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La historia del Tour de Francia (parte II)

Continuamos con la interesante historia del Tour de Francia que comenzamos en el post anterior.

Tras el dominio que impuso Eddie Merckx, a finales de los años 70 le llegó el turno a un joven francés originario de la Bretaña, Bernard Hinault. Consiguió cinco Tours de Francia. Laurent Fignon ganó dos Tours seguidos tras las victorias de Hinault, pero Hinault no se dio por vencido hasta ganar el 5º Tour, que llegaría en el año 85.

Aparecieron en esta época unos jóvenes ciclistas de USA y España para darle más emoción al Tour: Greg Lemond y Pedro Delgado.
En 1986, Greg Lemond se convirtió en el primer ciclista no europeo en proclamarse vencedor en el Tour de Francia, que repetiría victorias tres años más tarde.

En el año 1983 debutó en el Tour un joven español llamado Pedro Delgado, aunque cariñosamente lo bautizaron como Perico Delgado. Su primer debut no fue del todo positivo ya que acabó en el puesto número 15. Poco a poco fue mejorando y ganando posiciones en el Tour, en el 85 ganó su primera victoria de etapa, al año siguiente repitió victoria y en el 87 estuvo a punto de ganas la general pero no lo consiguió.
El 1988 fue su año, y Perico Delgado se convertía en el tercer español en ganar un Tour.

En el año 1991 comenzó el dominio del español Miguel Indurain, que fue el primer ciclista en lograr cinco victorias consecutivas, ya que ganó desde 1991 hasta 1995. Este dominio dejó a la sombra a otros grandes ciclistas de la época como Richard Virenque o Tony Rominguer entre otros.
Sus triunfos se debían a sus extraordinarias condiciones físicas para realizar las pruebas contrarreloj, a su regularidad, su superioridad en las ascensiones y su atención en el llano, el apoyo de todo su equipo y una preparación adecuada para llegar al Tour en las mejores condiciones físicas y psicológicas.
En 1996 intentó de nuevo conseguir una victoria pero su nivel no alcanzó el de años anteriores, y el danés Bjarne Riis le arrebató el liderazgo y dejó claro que empezaba una nueva etapa en el ciclismo.
Aunque años más tarde confesó que se había dopado en la competición, no se le ha retirado oficialmente el Tour.

Al año siguiente ganó el Tour Jan Ullrich y luego Marco Pantani, a pesar de los intentos de Ullrich por arrebatarle el maillot amarillo. Fue una batalla reñida que hizo que este año no fuera solo recordado por el famoso “Caso Festina”, en el que se vieron implicados varios corredores de gran importancia.

De 1999 a 2005 el ganador fue el estadounidense Lance Armstrong. Desde su primera aparición en el Tour dejó claro que iba a ser un gran ciclista y que había algo especial que le unía con esta competición, al ganar una etapa con tan solo 22 años.
La prometedora carrera de Armstrong se vio interrumpida en 1996 cuando le diagnosticaron un cáncer testicular con metástasis pulmonares y cerebrales.
Lance consiguió recuperarse de la enfermedad y volvió al Tour para ganar la general durante estos siete años consecutivos (1999-2005).
En el año 2012, la Agencia Antidopaje estadounidense (USADA) decidió retirarle sus siete títulos del Tour de Francia por dopaje, además de suspenderlo a él de por vida para la competición. Esta decisión fue ratificada posteriormente por la Unión de Ciclistas Internacional (UCI) que decidió además declarar como desierto el título correspondiente a esas ediciones.
En el año 2013, Lance Armstrong admitió y confesó en una entrevista que sus 7 Tours habían sido fruto del dopaje.

En 2006 volvió a ganar un español, Óscar Pereiro, convirtiéndose en el quinto español en conseguir el Tour de Francia. Al año siguiente, Alberto Contador consiguió subirse al pódium como ganador, y en 2008 lo hizo Carlos Sastre. Fueron unos años con un claro dominio español en el Tour.

Alberto Contador fue el sexto español en ganar el Tour, en el año 2007, un año marcado por el dopaje, ya que varios ciclistas se tuvieron que retirar por este motivo. Volvió a ganar su segundo Tour dos años más tarde, y en 2010 consiguió el tercero. Pero esta última victoria le fue retirada debido a que Contador dio positivo por 50 picogramos de clembuterol, por lo que Andy Schleck es el titular de la victoria del Tour de Francia de 2010.
Contador aseguraba que él no se había dopado y que dio positivo debido a una ingesta de carne contaminada, esto le permitió seguir compitiendo hasta que fuese juzgado y se comprobase la verdad. En este periodo Contador ganó el Giro de Italia de 2011 y quedó quinto en el Tour de Francia de 2011.

En 2011, se proclamó campeón Cadel Evans tras su victoria en la contrarreloj final. Al año siguiente el ganador fue el británico Bradley Wiggins, primer británico en conseguir un Tour de Francia y el año pasado Chris Froome se proclamaba vencedor.

