Todos conocemos las bicicletas plegables, son bicis que pueden hacerse más pequeñas doblándolas en dos o más partes y, de esta forma, cuando no esté en uso, podrá ocupar menos espacio para poder guardarla mejor sin que moleste o también es una forma de facilitar su transporte.
Estas bicis plegables no son nada nuevo, ya que existía un velocípedo durante los años 1880, en el que se podía desmontar la rueda grande y plegar el cuadro para guardar la bici en una bolsa específica.
Pero recientemente se han puesto de moda este tipo de bicicletas. Normalmente tienen las ruedas de un tamaño inferior a las bicis convencionales, aunque cada vez más podemos encontrar bicis de montaña, carretera, urbanas… con un diseño plegable.
Por si no bastaba con las bicicletas plegables, un equipo de diseño indio, Lucid Design, ha creado un tipo de bici que se puede llevar en la mochila, tal y como suena. Por ahora solo se trata de un proyecto, no se ha llevado a cabo ni está en el mercado, pero ya han ganado un Red Dot Design Award 2014, es un premio que reconoce a los diseñadores con ideas innovadoras y sostenibles en el mundo.
Este proyecto surge ante las exigencias de un transporte ecológico, económico y fácil de guardar y transportar. No se trata de una bici plegable normal y corriente como las que todos conocemos, sino que “Kit Bike”, así se llama la bici, es una bici que cuando se desarma puede entrar perfectamente en una mochila.
La bicicleta tiene el estilo vintage minimalista que está tanto de moda, y está compuesta por 21 piezas que se montan y desmontan fácilmente, girando y encajándolas o tirando de ellas para desmontarla.
El material escogido ha sido el aluminio debido a su relación entre resistencia y peso. El asiento es de cuero y encontramos también detalles en corcho.
Debido a la elección de estos materiales y al hecho de ser desmontable, no es la bici más indicada para salir a la montaña por ejemplo, ya que no aguantaría demasiadas imperfecciones del terreno, desniveles o saltos, por lo que se trata de una bici más adecuada para la ciudad o terrenos más estables.
¿Cómo funcionaría exactamente esta bici?
Para transmitir energía hasta las ruedas han optado por una correa en lugar de una cadena. Al no haber tampoco elementos mecánicos o móviles como sistema de cambios o frenos, estamos ante lo que se conoce como una bici fixie o fixed, haciendo que el resultado final sea lo más sencillo posible para que se pueda desmontar fácilmente y guardar sin problemas.
Una de las cosas más llamativas es que las ruedas de la bici también van en la mochila, por lo que condiciona a que la forma de ésta sea circular. El resto de piezas que conforman el cuadro, manillar o tija, son modulares, como hemos mencionado antes son muy fáciles de montar, se engarzan unas a otras como si montáramos un puzle. Contaría con un sistema de llaves que las dejaría perfectamente acopladas.
Parece que el resultado sería bastante bueno y cómodo a la hora de poder transportar nuestra bici. Con esto, además, podríamos evitar posibles problemas como el robo, ya que cargaríamos con nuestra bici, sin necesidad de dejarla aparcada en la calle.
A pesar de todo, el fundador y director creativo de este proyecto “Kit Bike” no tiene planes todavía de poner en producción esta bicicleta.
Quizá en alguna ocasión nos hayamos visto en la situación de tener que transportar nuestra bici en el coche, ya sea para ir de ruta, ir de viaje o llevarla al taller, por ejemplo.
Si el coche es amplio, no tendremos problemas y podremos meter la bici desmontando a lo mejor alguna de las ruedas, o incluso sin desmontar nada. Pero si el coche es más pequeño, tendremos que decidir cómo transportar la bici en el coche, qué tipo de soporte será el más adecuado, etc.
Si transportamos la bici habitualmente, lo más recomendable y cómodo es instalar en el coche un portabicicletas, y así solo tener que colocar la bici cuando vayamos a salir.
Para esto hay que tener especial cuidado, ya que transportar la bici en el coche, además de afectar a la aerodinámica del coche, puede ser algo peligroso, por lo que hay que hacerlo bien.
Interior del coche. Como hemos mencionado antes, dependiendo del tamaño del coche, tendremos que desmontar más o menos la bici, para que quepa bien en el maletero y sin que resulte ninguna molestia para el conductor o acompañantes. Esta opción es buena en cuanto a que no afecta a la aerodinámica del coche por ejemplo, y es un poco más segura al no llevar la bicicleta por el exterior del vehículo.
No existe ninguna normativa que especifique cómo llevar la bici en el interior del coche, lo único es que el conductor está obligado a tener libertad de movimientos y tendrá que tener el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, por lo que la bici no puede dificultar nada de esto, sino podría llegar a ser peligroso. Además, la bici debe ir bien sujeta con cuerdas o cintas, para que no se mueva y pueda dañar a las personas del vehículo.
Portabicicletas de techo. Son de los primeros que salieron al mercado, pero cada vez más están en desuso, ya que han aparecido otros sistemas más modernos y cómodos. Consiste en un raíl que se monta en las barras de la baca del coche y que, a través de un brazo vertical, ancla la bici al coche por el cuadro.
