Cuando se trata de seguridad sobre la bici, todos los consejos son pocos. A parte de la postura, los seguros de bicicletas, la hidratación, la alimentación, etc., hay que saber cómo controlar la bicicleta cuando salimos de ruta o realizamos alguna competición con más ciclistas para pedalear con confianza y seguridad.
Para evitar accidentes hay que seguir una serie de técnicas de manejo de la bicicleta que os contamos a continuación.
La primera norma es mantener una línea recta mientras circulamos por carretera. Cuando se vaya a realizar alguna maniobra de cambio de carril, adelantamiento, incorporarse a otra vía, etc., hay que mirar siempre por encima del hombro a ambos lados de la carretera. Asimismo, cuando viene una curva hay que tener presente el punto ciego, ya que los ruidos no son siempre suficientes para saber que otro ciclista o vehículo está cerca.
La mejor forma de frenar es usando el freno delantero, aunque muchos pienses que es mejor el trasero. El freno delantero es más potente que el trasero, pero siempre hay que tener cuidado de no frenar demasiado brusco para que cuando el ciclista pivote hacia delante no se levante la rueda trasera. Los frenos traseros se deben usar instantes después de frenar para estabilizar la bicicleta durante la maniobra. No hay que hacer que la rueda delantera de bloquee completamente.
Hay que saber controlar la bicicleta en las curvas manteniendo una buena posición y un equilibrio correcto en la bicicleta para que no se altere la estabilidad y la tracción. En bici de carretera, para conseguir una mayor adherencia y equilibrio, es mejor inclinarse en plena curva. Es importante que el trazado de curvas se haga en la posición baja del manillar para conseguir un centro de gravedad más bajo y amoldable a la calzada.
Cuando competimos o salimos en grupo a hacer alguna ruta, hay que evitar que la rueda delantera de la bici esté demasiado cerca de la rueda trasera de la bici de otro compañero que vaya delante. Así evitaremos que un cambio en la trazada del compañero pueda poner en peligro nuestra dirección y nuestro equilibrio. Estamos hablando del “afilador”, situación que se produce porque el corredor que va delante no sabe que vamos detrás y puede dar un golpe en nuestra rueda provocando que nos caigamos.
Es conveniente reducir un engranaje corto antes de perder velocidad o parar por completo para que la bici quede en una marcha adecuada para poder reiniciar el camino de nuevo.
El último consejo de hoy es evitar desconcentrarse cuando vamos en grupo. Por ejemplo, cuando vamos a beber agua, si quitamos un momento la vista del camino, podemos desviar el trazado y golpear a algún compañero, provocando un accidente. Por eso, hay que practicar también para cuando tengamos que coger el agua o algún alimento mientras pedaleamos sin quitar la mirada de la carretera.