Además del maillot amarillo del líder que mencionamos en el post anterior, podemos encontrar otros tipos, como el maillot de lunares, que sirve para premiar al rey de la montaña. Este maillot no apareció hasta el año 1975 y los colores se decidieron debido al patrocinador en ese momento, Poulain Chocolate, aunque años más tarde se modificaron. Ahora el principal espónsor es Carrefour.

El maillot verde se piensa que es relativamente reciente, pero su origen se remonta a 1953 y se otorgaba al mejor velocista. Al principio llevar el maillot verde era una especie de “castigo” por no terminar en la primera posición, y se les entregaba este maillot al que menos puntos tenía en la clasificación, pero luego se modificó y el que más puntos tenía era el que llevaba el maillot verde, color que se adoptó por la empresa patrocinadora. Los mejores velocistas o sprinters son los que pelean por este maillot.

Y por último, el maillot blanco, cuyo origen era que determinaba el mejor corredor de la clasificación combinada, es decir, el mejor clasificado en cuanto a combinación de tiempo, puntos y montaña, considerado como el ciclista más ‘completo’ del Tour. Años más tarde los organizadores cambiaron este criterio y el maillot blanco sirvió para reconocer al mejor ciclista joven (menos de 26 años).

Este sábado comenzará de nuevo otra edición del Tour de Francia y podremos conocer al próximo ganador para poder continuar con la historia de esta competición tan emocionante e importante tanto para los amantes del ciclismo o del deporte como para muchas personas más.

La historia del Tour de Francia (parte I)

Se acerca una de las competiciones más importantes en el mundo del ciclismo, el Tour de Francia, y queremos conocer un poco más su historia y sus inicios.

En el año 1903, el periodista francés Géo Lefèvre le propuso al director del periódico deportivo L’Auto, Henri Desgrange, crear una competición ciclista que consistiera en dar la vuelta a Francia y, de este modo, podrían aprovechar para promocionar su diario, cubriendo las noticias de esta competición.

El 19 de julio de 1903 se celebró el primer Tour de Francia, comenzando en Montgeron (cerca de París), donde 60 ciclistas salieron en la primera etapa inaugural, que recorría 467 kilómetros hasta Lyon. El recorrido completo contaba con seis etapas, un total de 2.428 kilómetros.
El primer ganador de la historia del Tour de Francia fue Maurice Garin, y tan solo 21 ciclistas de los 60 que salieron completaron la prueba.

En los años siguientes hasta el inicio de la 1ª Guerra Mundial, fue aumentando el número de público que seguía esta competición. Aumentaban también los seguidores de los periódicos que contaban el Tour, vieron en éste una gran oportunidad para poder aumentar sus ventas.
Aunque esta época se caracteriza por el mal estado de las carreteras, sobre todo, los caminos eran desastrosos, los ciclistas iban entre nubes de polvo o barrizales. Además, las bicicletas pesaban más del doble que las actuales, no contaban con cambio de velocidades, por lo que llegaban como mucho a los 25km/h.
Los ciclistas no contaban con apenas ayuda externa, si tenían algún problema, pinchazo, etc., debían repararlos ellos mismos.

De esta época podemos destacar a ciclistas como Philippe Thijs, belga, que fue el primero en conseguir 3 victorias en el Tour. Lamentablemente su carrera, como la de muchos otros ciclistas, se vio interrumpida por la llegada de la Primera Guerra Mundial en 1914, que provocó la suspensión de esta competición durante cuatro ediciones.

Después de estos cuatro años de parón, la carrera regresó en 1919 con la novedad del maillot amarillo que se le otorgaba al líder, en honor del color de las páginas del periódico L’Auto. Eugene Christophe fue el primer ciclista que lució este famoso maillot.

El número de etapas iba aumentando, así como la longitud del recorrido, llegando hasta los 5.500 kilómetros. En las primeras ediciones del Tour ya se comenzó a pasar por otros países vecinos a Francia, como Alemania, en 1906 transcurrió por primera vez por España e Italia, y con el tiempo se fueron incluyendo más países.

De nuevo del 40 al 46 no hubo Tour de Francia debido a la Segunda Guerra Mundial. Se volvió a reanudar en 1947, y las primeras ediciones fueron conocidas como la invasión italiana, ya que las victorias se las llevaban los ciclistas italianos, los dos mejores fueron: Gino Bartalli y Fausto Coppi. El único que fue capaz de devolver el honor a los franceses fue Louison Bobet, que obtuvo tres victorias consecutivas, igualando así a Philippe Thijs. Aunque el principal dominador de esta época fue Jacques Anquetil, ganador de cinco tours.

Vicente Blanco (“El Cojo”) fue el primer español que abrió la lista de participación de españoles en el Tour, en el año 1910. Un gran ciclista español fue Federico Martín Bahamontes, que hizo que el ciclismo español cobrara una gran importancia, gracias a su triunfo en 1959 y a su habilidad y victorias en las clasificaciones de montaña.