Este sistema tiene ya varios inconvenientes, ya que se necesita disponer de baca en el coche, tener que subirla al techo con la dificultad que esto supone y, además, ofrece mucha resistencia aerodinámica al coche, por lo que repercute bastante en el consumo de combustible. La posible ventaja, es que como sistema esporádico y puntual puede resultar adecuado, pero no para usarlo normalmente.
Portabicicletas de portón trasero. Es un sistema de barras articulado que se sujeta mediante ganchos y cintas a la parte trasera del coche, normalmente a la puerta del maletero. En este sistema se cuelgan las bicis o se apoyan sobre una plataforma, dependiendo del modelo. La ventaja es que es muy cómodo a la hora de colocar las bicis, no supone un gran esfuerzo. Por el contrario, encontramos algunos inconvenientes, como que este sistema puede dificultar el acceso al maletero una vez esté instalado con las bicis y, además, puede llegar a ocultar la matrícula trasera, lo que puede suponer que nos pongan una multa.
Hay que señalar correctamente la carga con una placa de franjas rojas y blancas, llamada V-20.
Portabicicletas de bola. Es el sistema más cómodo, ya que es muy fácil de usar y apenas afecta a la aerodinámica del coche. El único problema es que se necesita tener una bola en el coche, y si no está instalada, hacerlo puede resultar un poco caro, ya que el precio ronda los 500€. Pero si vamos a transportar la bici habitualmente se puede rentabilizar pronto, ya que es de los mejores sistemas.
Dentro de los portabicicletas de bola encontramos los que tienen plataforma y los que no tienen plataforma.
Con plataforma. Son más sofisticados y más caros, pero a la hora de transportar las bicis son los que dan más estabilidad. Por el contrario, son más pesados y difíciles de guardar.
Sin plataforma. Tienen una estructura de “L” invertida y, a primera vista, puede parecer inestable, pero todo el mundo que lo prueba queda totalmente satisfecho. Es muy cómodo y fácil de desmontar y guardar, ya que ocupa poquísimo espacio.
Como en el portabicicletas de portón trasero, tenemos que tener cuidado con que no se tape la matrícula del coche, y si es así tendremos que contar con una matrícula adicional y colocarla en este sistema.
Como veis, hay muchos tipos de sistemas de transporte de bicicletas, todos sirven y son útiles, tan solo tendremos que saber nuestras necesidades, gustos y también tener en cuenta el presupuesto.
El ciclismo urbano está cobrando un gran protagonismo. Cada vez son más las personas que deciden usar la bici como medio de transporte por la ciudad en lugar del coche, moto o algún tipo de transporte público.
En Biciplan, comparador de seguros de bicicletas y ciclistas tenemos interés por todo lo relacionado con el ciclismo y el hábito de utilizar bicicletas, motivo por el que le dedicamos este post al gran aumento del ciclismo urbano, se comenzaron a implantar en nuestro país las conocidas ‘bicis públicas’. Estas bicis aparecen como una alternativa pública a nuestra propia bicicleta, pudiendo usarlas en cualquier momento y en cualquier punto de la ciudad donde estuvieran situadas las estaciones. Además pueden servir como enlace con otros medios de transporte público si fuera necesario.
Además, proporciona cierta seguridad a los ciclistas, ya que al no tener que usar nuestra propia bici, podríamos evitar posibles robos y disgustos.
Por otra parte, también pueden presentar inconvenientes como que las estaciones de bicis se encuentren llenas y tengamos que desplazarnos a otro punto para poder aparcarla, o que al querer coger una bici, la estación se encuentre vacía y tengamos que buscar otra donde sí haya alguna. Esto es un problema más frecuente en zonas de mucho tránsito como puede ser el centro de la ciudad o zonas universitarias, etc.
Cada vez son más ciudades las que integran este tipo de servicio y España se encuentra a la cabeza de Europa en sistemas de bici pública. Todas las ciudades principales cuentan con uno y, hasta hace muy poco, Madrid no disponía de este tipo de servicio, algo muy inusual al tratarse, además, de la capital del país. Pero hace unos meses que ya se instaló BiciMad, aunque aún se encuentra en proceso de adaptación e integración.
En España podemos encontrar más de 132 sistemas de bicis públicas, más de 20.000 estaciones y más de 26.000 bicicletas públicas.
Los primeros sistemas que se instalaron fueron en Córdoba (2003), Vitoria y Gijón (2004), Burgos (2006), Sevilla y Barcelona (2007), etc., y el último, ha sido este año, como hemos mencionado antes en Madrid.
También disponen de bicis públicas ciudades como Zaragoza, Santander, A Coruña, Girona, Valencia, Salamanca, Bilbao y Valladolid (entre otras).
Pero no en todas las ciudades funcionan igual, hay sitios en los que las bicis públicas funcionan mejor como en Sevilla, Barcelona, Valencia, Zaragoza y Vitoria. También hubo ciudades en las que intentaron implantar este sistema y no funcionaron: Gandía, Algeciras, Torrelavega, Granollers, Cuenca y Ciudad Real.
Como dijimos al comienzo, España se encuentra a la cabeza de Europa en cuanto a sistemas de bicis públicas, pero sin embargo es uno de los que menos bicis tiene por sistema. Con 132 sistemas de bicis, pero solo unas 26.210 bicis.
