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Camino de Santiago en bici

El Camino de Santiago es probablemente el itinerario de gran recorrido más conocido de España. Cada vez más, la bicicleta se ha convertido en uno de los medios de transporte más adecuados y populares para la realización de este camino.

Hay diferentes rutas para realizar con nuestra bici: el Camino Francés con 760km (aproximadamente), el Camino Aragonés con 820km, la ruta primitiva con 315km, el Camino Vasco con 201km, el Camino del Norte con 800km, la Vía de la Plata con 690km, el Camino Sanabrés con 363km, el Camino Portugués con 117km.

A la hora de decidir cómo realizar el camino, es primordial que elijamos qué tipo de bicicleta vamos a llevar, ya sea de montaña, de carretera o híbrida.
La bici de montaña puede ir, en principio, por los mismos caminos que recorren las personas a pie por lo que es una ventaja a tener en cuenta, no tiene muchas restricciones en cuanto al terreno por el que podemos circular y ofrece una mayor facilidad de pedaleo.

La bici de carretera, como bien indica su nombre, es para ir por la carrera y puede resultar más cómoda a la hora de realizar el camino, ya que no encontraremos tantos obstáculos en el terreno como podríamos tener con una bici de montaña.

Otra elección podría ser la bicicleta híbrida, que consiste en una mezcla de las dos anteriores, este sería el caso más conveniente, ya que se ajusta a todo tipo de situaciones.

Una vez que hayamos decidido realizar el Camino de Santiago en bici y seleccionado la bicicleta, debemos tener en cuenta que realizar esta peregrinación supone asumir una serie de riesgos, ya que en bicicleta estaríamos expuestos a sufrir algún accidente con mayor probabilidad que si realizáramos el camino andando, y además con otro inconveniente, y es que podrían robarnos la bici.
Por esto, en los últimos años están aumentando la contratación de seguros de bicicletas, pero no solo en el tiempo de duración en el que se realiza el camino, sino durante todo el año, ya que, como comentan muchos ciclistas, es más rentable contratar un seguro anual, porque no se trata solo de estar protegidos mientras están haciendo el Camino de Santiago, sino que tener este tipo de seguros les proporciona una tranquilidad y seguridad siempre, en cualquier momento.

Antes de ponernos en marcha, debemos tener una buena preparación: física, mecánica y técnica.
Preparación física. Seamos o no aficionados al ciclismo y lo practiquemos con más o menos frecuencia, quizá no nos hayamos enfrentado nunca a tantos kilómetros cada día. Por esto es importante tomarse en serio la preparación física. Se aconseja visitar al médico para hacernos un chequeo o revisión y asegurarnos que podemos realizar el trayecto sin problemas.
Por otra parte, tenemos que realizar un entrenamiento que comience con pocos kilómetros e ir aumentando poco a poco, progresivamente, ya que siendo constantes es como veremos nuestros progresos.
A estos entrenamientos podemos añadir ejercicios diarios para ganar elasticidad en los músculos de las piernas, espalda y cuello.

Preparación mecánica. Tenemos que asegurarnos que nuestra bici está en perfecto estado, para ello se aconseja llevarla a un mecánico que nos aconseje si necesita algunas mejoras o arreglos.

Preparación técnica. Si tenemos algún conocido que sea más experimentado en ciclismo o haya realizado ya el camino en bici, nos pueden aconsejar sobre el entrenamiento, qué postura es mejor en la bici, cuándo hacer los cambios de marchas, etc.

Un aspecto importante a tener en cuenta es el equipaje. En nuestra bici no podemos llevar gran cantidad de bultos, por lo que seguramente tendremos que adaptar algunas alforjas o bolsas que nos permitan poder cargar más cosas en la bici.
Es importante llevar el peso siempre equilibrado para que sea más cómodo a la hora de pedalear. Lo más cómodo es llevar alforjas o parrilla en la parte trasera de la bici, y un triángulo hombrera colocado en la barra del sillín para guardar por ejemplo las herramientas básicas.

Se recomienda llevar ropa ligera y ajustada que no haga mucha resistencia al aire, los colores deben ser no muy oscuros pero sí llamativos para hacernos visibles ante los demás vehículos.

Recordar de nuevo la importancia de la seguridad al circular en bicicleta, el Camino de Santiago se trata de un trayecto de muchos kilómetros, y lo que queremos es disfrutar de esta experiencia y no preocuparnos de nada más, por todo esto es muy recomendable contar con un seguro para nuestra bici. En Biciplan comparamos seguros para bicicletas y seguros para ciclistas entre las mejores compañías aseguradoras y a precios muy asequibles.