En 1962 se abandonó la composición de los equipos por países como se hacía hasta ese momento, y se adoptó hacerla por equipos profesionales patrocinados por empresas.

Más adelante irrumpe en el Tour el ciclista que para muchos ha sido y es considerado como el mejor ciclista de la historia, el belga Eddy Merckx. Comenzó ganando en su primera aparición en el Tour y su dominio sería claro logrando cuatro triunfos consecutivos.

Estableció records que no fueron rebatidos hasta casi 40 años después, como por ejemplo el record de más días con el maillot amarillo (111 días) y el de victorias de etapa (34 victorias).
Su apodo era «El Caníbal» debido a la insaciable sed de victorias que tenía.
El reinado de Merckx solo se vio interrumpido por el español Luis Ocaña en la edición del Tour de 1973, en la que el belga no participó.

La historia no termina aquí, en los siguientes posts os la seguiremos contando y muchas más anécdotas.

Pedalear está de moda

En Biciplan adoramos las bicicletas y por eso las vemos por todos lados. Las bicicletas han inundado las calles de las ciudades, se ha puesto de moda montar en bici, ya sea por placer, para desplazarse al trabajo… pedalear está de moda.
Vivimos en un mundo que avanza con muchísima rapidez, estamos rodeados de innovaciones y modernidad, y a veces necesitamos volver a lo de siempre, en este caso, a la bici.

Pero la bici no solo ha tomado las calles, sino que también va ocupando cada vez más espacio en revistas de moda y campañas de publicidad. Ya no es solo un medio de transporte sino una forma de transmitir cómo somos cada uno de nosotros.

Tanto es así que firmas importantes de ropa aprovechan las bicis como atrezo o complementos junto a los modelos, aportando ese estilo casual y retro que está tan de moda. “La bicicleta se ha convertido en un complemento más”, anotan en la revista Harper’s Bazaar.

Ir en bici aporta “glamour”, es ecológica, barata y saludable. Por un lado, las personas cada vez nos vamos concienciando más sobre la importancia del cuidado del medio ambiente, por lo que la bici es un buen medio para no contaminar.

Por otra parte, en la época actual de crisis las personas buscamos ahorrar en aspectos de nuestra vida cotidiana, como puede ser el ahorro de combustible, por lo que la bici es una buena oportunidad.

Otro aspecto importante hoy en día es la importancia de mejorar o mantener nuestro estado físico, así como nuestra salud. Vemos a cantidad de personas que han comenzado desde hace unos años a practicar más deporte como puede ser running o ciclismo.

Debido a esto, las marcas y las empresas ven una gran oportunidad emplear la bici como reclamo. Incluso se han llegado a crear líneas de ropa adaptadas al nuevo “ciclista urbano”. Nos olvidamos de ir en bici con mallas y deportivas, ahora el ciclista urbano va sobre su bici vestido a la última.
Marcas tan conocidas como Dolce&Gabanna, H&M o Mango han comercializado productos para ciclistas urbanos, han empleado bicis como atrezo en sus escaparates, etc.

En España podemos encontrar Pedaled, una marca de moda para el ciclista urbano. Cada pieza de sus colecciones está diseñada para que el ciclista se sienta más cómodo y ligero en sus desplazamientos en bici y, por supuesto, siempre siguiendo las últimas tendencias.

Como consecuencia de este “boom” de las bicicletas, muchas famosas o bloggers de moda también han dedicado espacio en sus blogs para las bicis. Este medio de transporte se ha convertido en un complemento más para las llamadas “it girls”, o chicas/mujeres que marcan tendencia. No solo importa el estilo de la bici en sí, sino que hay que prestar especial atención a la ropa, y que ésta combine también con la bici.

Famosas como Naomi Watts o Bimba Bosé usan la bici y a la vez marcan tendencia con su forma de vestir.

Ya no solo nos identifica nuestra forma de vestir, sino que la bici se ha convertido en un elemento más para identificarnos, para mostrar nuestra personalidad.

Dime qué bici usas… y te diré cómo eres!

Consejos para sobrevivir al calor en bici

Quedan pocos días para que empiece el verano, y ya comenzamos a notar por algunas partes del país cómo suben las temperaturas y se acerca el calor. Por eso, desde Biciplan, comparador de seguros de bicicletas y ciclistas queremos daros algunos consejos para combatir el calor cuando salgamos en bicicleta.