Por el contrario, nos encontramos con países como Reino Unido, que solo tiene 4 sistemas, pero cuenta con 10.290 bicis; o Francia, con 37 sistemas y 46.650 bicis.
En cuanto a los precios de estos servicios en España, son más o menos equiparables con los de otros países. Los precios oscilan entre las gratuidad total (en ciudades como Córdoba) y los 30 o 40€ aproximadamente.
Los sistemas de bicis de cada ciudad contarán con sus propias normas y condiciones, según la empresa o el ayuntamiento que lo dirija. Aunque siempre encontraremos algunos inconvenientes, en general hay satisfacción por parte de los ciudadanos con este servicio que se les ofrece.
Fco. Javier Colorado Soriano es un joven madrileño de 27 años entusiasta del deporte. Hace casi un año, el día 1 de Octubre de 2013, comenzó un proyecto al que ha llamado “Colorado on the road”. Decidió dar la vuelta al mundo en su bicicleta, y desde entonces, nos cuenta, las sensaciones han sido muy positivas, desde el punto de vista deportivo y humano. Es un proyecto en el que ha conocido a muchas personas, ha aprendido y madurado.
Además, este proyecto fue seleccionado como uno de los 10 proyectos Made In Spain de Aventura del Año, de Redbull.
Hemos querido conocer un poco más a fondo este interesante proyecto, por lo que decidimos realizarle algunas preguntas a Javier.
Buenos días Javier, en primer lugar me gustaría preguntarte, ¿cómo comenzó esta aventura de dar la vuelta al mundo en bicicleta? ¿Cuándo lo decidiste?
Siempre he tenido gran afán por el viaje y la aventura. El sueño de dar la vuelta al mundo me rondaba la cabeza desde hace mucho tiempo. Cuando finalicé mis estudios universitarios y empecé a planificar el viaje, decidí incluir mi pasión por la bicicleta y así convertirlo también en un reto deportivo, ahorré lo justo y necesario para emprender el viaje, y estuve durante un año planificando la ruta exacta, consultando en consulados de diferentes países, mirando climatologías y buscando alguna marca que pudieran colaborar en el proyecto de forma activa.
¿Empezaste el día 1 de Octubre por algún motivo en especial?
Por varias razones salí en esa fecha te las cuanto una a una:
A.- Acabé mi segunda carrera universitaria en Junio de 2013, con lo cual ya había conseguido el objetivo principal para poderme permitir el lujo de estar dos años sobre una bicicleta.
B.- Aproveché ese verano para trabajar y ahorrar algo de dinerito, necesario para emprender el viaje ya que sólo Orbea había apostado activamente en mi proyecto aportándome material y la bicicleta, era necesario ahorrar algo más para poder emprender esta aventura!
C.- Según mi planing, la mejor época para salir era el mes de Septiembre, no pude salir ese mes por obligaciones en el trabajo pero el día 1 de Octubre decidí lanzarme a la carretera, no podía esperar más ya que el frío Europeo y sobretodo el frío Turco podía bloquear mi viaje durante unos meses.
¿Dónde te encuentras ahora mismo?
Ahora mismo me encuentro en el estado de California en Bakerfield, a punto de cumplir mi 22.000 km de viaje. Estoy rumbo a Death Valley, aquí estoy pasando un calor terrible con temperaturas entre 35 y 50 grados, estoy llegando a los límites positivos de temperatura de mi viaje antes los tenía en 40ºC cuando pasé por Tailandia, los límites negativos los pasé en Turquía (-20ºC). Después de visitar Death Valley para lo que me quedan poco más de 200 km iré a las Vegas y al Gran Cañón. Finalmente mi etapa Estadounidense acaba en Los Ángeles y en San Diego para después seguir mi viaje por la Baja California y todo Latinoamérica.
(Actualmente ya se encuentra en Las Vegas, ya que estas preguntas fueron realizadas hace unos días).
Cuéntanos alguna experiencia o anécdota que te haya marcado o que haya sido más especial y bonita, y la peor por la que hayas tenido que pasar durante el trayecto.
La verdad que mencionar una anécdota de las muchas que sufro día a día, una persona o un momento después de más de 21.000 km sería injusto para el resto, sin duda cada día es una nueva experiencia y una nueva lección de humildad. Las personas que voy conociendo a medida que avanzo me tratan con gran hospitalidad sean conocidas, seguidores o desconocidos que me encuentro por el camino ellos me miran con admiración cuando les explico el viaje que estoy llevando a cabo. Muchas me abren las puertas de su casa, comparten su mesa y su comida conmigo, me dan un lugar donde dormir y me tratan como a uno más de su familia.
He tenido dos momentos difíciles en este viaje, en uno de ellos temí por mi vida sufrí dos atentados terroristas en menos de 24 horas en Balochistan en la frontera de Pakistán con Irán, sin duda esos momentos fueron muy duros y los posteriores mucho más ya que la noticia se dio de forma errónea en los medios internacionales hasta que pude aclarar cuando estaba fuera del país lo sucedido con un vídeo documental de los dos atentados sufridos.
