil se refiere, son iguales a los de los ciclomotores o automóviles.

Existen diferentes tipos de seguros para ciclistas:

Responsabilidad civil:
Este seguro cubre los daños que los ciclistas pueden causar a terceros de forma involuntaria, ya sean personales o materiales.

Asistencia en viaje:
Salir a carretera con la bicicleta puede convertirse en un problema para los ciclistas ya que pueden sufrir averías en su bicicleta o cualquier tipo de accidente. Un seguro de asistencia en viaje se hará cargo de recoger al ciclista y su bici si ha sufrido una avería, y del ciclista herido si ha sufrido un accidente grave.

Defensa y protección jurídica:
Tener una defensa en tribunales es muy confortable cuando el accidente ha sido de cierta gravedad. Además, se puede elegir la compañía que queremos que se encargue de la defensa y la protección jurídica, incluso de la reclamación en caso de conflictos con terceros.

Accidentes personales:
La aseguradora se hará cargo, según los límites establecidos, de los gastos médicos, farmacéuticos y de hospitalización en caso de accidente, y de la indemnización en caso de fallecimiento o invalidez permanente.

Cirugía plástica y reparadora:
Según los límites de cada aseguradora, nos cubrirán los gastos correspondientes a estas cirugías en caso de haber sufrido un accidente que nos haya dejado marcas graves en el cuerpo.

Asistencia personal:
Contratando este plan, ya no tendremos que preocuparnos de atender todos los quehaceres diarios si estamos en un hospital tras sufrir un accidente. La compañía de seguros se encargará de pagar los gastos necesarios para pagar las tareas que, estando hospitalizados, no podemos desempeñar.

Robo y daños a la bicicleta:
Una de las intranquilidades de los ciclistas urbanos es si el lugar donde dejan aparcada su bicicleta es el más seguro o no. Dependiendo de si nos roban la bicicleta en la calle o en el interior de nuestra vivienda, la compañía de seguros se encargará de indemnizarnos, según los límites establecidos, siempre y cuando la bicicleta se encontrara bien atada por el cuadro, con un candado homologado, a un objeto fijo y el candado haya sido forzado.

En Biciplan, comparamos seguros de bicicletas de todas las compañías para ofrecerte el mejor precio garantizado según tus necesidades. Puedes contratar tu seguro online, lo que no te llevará más de unos pocos minutos, o contactando con nosotros a través del teléfono 902 054 031 donde te atenderemos y resolveremos todas tus dudas.

Rideye, la caja negra de las bicicletas

Todos sabemos de la existencia de las cajas negras de los aviones. Pues ya se ha inventado la caja negra de las bicicletas, Rideye.

Rideye ha sido fabricada por Cedric Bosch tras un accidente grave que sufrió un amigo suyo y del que resultó imposible saber las causas por falta de pruebas. Se trata de una caja negra que aplica conceptos similares a las de los aviones, pero adaptados a las bicicletas. El dispositivo es el resultado de varios años de trabajo, a lo largo de los cuales ha ido evolucionando desde los primitivos prototipos hasta lo que es ahora.

Este aparato hace un registro de los accidentes. Funciona con una cámara de vídeo de alta definición que se acciona apretando un botón. A partir de ese momento el dispositivo empieza a grabar, almacenando los vídeos en su memoria interna de 8 Gb. Esta cámara es capaz de registrar imágenes con un ángulo de 120 grados y tiene una batería con 24 horas de autonomía.

El dispositivo registra contínuamente en alta definición (1280 x 720) un vídeo que almacena en su memoria interna. Este registro permite identificar matrículas de vehículos, modelos de coches, colores, etc. Además, cuando la memoria está llena, elimina automáticamente el vídeo más antiguo para dejar espacio para nuevas grabaciones. Esto nos libera del trabajo de descarga de los vídeos a un ordenador.

En caso de que ocurra un accidente, el ciclista solo tiene que pulsar un botón para guardar el vídeo. Pero si no puede hacerlo por sí solo, Rideye cuenta con un sensor que lo hará automáticamente en caso de que detecte la colisión, accionándose un acelerómetro de eje triple que mide los movimientos de la bici a una velocidad de 1600 veces por segundo. Cuando se detecta un impacto, el archivo de vídeo se guarda para protegerlo contra escritura.

Su diseño es muy novedoso. Tiene un mecanizado de aluminio de calidad similar a las cajas negras de los aviones, lo que garantiza su dureza y duración. Sus acabados están rematados con láser para conseguir su resistencia al agua y también está recubierta con un componente resistente a los arañazos.

Especificaciones técnicas:
Diseño:

  • CNC de aluminio de calidad aeronáutica, acabado con recubrimiento de polvo.
  • Acabado con laser y un componente resistente a los arañazos.
  • Dimensiones 1” x 1.5” x 3”
  • Peso: 185 g

Vídeo/audio:

  • Resolución: 1280 x 720, 30 FPS, 7 Mbps
  • Codificación: H.264
  • Elemento óptico de vidrio de gran angular de 120 grados
  • 512 Kbps de audio, mono, 32 kHz, 16 bits

Hardware:

  • Sensor de detección de colisión: Black Box
  • Botón de operación de un solo toque
  • Batería Panasonic Litio-Ion
  • 8 Gb de memoria interna (2,5 horas de vídeo) o 32 Gb (10 horas)
  • Conector Mini-USB estándar incluido.

Rideye puede ser el único testigo cuando ocurre un accidente, que dará toda la información necesaria para saber las causas del mismo. Es la primera caja negra de bicicletas que se crea y está diseñada para durar. Lo podemos comprar online a través de su web.

La respiración en ciclismo

Cuando se practica cualquier deporte uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta es la respiración. Por eso, es necesario conocer cuál es la mejor forma de controlar la respiración en ciclismo.