Es muy importante ir bien preparados, ya que en la bici estamos totalmente expuestos al sol y al calor, y es más probable que podamos sufrir algún golpe de calor, o problemas derivados como calambres, agotamiento o quemaduras.
Aquí os dejamos algunas recomendaciones:

  • Evitar las horas de más calor. Aunque haya que madrugar un poco más, lo recomendable es salir en bici entre las 10 y las 12 del mediodía en los meses más calurosos, ya que son las horas más frescas. Otra opción sería salir en las últimas horas del día, pero tendría más inconvenientes al hacerse de noche y la temperatura después de todo el día no será tan baja como por la mañana.
    De este modo estamos evitando cualquier tipo de insolación y quemaduras.
  • Reducir la velocidad. Cuanto mayor sea la velocidad, nuestro cuerpo genera más calor del que puede evaporar debido a la temperatura del exterior, lo que puede llevarnos a sufrir un golpe de calor. Hay que adecuar el ritmo a la temperatura.
  • Hidratarse bien y llevar comida. Con temperaturas más altas necesitaremos hidratarnos mejor, el agua es un elemento esencial. Hay que beber antes, durante y después de la ruta. Además de agua, se pueden tomar bebidas isotónicas, aunque nunca en exceso, así como algunos alimentos, como fruta fresca, frutos secos y otros que nos ayuden a mantener el equilibrio hídrico y mineral del cuerpo.
  • Usar protector solar. La protección debería ser al menos de 30. Si vamos a hacer una ruta en bicicleta, ya sea más larga o más corta, siempre es muy importante usar el protector, tanto para evitar quemaduras del sol, como para evitar posibles enfermedades.
  • Contratar un seguro de ciclistasi en algún momento no podemos seguir y necesitamos asistencia en carretera podremos hacer uso del seguro y evitar un mal mayor.
  • Llevar ropa transpirable y fresca. Es recomendable usar ropa que sea transpirable, así nuestro cuerpo podrá regular mejor su temperatura al expulsar el calor de forma correcta. Otras recomendaciones son el uso de ropa de colores claros, maillots de cremallera frontal completa y cascos ventilados.

No hay que olvidar tampoco las gafas de sol como un complemento indispensable, ya que no solo podemos quemarnos la piel, sino que nuestros ojos también sufren con el sol y el calor, unas buenas gafas de sol nos ayudarán a protegerlos.

Además de estos consejos se aconseja realizar las rutas por lugares donde podamos encontrar fuentes para refrescarnos más si lo necesitamos, y para reponer nuestra botella de agua si fuera necesario.

Factor Q en el ciclismo, toda la práctica

En el anterior post en el que hablábamos sobre qué era el Factor Q, comentábamos que se trataba de una medida de gran importancia en el ciclismo, aunque aún bastante desconocida por la mayoría de personas que practican este deporte.

Repasamos brevemente los conceptos básicos para situarnos. El factor Q, por un lado, es la distancia que existe entre las piernas al pedalear y, por otro lado, es la distancia máxima que hay entre las caras exteriores de las bielas, a la altura donde están atornillados los pedales. Este sería conocido como factor Q máximo.
Destacamos también dos conceptos importantes y relacionados, el factor Q mínimo, que es la distancia que separa la cara exterior de la biela del eje horizontal del pie. A este factor Q mínimo le sumamos el factor Q máximo y obtenemos el factor Q Funcional, que consiste en la distancia que existe de centro a centro de pedal.

Debido a esto, el Factor Q puede tener una gran relevancia en la biomecánica, la salud y el rendimiento del ciclista.

¿Cómo afecta exactamente?

La biomecánica persigue el objetivo de optimizar el rendimiento del ciclista, esta mejora incide fundamentalmente en tres aspectos: la eficiencia, la ergonomía y evitar lesiones.
Si un ciclista es más eficiente, podrá producir más potencia con un menor gasto de energía. Es importante, además, que se encuentre cómodo sobre la bici, evitando cualquier tipo de impedimento o dolor que interfiera en el pedaleo.

En la eficiencia, la ergonomía y la prevención lesiones influye en gran medida el Factor Q. Para determinar la medida de nuestro factor Q hay que medir la separación de las crestas ilíacas de costado a costado. Esta medida junto con la anterior mencionada de la separación de las bielas, permiten al ciclista utilizar todos los músculos de la pierna en carga, extensión y flexión. Es importante que la medida sea la correcta y la adecuada para cada uno de nosotros, para evitar así esas posibles lesiones.

Nuestro factor Q funcional permite al desarrollo muscular realizar un mayor incremento en el equilibrio y aptitud durante la etapa de nuestro crecimiento, posibilita la obtención de una mayor eficacia en la etapa del desarrollo, evitando así posibles alteraciones o dolencias. Y en la etapa adulta produce mejoras, siempre que la medida haya sido la correcta, con lo cual evitaremos posibles trastornos en la cabeza del fémur, la rodilla o el tobillo, ya que estamos proporcionando estabilidad de carga sobre el eje simétrico.

Debemos tener en cuenta también que el factor Q puede estar condicionado por otros problemas que presentemos, como por ejemplo inestabilidades plantares o cualquier otro tipo de problema que pueda surgir. Es importante resolverlos para que el factor Q pueda seguir funcionando igualmente estable y de manera útil y beneficiosa para nosotros.