El segundo momento duro lo sufrí cerca de llegar a Ho Chi Mihn, me sucedió algo extraño, llevaba 16 etapas seguidas sin parar a temperaturas por encima de los 30ºC y más de 1900 Km. Las noches del día 14 y 15 sufría temblores y fiebres justo después de acabar la etapa el día 15 por la mañana me fuí a un hospital cercano pensando que podía tener Malaria, allí me hicieron numerosas pruebas me dieron unas vitaminas y me dijeron que estaba bien. Yo proseguí y por la noche de ese mismo día volví a sufrir los mismo temblores y fiebres, a la mañana siguiente toda la satisfacción que siento al subirme a la bicicleta se convirtió en agonía y ataques de ansiedad… No quería subir a la bicicleta y expliqué mis sensaciones en las redes sociales. Al minuto tenía varios mensajes de ciclistas amateurs y deportistas, indicándome que podía estar teniendo el síndrome del sobre entreno que debía parar a descansar y a comer durante unos días, que mi cuerpo estaba al límite. Así lo hice y en 48 horas volví a estar sobre la bicicleta en perfectas condiciones.
Por supuesto dejo de lado los problemas habituales del viajero con el estómago.
¿Qué tipo de bicicleta usas para este viaje? ¿Lleva la configuración de serie o le has modificado algo para adaptarla a las diferentes condiciones del viaje?
Uso una bicicleta de montaña de la marca Orbea totalmente de serie, como he comentado en la pregunta anterior esta marca me está dando apoyo desde el primer día del proyecto, me ha suministrado una excelente bicicleta con la que he cumplido 22.000 km y además me ayuda con los mantenimientos de la misma debidos al uso. La bicicleta está funcionando a las mil maravillas, y soporta entre 45 y 50 kilos de la carga de mis alforjas y los más de 70 que peso Yo.
Tu proyecto fue elegido por RedBull como uno de los proyectos Made In Spain de Aventura del año, ¿en qué consiste exactamente? ¿Te ha ayudado RedBull en tu proyecto?
La verdad que es un reconocimiento que me hace especial ilusión, por la marca que lo menciona y por los otros 9 aventureros y deportistas que han sido elegidos conmigo, a los cuales admiro.
Si te refieres a si RedBull ha contribuido o colaborado económicamente con mi proyecto la respuesta es ahora mismo no. Aunque no descarto que en el futuro RedBull o otras marcas me den más alas que las que ya tenemos mi bicicleta y yo.
Y por último, ¿podrías darnos algún consejo a todos los que nos gusta el ciclismo o lo practicamos?
La verdad que es difícil darle un consejo que no sepa a la gente del ciclismo en General. Principalmente mis consejos vienen por las normas del viajero que estoy desarrollando cada día que pasa, y son las siguientes.
# 1. En principio, no te fíes de nadie.
# 2. No vayas en contra de la naturaleza, fluye con ella.
# 3. Sigue siempre tus instintos.
# 4. Haz caso de las leyes y normas.
# 5. No pierdas nunca la oportunidad de abastecerte. Revisa tu equipo antes de cada etapa.
# 6. Busca con tiempo el campamento.
# 7. Cuando las cosas van mal, no pierdas el tiempo quejándote. Siempre pueden ir a peor.
# 8. Evitar salir de la tienda por la noche.
# 9. Avisar a los hogares próximos antes de acampar. Mejor advertir de tu presencia.
# 10. Mantén siempre secos los pies.
# 11. La mejor forma de ayudar a una persona necesitada, es a través de una ONG.
# 12. En los países de gran pobreza o con destinos turístico, una limosna nunca es para quien la pide, no hagas más ricos a sus jefes. La mejor forma de ayudarles, es no dándoles dinero, evitando así fomentar esta explotación.
# 13. En países con riesgo de sufrir un ataque de un animal salvaje, deja siempre los alimentos y productos de higiene personal a mínimo 30 metros de distancia de tu campamento, una rama de un árbol es lo ideal.
Ha sido un placer y muchísimas gracias por compartir con Biciplan este proyecto tan interesante. ¡Puedes volver cuando quieras!
Si cada vez más personas tienen bicicleta y salen de ruta para disfrutar del trayecto, de la bici, naturaleza, paisajes, etc., la mayoría no se conforman solo con esto, sino que quieren grabarlo en vídeo para poder disfrutar después de la ruta, desde ese punto de vista subjetivo que tanto se ha puesto de moda en los últimos años.
Internet está inundado de millones de vídeos de ciclistas que comparten sus experiencias con el resto de personas que quieran ver estas grabaciones. Es una forma de conocer también nuevas rutas posibles, si vemos alguna que nos parezca interesante por ejemplo, conocer a otros ciclistas, posibles compañeros de ruta, etc.
Desde Biciplan, comparador de seguros de bicicletas y ciclistas, hoy queremos hablar de las cámaras de vídeos y fotos especiales para el ciclismo, aunque básicamente podemos destacar dos, que son las denominadas “helmets cams” (cámaras de casco) o las “actions cams” (cámaras de acción).
Ambas las podemos hacer nosotros mismos de forma casera si no disponemos del dinero suficiente para adquirir una específica, aunque ya se pueden encontrar cámaras de precios bastante asequibles.