El aparato respiratorio se encarga de captar oxígeno y eliminar dióxido de carbono. El diafragma es el músculo principal que se encarga de cargar y descargar los pulmones. Cuando inhalamos el diafragma se contrae y cuando exhalamos se relaja al expulsar todo el aire. Los pulmones contienen los alvéolos, que son los encargados de realizar el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono. Todo esto facilita la oxigenación e intercambio de gases de desecho del interior del cuerpo.

Dos formas diferentes de respirar en ciclismo:

  • La respiración costal: involucra a los músculos intercostales externos. Se identifica por el movimiento de tórax, que se mueve hacia arriba y afuera al inspirar, y hacia adentro y abajo al expirar. Pero esta forma provoca más cansancio y, por tanto, el ciclista se cansa antes.
  • La respiración con el diafragma: se realiza con movimientos del abdomen, que se encuentra conectado a las vértebras lumbares, las costillas inferiores, el esternón y el pericardio del corazón. La respiración con el diafragma hace que mejore el rendimiento del ciclista sin fatigarse. Esto es debido a que la respiración abdominal lleva el aire a la parte baja de los pulmones que es donde se logra la mayor captación de oxigeno.

¿Cuál es la técnica respiratoria adecuada?

Una buena técnica de respiración hará que se introduzca más oxígeno en cada inhalación lo que contribuirá a reducir la fatiga o evitarla en los músculos implicados, ya que si no se respira adecuadamente, aparece antes el cansancio. Esto suele ocurrir en personas poco entrenadas, llegando a sufrir alteraciones en la función respiratoria debido al poco oxígeno que se proporciona al cuerpo.

El ciclismo es un deporte duro, por lo que los ciclistas deban saber cuál es la mejor forma de respirar para realizarlo sin problemas. Para encontrar la mejor forma de respirar hay que entrenarla teniendo en cuenta las capacidades de cada ciclista. La respiración es un medio de autorregulación física y psíquica. La mejor forma es la respiración con el diafragma, ya que garantiza el mayor aporte de oxígeno al cuerpo.

Consejos para respirar de la mejor forma:

  • La respiración nunca debe generar un gasto de energía innecesario.
  • Hay que ingresar la mayor cantidad de aire en el organismo para conseguir mantener relajados los órganos y obtener mejores resultados.
  • En los períodos de descanso es igual de importante respirar bien, manteniendo el mismo ritmo y realizando respiraciones profundas.

Beneficios de la respiración diafragmática:

Conviene practicar hasta que nuestro cuerpo se acostumbre dados los beneficios que lleva consigo. Es ante todo un magnífico relajante del cuerpo y la mente. Al parecer acelera la circulación venosa, produce un masaje contínuo a los órganos abdominales y contribuye a dotar a la respiración de amplitud, relajación y ritmo.

Ahora ya entendemos cuál es la mejor forma de respirar cuando hacemos ciclismo para no cansarnos antes de tiempo.

Cómo controlar la bicicleta

Cuando se trata de seguridad sobre la bici, todos los consejos son pocos. A parte de la postura, los seguros de bicicletas, la hidratación, la alimentación, etc., hay que saber cómo controlar la bicicleta cuando salimos de ruta o realizamos alguna competición con más ciclistas para pedalear con confianza y seguridad.

Para evitar accidentes hay que seguir una serie de técnicas de manejo de la bicicleta que os contamos a continuación.

La primera norma es mantener una línea recta mientras circulamos por carretera. Cuando se vaya a realizar alguna maniobra de cambio de carril, adelantamiento, incorporarse a otra vía, etc., hay que mirar siempre por encima del hombro a ambos lados de la carretera. Asimismo, cuando viene una curva hay que tener presente el punto ciego, ya que los ruidos no son siempre suficientes para saber que otro ciclista o vehículo está cerca.

La mejor forma de frenar es usando el freno delantero, aunque muchos pienses que es mejor el trasero. El freno delantero es más potente que el trasero, pero siempre hay que tener cuidado de no frenar demasiado brusco para que cuando el ciclista pivote hacia delante no se levante la rueda trasera. Los frenos traseros se deben usar instantes después de frenar para estabilizar la bicicleta durante la maniobra. No hay que hacer que la rueda delantera de bloquee completamente.

Hay que saber controlar la bicicleta en las curvas manteniendo una buena posición y un equilibrio correcto en la bicicleta para que no se altere la estabilidad y la tracción. En bici de carretera, para conseguir una mayor adherencia y equilibrio, es mejor inclinarse en plena curva. Es importante que el trazado de curvas se haga en la posición baja del manillar para conseguir un centro de gravedad más bajo y amoldable a la calzada.

Cuando competimos o salimos en grupo a hacer alguna ruta, hay que evitar que la rueda delantera de la bici esté demasiado cerca de la rueda trasera de la bici de otro compañero que vaya delante. Así evitaremos que un cambio en la trazada del compañero pueda poner en peligro nuestra dirección y nuestro equilibrio. Estamos hablando del “afilador”, situación que se produce porque el corredor que va delante no sabe que vamos detrás y puede dar un golpe en nuestra rueda provocando que nos caigamos.

Es conveniente reducir un engranaje corto antes de perder velocidad o parar por completo para que la bici quede en una marcha adecuada para poder reiniciar el camino de nuevo.

El último consejo de hoy es evitar desconcentrarse cuando vamos en grupo. Por ejemplo, cuando vamos a beber agua, si quitamos un momento la vista del camino, podemos desviar el trazado y golpear a algún compañero, provocando un accidente. Por eso, hay que practicar también para cuando tengamos que coger el agua o algún alimento mientras pedaleamos sin quitar la mirada de la carretera.