Un estudio biomecánico nos ayudará a explorar tanto las posibilidades de movimiento como ciclistas, así como las formas de manifestar ese movimiento sobre la bicicleta. A partir de un análisis biomecánico se puede modificar, en primer lugar, las métricas de la bicicleta que no sean correctas, como la altura del sillín, calas, manillar…, y en segundo lugar se podrá reeducar el movimiento y posición del ciclista en el caso de que este no sea el correcto.
Con esto podemos conseguir que el factor Q sea el correcto.

Como consecuencia de esto, es decir de tener una correcta medida del factor Q funcional, gracias a una buena postura, y una bici con las medidas correctas, conseguiremos, como hemos mencionado antes, por un lado mejorar el rendimiento en la bici, ya que cualquier pequeño cambio a mejor será repetido durante todas las pedaladas que realicemos, y lo veremos reflejado de forma positiva. Al mejorar tanto nuestro rendimiento como la postura en la bici estaremos evitando posibles problemas tan comunes como el cansancio, mareos o la fatiga.

Por otro lado, estaremos evitando posibles lesiones ocasionadas por malas posturas o las medidas incorrectas en nuestra bici. En muchas ocasiones somos nosotros mismos los causantes de las lesiones, debido a alguna métrica errónea del pasado, un material inadecuado, o una forma de pedalear incorrecta. Y a veces, aunque variemos nosotros mismos la métrica o la forma de pedalear, el dolor sigue apareciendo, por lo que tendríamos que acudir a un experto que nos indicara las medidas exactas.

Observamos, por tanto, como el factor Q nos proporciona beneficios reales en nuestra práctica con la bici, tanto si la usamos más a diario como si no, es una medida a tener en cuenta, para evitar así posibles problemas de salud, que es lo principal y lo más importante.

Jyrobike, una bici para que los niños aprendan sin caerse

La mayoría de nosotros aprendimos a montar en bici de pequeños ayudados de los ruedines, y cuando los quitábamos nos caíamos una y otra vez, hasta que aprendíamos a montar en bici sin perder el equilibrio. Hasta que no nos sentíamos seguros en la bicicleta no queríamos que nuestro padre nos soltara y sin darnos cuenta comenzábamos a andar solos.

Ahora decimos adiós a los ruedines y a las caídas con una nueva bici llamada Jyrobike, se trata de una bici pensada para los más pequeños, e incluso para aquellos que aún no han aprendido a andar en bici.

Pero, ¿qué tiene esta bici para evitar las caídas y que sea más fácil mantener el equilibrio para no caerse? Jyrobike cuenta con un sistema de balance automático guiado por giroscopios, ubicado en su rueda delantera. De esta forma, cualquier variación brusca en la dirección estará compensada por un disco que, al girar rápidamente, mantiene la bici estable. Con esto se evitará que el niño se caiga de la bicicleta y le enseñará, de una forma más sencilla, a mantener el equilibrio, sin la necesidad de las ruedas de apoyo.

Muchos padres pensarán que el método tradicional es mejor para aprender a montar en bici, es decir, que es mejor aprender equivocándose o cayéndose de la bici, pero está claro que esta bicicleta es una buena alternativa para aprender, sobre todo para aquellos niños a los que les cuesta más mantener el equilibrio o tienen demasiado miedo a caerse de la bici.

Esto además proporciona una gran libertad a los padres, que no tienen que preocuparse de posibles caídas más graves que puedan sufrir sus hijos. Pueden aprovechar para montar ellos también en bici con sus hijos, involucrarse más y compartir esa alegría de aprender a montar en bici, que creemos que es uno de los grandes logros que conseguimos de pequeños, el montar en bici.

En principio esto surgió como una idea en la Universidad de Darmouth, en Estados Unidos, y por el momento están recaudando fondos en la plataforma de micromecenazgo Kickstarter, para conseguir financiación para el proyecto. Han fijado el precio inicial entre unos 180 y 220 euros, aunque también ofrecen la posibilidad de comprar solo la rueda delantera, la que incorpora el estabilizador.
Si superan con éxito esta campaña, tienen el objetivo de desarrollar un modelo similar pero para adultos.

Que los niños aprendan a montar en bici es muy importante, ya que si aprenden y usan la bicicleta a menudo desde pequeños es probable que en el futuro la usen como medio de transporte habitual, algo que además de ser sano y beneficioso para su propia salud, ayuda a mantener el medio ambiente.

Camino de Santiago en bici

El Camino de Santiago es probablemente el itinerario de gran recorrido más conocido de España. Cada vez más, la bicicleta se ha convertido en uno de los medios de transporte más adecuados y populares para la realización de este camino.

Hay diferentes rutas para realizar con nuestra bici: el Camino Francés con 760km (aproximadamente), el Camino Aragonés con 820km, la ruta primitiva con 315km, el Camino Vasco con 201km, el Camino del Norte con 800km, la Vía de la Plata con 690km, el Camino Sanabrés con 363km, el Camino Portugués con 117km.