El inconveniente de poner nuestra cámara en el casco de forma casera es que el peso puede ser excesivo y resultaría incómodo.
Las cámaras de acción podemos colocarlas en el lugar que queramos, normalmente se suelen colocar en el manillar, que es donde hay más espacio y más cómodo, además la visión desde ese punto es bastante buena. Además, pueden ser una forma de capturar malas conductas al volante y denunciar si se ha tenido algún accidente ante la compañía aseguradora.
Algunas cámaras ya traen integradas la fijación a la barra, o incluso el casco.
Una de las cámaras más populares y que seguramente todos conoceréis son las GoPro. Pueden llegar a alcanzar imágenes de muy alta calidad, incluso han sido utilizadas para escenas cinematográficas.
Podemos encontrar cámaras aún más pequeñas, en miniatura, y que se colocan en la solapa, en las gafas o en cualquier parte que podamos engancharla.
Con la proliferación masiva de este tipo de cámaras, cada vez encontramos más tipos y van incluyendo más innovaciones. Gracias a esto, los precios también se van haciendo más asequibles, podemos ver cámaras más sencillas por precios más bajos o cámaras más profesionales o modernas a precios ya más elevados.
Se pueden adquirir en grandes superficies, tiendas especializadas en fotografía y vídeo o tiendas de deportes, entre otras, además de la posibilidad de comprarlas también por internet.
Es una bonita forma de poder disfrutar de las rutas que realizamos con nuestra bici y compartirlas con los demás, ya que pueden salir vídeos realmente impresionantes.
El casco es uno de los elementos básicos para nuestra seguridad cuando circulamos en bici. Cuando salimos de ruta por montaña o carretera debemos llevar el casco, mientras que por ciudad no es obligatorio para mayores de 16 años, pero sí muy recomendable.
Es muy importante saber elegir el casco a la hora de comprarlo, ya que no todos los cascos son iguales, ni sirven para lo mismo, y sobre todo tienen que estar homologados para que nos garanticen nuestra seguridad. No vale comprar un casco cualquiera. Además es imprescindible a la hora de contratar un seguro de ciclista.
¿Para qué sirve el casco?
Usando casco cuando vamos en bici reduce el riesgo de lesiones en caso de caída o accidente hasta un 85%. Además es imprescindible a la hora de coberturas del seguro de ciclistas de asistencia que puedes contratar en Biciplan. El uso de casco es obligatorio según el Reglamento General de Circulación, por vías interurbanas, con la excepción de rampas ascendentes, en situaciones de calor extremo o por razones médicas.
Cuando compremos un casco es imprescindible que nos lo probemos en la misma tienda antes de adquirirlo, ya que debemos comprobar dos cosas fundamentales.
Por un lado, tiene que tener un tamaño que se ajuste perfectamente a nuestra cabeza. Y, por otro lado, debe ser cómodo de llevar, sin que nos cause ninguna molestia, sino podríamos hacernos daño o simplemente que nos dé pereza llevarlo puesto.
¿Cómo sabemos si el casco está bien ajustado?
Para que el casco sea eficaz es esencial que esté bien ajustado a nuestra cabeza. Algunos modelos llevan unas almohadillas o una goma elástica simplemente, pero para una mejor adaptación hay otros que añaden un anillo de plástico que rodea todo el casco y que se ajusta a la medida de la cabeza a través de una rueda en la parte posterior.
Debemos regular también la longitud de las correas de manera que el caso no pueda moverse, aunque sin que llegue a resultar incómodo. Estas correas deben rodear también las orejas, nunca taparlas.
El casco se coloca en posición horizontal, nunca inclinado hacia la nuca o sobre los ojos, y que al mover la cabeza no se mueva y permanezca perfectamente en su sitio y ajustado, aunque sin llegar a apretar demasiado la cabeza.
Es esencial que todos estos parámetros se cumplan, ya que el casco debe quedarnos cómodo, como mencionamos anteriormente, porque por nuestra seguridad es necesario llevarlo siempre abrochado.
Si hemos tenido algún accidente, caída o golpe, tenemos que cambiar el casco, al igual que pasa por ejemplo con el casco de una moto. Aunque parezca a simple vista que el casco no está dañado ni tiene nada, su capacidad para absorber los golpes se podría haber visto afectada y podría no ser tan efectivo si tenemos otras caídas.
Además de su ajuste, debemos fijarnos también en otras características que pueden resultarnos muy útiles.
Como mencionamos al principio, es importante que el casco esté homologado. En la etiqueta del casco debe aparecer “EN1078”, con esto nos indica que cumple la norma de homologación europea. Junto con esto, también puede aparecer en la etiqueta la vida útil del casco, es decir, el tiempo que recomienda el fabricante que lo podemos usar. Por norma general, se recomienda que el casco no tenga más de 2-4 años de fabricado, para asegurar que los materiales están perfectamente y funcionen ante cualquier impacto.
Debemos tener en cuenta también el aspecto exterior del casco, muy importante para que los demás vehículos o peatones nos vean y evitar así posibles accidentes por falta de visibilidad, entre otros. Los colores llamativos son más recomendables, así como unas franjas reflectantes.
Los orificios de ventilación que tienen los cascos no funcionan tanto por el número de orificios que tengan sino más bien por su diseño y su posición, dan más aerodinámica y también es recomendable que éstos vayan provistos de una malla que impida la entrada de insectos.
La carcasa exterior y el material interior que absorbe los golpes pueden ir unidos de dos formas: en unos casos puede ir pegada, algo no muy positivo ya que puede despegarse en algún momento. en otros casos, y es lo más recomendable, la carcasa está directamente modelada sobre el material interior, esta forma es mucho más segura.
Por último, el sistema de cierre del casco más práctico y cómodo es el de tipo clic, con dos piezas de plástico que encajan la una con la otra y se abre apretando los dos laterales. Aún así hay que comprobar que se cierra bien y que no se abre con demasiada facilidad.
En tiendas especializadas podrás encontrar, además, diferentes cascos para la modalidad de ciclismo que queramos practicar o según la ruta que vayamos a realizar, por ejemplo, cascos para ciclismo de montaña, de carretera, ciudad, etc.
Cuando salimos en bici lo principal es nuestra seguridad y también la de los demás que se cruzan con nosotros, por lo tanto debemos equiparnos con todo lo necesario para poder evitar graves lesiones en caso de accidente o caída. Llevando el casco podemos evitar muchas desgracias, así que os animamos a que lo uséis siempre y disfrutemos de muchas más salidas en bici.
Atrás quedaron las vacaciones tradicionales en las que el medio de transporte era únicamente el coche, el avión o el tren. Ahora la bici se convierte en protagonista, gracias a lo que se conoce como cicloturismo, que consiste en viajar, conocer y disfrutar de los lugares que queramos utilizando nuestra bici como medio de transporte. Ahora unas vacaciones en bici son posibles.
Es una forma muy económica de viajar, por eso en los últimos años ha cobrado tanta relevancia. Además nos ofrece una forma más relajada de hacer turismo, sin prisas, sin atascos, disfrutando de la naturaleza y los paisajes que nos rodean. Es una forma de entrar en contacto con más personas, con el medio ambiente, las costumbres de los lugares que visitemos… cosas que con otros medios no podríamos disfrutar de la misma forma.
Podemos practicar cicloturismo tanto solos como en grupo, simplemente debemos llevar lo necesario para el tiempo que vayamos a estar viajando, ya sean días o simplemente un día o unas horas.
Hay diversos tipos de viajes que podemos realizar, ya que todo dependerá de nuestra condición física, disponibilidad de tiempo o nuestra economía.
Viajes organizados. Estos viajes son recomendables, sobre todo, al principio, cuando nos estamos iniciando en esto de viajar con nuestra bicicleta, ya que normalmente reservamos anticipadamente el hospedaje y las comidas, por lo que resulta más cómodo para comenzar, sin necesidad de buscar sitio para acampar por las noches, entre otras ventajas.
Las diferentes rutas se realizan con un monitor profesional especializado en cicloturismo, además de la compañía de un coche de apoyo por si surge algún problema durante el recorrido.
Tan solo tendríamos que preocuparnos de llevar nuestra bicicleta y disfrutar del paisaje.
Uno de los inconvenientes es el precio, ya que suelen ser algo elevados y no apto para todos los bolsillos, aún así se pueden encontrar ofertas económicas.
Viaje de alforjas. En este caso tendríamos que incorporarle a nuestra bici unas alforjas para poder llevar algo de ropa, comida y lo que necesitamos para el trayecto, como un kit básico de herramientas para cualquier problema que pueda surgir, por ejemplo. En este caso, no se tiene por qué reservar el hospedaje o lugar de comida con antelación, sino que se trata de ir con la bici y parar por los diferentes pueblos o ciudades que vayamos atravesando y buscarlos allí.
Este tipo de cicloturismo es ideal para quien no tenga mucho tiempo y pueda permitirse gastar un dinero extra, además de la ventaja de no tener que cargar con un peso excesivo.
Viajes autosuficientes. Como bien indica el nombre, el cicloturista debe ser autosuficiente y cargar en sus alforjas todo lo necesario para subsistir a lo largo de todo el trayecto en bici, ya sean horas o días. Cuanto más tiempo estemos, más cargados iremos. En las alforjas cargaremos por ejemplo material de camping como tienda de campaña, ropa, un hornillo para hacer la comida, la comida, elementos de cocina, de higiene, repuestos, herramientas, etc. Es importante ser previsores, ya que si la salida consta de varios días nos podemos encontrar con todo tipo de problemas y debemos estar preparados para poder solucionarlos.
Aunque muchos países van más en cabeza en cuanto a cicloturismo, cada vez son más los hoteles, apartamentos o sitios de hospedaje que ofertan este tipo de rutas cicloturistas en España. Incluso podemos encontrar ya alojamientos específicos en esta temática, lo que anima a muchos ciclistas realizar este tipo de prácticas.