A la hora de decidir cómo realizar el camino, es primordial que elijamos qué tipo de bicicleta vamos a llevar, ya sea de montaña, de carretera o híbrida.
La bici de montaña puede ir, en principio, por los mismos caminos que recorren las personas a pie por lo que es una ventaja a tener en cuenta, no tiene muchas restricciones en cuanto al terreno por el que podemos circular y ofrece una mayor facilidad de pedaleo.

La bici de carretera, como bien indica su nombre, es para ir por la carrera y puede resultar más cómoda a la hora de realizar el camino, ya que no encontraremos tantos obstáculos en el terreno como podríamos tener con una bici de montaña.

Otra elección podría ser la bicicleta híbrida, que consiste en una mezcla de las dos anteriores, este sería el caso más conveniente, ya que se ajusta a todo tipo de situaciones.

Una vez que hayamos decidido realizar el Camino de Santiago en bici y seleccionado la bicicleta, debemos tener en cuenta que realizar esta peregrinación supone asumir una serie de riesgos, ya que en bicicleta estaríamos expuestos a sufrir algún accidente con mayor probabilidad que si realizáramos el camino andando, y además con otro inconveniente, y es que podrían robarnos la bici.
Por esto, en los últimos años están aumentando la contratación de seguros de bicicletas, pero no solo en el tiempo de duración en el que se realiza el camino, sino durante todo el año, ya que, como comentan muchos ciclistas, es más rentable contratar un seguro anual, porque no se trata solo de estar protegidos mientras están haciendo el Camino de Santiago, sino que tener este tipo de seguros les proporciona una tranquilidad y seguridad siempre, en cualquier momento.

Antes de ponernos en marcha, debemos tener una buena preparación: física, mecánica y técnica.
Preparación física. Seamos o no aficionados al ciclismo y lo practiquemos con más o menos frecuencia, quizá no nos hayamos enfrentado nunca a tantos kilómetros cada día. Por esto es importante tomarse en serio la preparación física. Se aconseja visitar al médico para hacernos un chequeo o revisión y asegurarnos que podemos realizar el trayecto sin problemas.
Por otra parte, tenemos que realizar un entrenamiento que comience con pocos kilómetros e ir aumentando poco a poco, progresivamente, ya que siendo constantes es como veremos nuestros progresos.
A estos entrenamientos podemos añadir ejercicios diarios para ganar elasticidad en los músculos de las piernas, espalda y cuello.

Preparación mecánica. Tenemos que asegurarnos que nuestra bici está en perfecto estado, para ello se aconseja llevarla a un mecánico que nos aconseje si necesita algunas mejoras o arreglos.

Preparación técnica. Si tenemos algún conocido que sea más experimentado en ciclismo o haya realizado ya el camino en bici, nos pueden aconsejar sobre el entrenamiento, qué postura es mejor en la bici, cuándo hacer los cambios de marchas, etc.

Un aspecto importante a tener en cuenta es el equipaje. En nuestra bici no podemos llevar gran cantidad de bultos, por lo que seguramente tendremos que adaptar algunas alforjas o bolsas que nos permitan poder cargar más cosas en la bici.
Es importante llevar el peso siempre equilibrado para que sea más cómodo a la hora de pedalear. Lo más cómodo es llevar alforjas o parrilla en la parte trasera de la bici, y un triángulo hombrera colocado en la barra del sillín para guardar por ejemplo las herramientas básicas.

Se recomienda llevar ropa ligera y ajustada que no haga mucha resistencia al aire, los colores deben ser no muy oscuros pero sí llamativos para hacernos visibles ante los demás vehículos.

Recordar de nuevo la importancia de la seguridad al circular en bicicleta, el Camino de Santiago se trata de un trayecto de muchos kilómetros, y lo que queremos es disfrutar de esta experiencia y no preocuparnos de nada más, por todo esto es muy recomendable contar con un seguro para nuestra bici. En Biciplan comparamos seguros para bicicletas y seguros para ciclistas entre las mejores compañías aseguradoras y a precios muy asequibles.

Preocupémonos tan solo de disfrutar con nuestra bici…

Centrar la rueda de una MTB

Aprender a centrar la rueda de una MTB nos va a ayudar a corregir una rueda descentrada y así evitar posibles peligros que podamos correr al ir con una rueda en este estado.
Una rueda descentrada causa imprecisión en la frenada y va en aumento si no se corrige este problema.

La tarea de centrar una rueda no supone ninguna gran complicación, y no debe ser un problema la hora de salir con la bicicleta, ya que se puede reparar fácilmente.

Este problema puede ser habitual si salimos con frecuencia en bici por la montaña, ya que tenemos que sortear obstáculos, piedras, saltos, desniveles… y las ruedas se descentran por la fuerza que tienen que soportar.