Además de todo esto, es muy importante tener en cuenta que para salir a realizar este tipo de viajes es importante, no solo los materiales que nos vayan a hacer falta, sino también la preparación física del ciclista, sobre todo si la ruta va a ser de varios días, se tendrá que realizar previamente un buen entrenamiento para evitar posibles accidentes o problemas de salud durante el viaje. Así evitaremos cualquier inconveniente posible y podemos disfrutar al 100% de nuestras vacaciones en bici.
Practicar cicloturismo es una experiencia única que, las personas que lo han vivido alguna vez, sin duda quieren volver a repetir.
La seguridad a la hora de ir en bicicleta es esencial, a diferencia del coche, en bici vamos mucho más desprotegidos, por lo que debemos contar con diferentes instrumentos que nos ayuden a protegernos o al menos avisar a los demás de nuestra presencia.
Todos conocemos elementos como el casco, prendas reflectantes, luces… pero muchas veces se pasa por alto uno muy importante como es el timbre. La importancia del timbre en una bicicleta es enorme. La bici es un medio de transporte muy silencios en comparación con otros como coches o motos, por lo que tenemos que advertir de nuestra presencia de alguna manera a los demás vehículos o peatones, para ello el timbre es esencial.
Probablemente algunos de vosotros os habréis preguntado si llevar timbre es obligatorio, pues bien, llevarlo por ciudad es obligatorio, según la ley “Los ciclistas podrán hacer uso del timbre para advertir de su presencia a otros usuarios de la vía”, de hecho, en muchas ciudades están comenzando a multar a ciclistas por no disponer de uno.
Contar con un timbre no supone un gran coste de dinero, ya que se pueden encontrar timbres básicos e iguales de útiles por un módico precio, alrededor de unos 3 euros.
Como siempre, hay timbres de todos los tamaños, formas, precios, colores, y para todos los gustos de los ciclistas. Hay timbres personalizables y de todo tipo, y es que con el boom de las bicis, estos tipos de accesorios tampoco se han quedado atrás, y han incorporado innovaciones y elementos para llamar la atención de los ciclistas.
Por un lado, podemos encontrar el timbre clásico, con sonido metálico. Dentro de estos, hay timbre de cobre, por ejemplo, que emiten un sonido más prolongado que un timbre de zinc.
Hay otros tipos más originales o divertidos tipo claxon, con forma de trompeta o de diferentes muñecos, que se pueden apretar para que suenen.
Si quieres otros tipos de sonidos, hay timbres que emiten diferentes sirenas, como por ejemplo alguna parecida a la de la policía u otras.
Incluso encontramos ya timbres con radio incorporada, todo con las últimas tecnologías.
Se trata de ser diferente y tener, además de la bici más moderna y única, el timbre más original y que encaje con nuestra personalidad y estilo.
Una de las nociones más básicas e importantes que debemos conocer sobre nuestra bicicleta es saber cómo reparar un pinchazo.
Un pinchazo es uno de los problemas más frecuentes que nos pueden ocurrir cuando vamos en bici, ya sea por la ciudad, de ruta por la montaña o por carretera, y tenemos que estar preparados para poder solucionarlo, para no tener que andar con la bici a cuestas. Es algo muy fácil y sencillo, tan solo tenemos que saber cómo hacerlo y contar con el material adecuado.
¿Qué herramientas necesitamos?
Kit de reparación de pinchazos
Papel de lija (si no viene en el kit de parches)
Desmontables para cubiertas
Bomba de aire
Es muy importante que cuando salgamos con nuestra bici contemos con un kit básico de herramientas, que apenas ocupa espacio ni pesa, para que cuando nos ocurra cualquier problema estemos preparados para poder solucionarlo, ya sea un simple pinchazo o algo más importante.
En primer lugar hay que desmontar la rueda pinchada y quitar la cubierta con los desmontables. Para ello lo ajustamos por un lado de la llanta haciendo palanca entre ésta y la cubierta, hasta sacar la cubierta de la llanta.
Es recomendable que quitemos el aire de la cámara si está hinchada para que sea más fácil. Cuando hayamos quitado la cubierta por un lateral podemos vaciar la cámara completamente.
Una vez hayamos hecho esto, tenemos que localizar el pinchazo, examinando detenidamente el interior de la cubierta, para ver si el causante del pinchazo ha sido algún objeto como un pincho o piedra, por ejemplo, en este caso es muy importante que lo encontremos para poder quitarlo, ya que si no lo hacemos, pondremos la cámara nueva y volverá a pincharse. El pinchazo también puede deberse a un pellizco de la cámara o a un llantazo, en este caso no hará falta que encontremos ningún objeto causante del problema.
Cuando sepamos la causa del pinchazo tenemos que buscar el agujero por el que se ha pinchado la cámara. Si no lo encontramos a simple vista, para que sea más fácil, hinchamos la cámara de nuevo con ayuda de la bomba de aire y nos acercamos la cámara al oído para escuchar por dónde sale el aire, para así localizar el agujero o agujeros, ya que puede haber más de uno.
Otra opción es que si tenemos agua cerca y algún cubo o recipiente donde poder sumergir la cámara hinchada, para así ver de forma más rápida dónde se encuentra el agujero, al salir burbujas por éste.
Una vez tengamos localizado el punto, podemos fijarnos simplemente o podemos marcarlo con un boli por ejemplo, para que no se pierda.