En Biciplan, comparador de seguros de bicicletas y ciclistas queremos enseñar cómo centrar una rueda a todos aquellos que todavía no sepan. Para llevar a cabo el centrado de las ruedas no es necesario tener muchos medios ni herramientas sofisticadas, sino que solo nos hará falta una llave para radios.

En primer lugar, es muy importante saber en qué consiste centrar una rueda de bicicleta, qué son los radios, cuál es su misión y cómo se ajusta la tensión correcta.
Por otro lado, tenemos que saber si nuestra rueda está mal paraguada o mal centrada. El centrado y el paraguado de una rueda de bici de montaña son dos cosas totalmente diferentes.

Lo más habitual es que la rueda esté descentrada solo en algún punto o algunos puntos a un lado, al otro lado o a ambos, a esto se le llama como rueda descentrada.

En cambio, si la rueda está desplazada a un lado, se llama rueda aparaguada.
Para poder reparar una rueda que está aparaguada necesitaríamos una herramienta específica, y es algo más complejo, aunque lo que se trata es de asegurar que el centro de la llanta en vertical está en el centro del eje de la rueda.

Para saber si nuestra rueda está descentrada, tenemos que fijarnos siempre en un punto fijo en la misma horquilla trasera o delantera. Primero colocamos la bici apoyada en el suelo sobre el manillar y el sillín y giramos la rueda que queremos comprobar. Un destornillador o desmontador nos servirá, sujetándolo en la horquilla, para tener ese punto de referencia fijo en la banda de la llanta, donde unos frenos de zapata rozarían.
Con esto podremos comprobar fácilmente si necesitamos centrar o no la rueda de nuestra bici.

Como hemos mencionado antes, para enderezar y centrar una rueda, la única herramienta que vamos a necesitar es una llave para radios. Dejamos la bici colocada así del revés ya que nos será mucho más cómodo para trabajar.

Es conveniente que, previamente, desmontemos la cubierta y la cámara de la rueda para trabajar solo con la llanta, para asegurar que la centramos correctamente.

Para comenzar, debemos saber que cada rueda tiene dos juegos de radios, unos anclados al lado derecho del buje y otros al lado izquierdo. Para llevar la llanta hacia un lado tenemos que apretar los radios de ese lado y/o aflojar los radios del lado contrario, solo en el caso de que sea necesario.

Nos colocamos frente a la llanta y giramos la rueda lentamente, fijándonos en el punto de referencia que hemos explicado anteriormente. Si vemos que la rueda tiene una desviación, se recomienda marcar con un lápiz, por ejemplo, la zona de la llanta descentrada, y señalar pequeños puntos en los radios que tenemos que ajustar. Así es mucho más fácil localizar los puntos que hay que reajustar.

El siguiente paso es apretar o aflojar los radios de las zonas afectadas. Si tenemos descentrada la rueda hacia la izquierda, pues tendremos que apretar los radios del lado izquierdo a lo largo de la zona afectada, pudiendo ser necesario aflojar los radios del lado derecho si los otros ya están muy tensos.
A medida que vayamos corrigiendo los radios, podemos ir girando la rueda para comprobar que la parte descentrada se va corrigiendo.
Para saber si los radios se encuentran equilibrados hay que pinzarlos de dos en dos con los dedos de la mano.

Con la práctica, cada vez será más fácil realizar la tarea de centrar una rueda, y en unos pocos minutos ya podrá estar lista para salir de nuevo a pedalear.

La aerodinámica en el ciclismo

En Biciplan, solemos decir que uno de los mayores enemigos del ciclista es el viento. Cualquier persona que monte en bici sabe que solo con una ligera brisa, ya hay que hacer un esfuerzo mayor para tratar de mantener la velocidad. Ocurre lo mismo aunque no tengamos el viento en contra, es decir, la resistencia del viento es la mayor fuerza que el ciclista tiene que vencer cuando circula en llano. Debido a esto, una de las prioridades de los ciclistas, sobre todo para los que participan en algún tipo de competición, es optimizar la aerodinámica.

El ciclista sobre su bicicleta tiene tres puntos de apoyo: pedales, sillín y manillar. Con los pedales tenemos cierta libertad de rotación, mientras que con el sillín hay cierta libertad en sentido longitudinal. El tercer punto de apoyo, el manillar, ofrece mucha más movilidad ya que la posición de la manos puede variar de forma significativa.
Debido a esto, la posición del ciclista en la bici puede variar en gran medida, y como consecuencia puede traer variaciones en la resistencia aerodinámica.