A continuación, con un poco de lija raspamos muy suave la superficie que rodea al pinchazo para limpiarla de cualquier suciedad o restos que tenga y facilitar luego el trabajo a la hora de usar el pegamento.
Ponemos un poco de pegamento para parches por el lugar del pinchazo y lo vamos extendiendo con el dedo, aplicando la cantidad justa según el tamaño del parche que vayamos a usar. Cuando el pegamento esté seco, colocamos el parche sobre la cámara y presionamos un rato con los dedos sobre la superficie para que se quede bien ajustado y seguidamente quitamos la protección transparente que trae el parche.
Ya tenemos la cámara reparada y podemos proceder a montarla de nuevo, para ello la hinchamos un poco hasta que tome forma y así resulta más fácil colocarla entre la cubierta y la llanta. Montamos también la cubierta, comenzando en el interior de la llanta y por la zona de la válvula teniendo mucho cuidado. Con la ayuda de los desmontables o nuestros dedos vamos montando la cubierta, hay que ser muy cuidadosos para no pellizcar la cámara en ningún momento.
Cuando ya esté todo montado solo nos queda hinchar la cámara completamente, hasta que tenga la presión adecuada, con la ayuda de la bomba de aire. Y ya podremos ponernos en marcha de nuevo con nuestra bicicleta.
Al principio reparar un pinchazo puede parecer algo más complicado, pero con la práctica se puede hacer en tan solo unos minutos.
Seguramente habrás oído hablar o habrás leído en algún lado el concepto de “fixie”, “fixed” o “piñón fijo”. ¿Qué es el fenómeno fixie? El término ‘fixie’ proviene de la expresión inglesa ‘fixed gear’, que se podría traducir como ‘marcha fija’. Esta es una de las principales características de este tipo de bicicletas, ya que solo cuentan con una marcha que, además, es de tipo piñón fijo, es decir, el piñón gira con la cadena y, por ende, con los pedales. El piñón fijo hace que todo movimiento de la rueda trasera se transmita a los pedales.
Una fixie es una bicicleta que representa la esencia del ciclismo urbano que tanto está de moda ahora mismo. No destacan tanto por sus características sino por su carácter icónico y bohemio, ya que representa un estilo o forma de vida más que un medio de transporte en sí. Podemos llegar a conocer al dueño de la bici según su vestimenta y según su estilo de fixie, es esencial contratar un seguro de bicicleta que cubra el robo ya que suelen ser muy golosas para los cacos.
Pero estas bicis que tanto están ahora de moda no son nada nuevo, sino que ya en 1873 Harry John Lawson presentó una patente para la primera bici impulsada por cadena y más tarde John Kemp Starley junto con Lawson fueron considerados los inventores de la bicicleta moderna, que hoy se conoce como fixie. Aunque en 1890, con la llegada del piñón libre, estas bicis de piñón fijo quedaron un poco más en el olvido, aunque como todas las modas, siempre vuelven, con más mejoras e innovaciones, pero la esencia es la misma.
La moda fixie, como muchas otras, viene de Estados Unidos, donde el ciclismo urbano está triunfando completamente entre todo tipo de personas, desde estudiantes, trabajadores, adultos, jóvenes, hasta artistas famosos. Este fenómeno se va extendiendo por más ciudades como Ámsterdam, Londres, Estocolmo, Berlín… donde llevar una fixie es estar a la última moda.
Estas bicis las usaban mensajeros de ciudades como Nueva York, Boston o Londres para moverse de forma más rápida y sencilla al realizar su trabajo. Es una bici muy ligera, aerodinámica, y con ventajas como el manillar estrecho que permite una fácil circulación por la ciudad y evitar posibles obstáculos en sitios más estrechos o entre el tráfico.
Las fixies y el sistema de piñón fijo tienen tanto ventajas como inconvenientes. Entre las ventajas podemos destacar su éxito debido a la customización o personalización de la bicicleta por parte del dueño y su gusto. Los ciclistas urbanos modernos buscan que su bicicleta sea única o tenga algo único que se diferencie del resto de las bicis, y las fixies ofrecen esta posibilidad al poder cambiar la pintura del cuadro, llantas de perfil ancho, sillines con multitud de colores y estampados, etc. Hay tiendas que se dedican a personalizar este tipo de bicicletas.
Ofrecen, además, una mayor ligereza y simplicidad al carecer de sistema de cambio y de freno trasero. Tener menos elementos también conlleva un menor gasto, ya que en teoría tiene menos mantenimiento que una bici normal, tiene menos elementos que puedan estropearse.
Uno de los posibles inconvenientes es que la fixie no tiene frenos. La velocidad se reduce haciendo contrapresión en los pedales, bloqueando la rueda trasera. Puede parecer algo complicado pero todo es acostumbrarse y con la práctica cada vez resulta más fácil.
Para algunos ciclistas es incómodo, además, el hecho de no poder dejar de pedalear en ningún momento, ya que al ser de piñón fijo, no se pueden soltar los pedales, ni siquiera cuesta abajo.
En cualquier caso, el fenómeno fixie empezó siendo una moda que se pensó que sería pasajera pero cada vez más parece que será una bici urbana más y que perdurará en el tiempo.