Hay 3 fuerzas externas que se oponen al avance del ciclista:

  • Resistencia aerodinámica: aunque nos dé la sensación de que no corre aire o que no ofrece ninguna resistencia al avance, esta resistencia de forma exponencial con la velocidad de desplazamiento. Por ejemplo, a una velocidad de 15 o 20 km/h (sin viento), la resistencia aerodinámica es baja, pero a velocidades de 30 km/h (sin viento), la resistencia aerodinámica aumenta considerablemente, y se convierte es una fuerza que el ciclista tiene que vencer, empleando una mayor intensidad en su ejercicio.
  • Resistencia de rodadura: se refiere a la resistencia que se genera por la fricción de las ruedas sobre la superficie o suelo.
  • Resistencia de gravedad: este tipo de resistencia la tenemos que vencer siempre que se produzca un cambio de altitud en la superficie (cualquier cuesta pequeña o pendiente ya supone un cambio de altitud). Esta resistencia va a ser proporcional al peso y a la diferencia de altitud. Si rodamos en llano con nuestra bici no habrá cambios de altitud, por lo que no tendríamos que tener en cuenta este último tipo.

Podemos destacar también las fuerzas internas que pueden oponerse al avance del ciclista, que son todas aquellas que componen el rozamiento interactivo de los componentes propios del a bici. Estas fuerzas no se pueden comparar con las externas, ya que las fuerzas internas apenas llegan al 5% del total de las fuerzas de resistencia, pero no por eso hay que dejar de tenerlas en cuenta.

Como vemos, debemos tener en cuenta la posición que adoptamos en la bicicleta, ya que influye en la resistencia aerodinámica, y ésta en el rendimiento físico. Pequeños cambios en nuestra posición pueden variar significativamente la resistencia aerodinámica.

Si mejoramos la resistencia aerodinámica, conseguiríamos que a la misma velocidad la velocidad fuera mayor, o podríamos conseguir que para la misma velocidad, disminuyera la potencia que tenemos que emplear pedaleando, por lo que se reduciría el riesgo de fatiga, cansancio o agotamiento.

Orbea, una marca con mucha historia

Siempre hablamos de bicis, rutas, consejos… pero también nos gusta de vez en cuando pararnos a leer las historias de las marcas más reconocidas e importantes de bicicletas, como es Orbea en este caso.

En el año 1840, los hermanos Juan Manuel, Casimiro, Mateo y Petra Orbea Murua, fundaron una pequeña empresa en la localidad de Éibar (País Vasco). Hasta el año 1895 la empresa se llamaba Orbea Hermanos y Compañía, cuando los hijos tomaron el relevo de la empresa, pasó a llamarse Orbea y Compañía.
En sus comienzos, la empresa se dedicaba a la fabricación y producción de pistolas y armas.

En 1926, debido a unos problemas familiares, la empresa se dividió en dos: los Orbea de Éibar continuaron con el negocio de las armas y se introdujeron en el de la máquina-herramienta, recuperaron además el nombre original de Orbea Hermanos; la otra parte, llamada Orbea y Cía., fue abandonando poco a poco el negocio de las armas y comenzaron con la fabricación de las bicicletas.

En 1969 Orbea tocaba fondo. La empresa entró en crisis, tan solo quedaba un miembro de la familia fundadora en la empresa, Esteban Orbea, y los trabajadores intentaron convencerlo para no cerrar la empresa y poder así conservar sus puestos de trabajo. La única opción era convertirse en cooperativa. Así es como nació la cooperativa Orbea, que se integró en Mondragón Corporación Corporativa (MCC). La empresa Orbea se trasladó a la sede de Mallabia.

En el año 98 comienzan una estrategia de internacionalización, ya que hasta la fecha trabajaban exclusivamente en el mercado nacional, solo realizaban puntuales exportaciones a Francia.

A partir de este momento la empresa crea filiales en Estados Unidos, Reino Unido, Italia, Francia, Bélgica, Portugal y Australia. Su presencia en los mercados de todo el mundo se realiza a través de importadores. Actualmente están presentes en más de 65 países.

Orbea produce distintos tipos de bicicletas, desde bicis de montaña hasta bicis de carretera o de paseo. Entre sus modelos más destacados se encuentran los modernos diseños de fibra de carbono, el primero fue en 2003, la bicicleta llamada Orca fue la primera construida con fibra de carbono. Fue toda una revolución, e inició una nueva era no solo para la marca, sino también para los aficionados al ciclismo más exigentes.

Orbea ha destacado también por patrocinar y financiar a diferentes equipos de ciclismo, así como organizar pruebas ciclistas. Esta marca ha logrado tres medallas en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, Samuel Sánchez, corredor del Euskaltel-Euskadi, logró el oro en ruta, y Julien Absalon y Jean Christophe Peraud en la categoría de montaña, lograron las preseas de oro y plata, respectivamente.

La actividad de la marca se centra, sobre todo, en las bicicletas, ropa ciclista, cascos y viajes. Dentro de la gama de productos Orbea podemos encontrar bicis de carretera, de montaña, trekking, eléctricas niños.

Se caracterizan por el cuidado que hay en su diseño, su ingeniería y tecnología y destaca la garantía de por vida que tienen todos sus productos.