Preocupémonos tan solo de disfrutar con nuestra bici…

Centrar la rueda de una MTB

Aprender a centrar la rueda de una MTB nos va a ayudar a corregir una rueda descentrada y así evitar posibles peligros que podamos correr al ir con una rueda en este estado.
Una rueda descentrada causa imprecisión en la frenada y va en aumento si no se corrige este problema.

La tarea de centrar una rueda no supone ninguna gran complicación, y no debe ser un problema la hora de salir con la bicicleta, ya que se puede reparar fácilmente.

Este problema puede ser habitual si salimos con frecuencia en bici por la montaña, ya que tenemos que sortear obstáculos, piedras, saltos, desniveles… y las ruedas se descentran por la fuerza que tienen que soportar.

En Biciplan, comparador de seguros de bicicletas y ciclistas queremos enseñar cómo centrar una rueda a todos aquellos que todavía no sepan. Para llevar a cabo el centrado de las ruedas no es necesario tener muchos medios ni herramientas sofisticadas, sino que solo nos hará falta una llave para radios.

En primer lugar, es muy importante saber en qué consiste centrar una rueda de bicicleta, qué son los radios, cuál es su misión y cómo se ajusta la tensión correcta.
Por otro lado, tenemos que saber si nuestra rueda está mal paraguada o mal centrada. El centrado y el paraguado de una rueda de bici de montaña son dos cosas totalmente diferentes.

Lo más habitual es que la rueda esté descentrada solo en algún punto o algunos puntos a un lado, al otro lado o a ambos, a esto se le llama como rueda descentrada.

En cambio, si la rueda está desplazada a un lado, se llama rueda aparaguada.
Para poder reparar una rueda que está aparaguada necesitaríamos una herramienta específica, y es algo más complejo, aunque lo que se trata es de asegurar que el centro de la llanta en vertical está en el centro del eje de la rueda.

Para saber si nuestra rueda está descentrada, tenemos que fijarnos siempre en un punto fijo en la misma horquilla trasera o delantera. Primero colocamos la bici apoyada en el suelo sobre el manillar y el sillín y giramos la rueda que queremos comprobar. Un destornillador o desmontador nos servirá, sujetándolo en la horquilla, para tener ese punto de referencia fijo en la banda de la llanta, donde unos frenos de zapata rozarían.
Con esto podremos comprobar fácilmente si necesitamos centrar o no la rueda de nuestra bici.

Como hemos mencionado antes, para enderezar y centrar una rueda, la única herramienta que vamos a necesitar es una llave para radios. Dejamos la bici colocada así del revés ya que nos será mucho más cómodo para trabajar.

Es conveniente que, previamente, desmontemos la cubierta y la cámara de la rueda para trabajar solo con la llanta, para asegurar que la centramos correctamente.

Para comenzar, debemos saber que cada rueda tiene dos juegos de radios, unos anclados al lado derecho del buje y otros al lado izquierdo. Para llevar la llanta hacia un lado tenemos que apretar los radios de ese lado y/o aflojar los radios del lado contrario, solo en el caso de que sea necesario.

Nos colocamos frente a la llanta y giramos la rueda lentamente, fijándonos en el punto de referencia que hemos explicado anteriormente. Si vemos que la rueda tiene una desviación, se recomienda marcar con un lápiz, por ejemplo, la zona de la llanta descentrada, y señalar pequeños puntos en los radios que tenemos que ajustar. Así es mucho más fácil localizar los puntos que hay que reajustar.

El siguiente paso es apretar o aflojar los radios de las zonas afectadas. Si tenemos descentrada la rueda hacia la izquierda, pues tendremos que apretar los radios del lado izquierdo a lo largo de la zona afectada, pudiendo ser necesario aflojar los radios del lado derecho si los otros ya están muy tensos.
A medida que vayamos corrigiendo los radios, podemos ir girando la rueda para comprobar que la parte descentrada se va corrigiendo.
Para saber si los radios se encuentran equilibrados hay que pinzarlos de dos en dos con los dedos de la mano.

Con la práctica, cada vez será más fácil realizar la tarea de centrar una rueda, y en unos pocos minutos ya podrá estar lista para salir de nuevo a pedalear.

La aerodinámica en el ciclismo

En Biciplan, solemos decir que uno de los mayores enemigos del ciclista es el viento. Cualquier persona que monte en bici sabe que solo con una ligera brisa, ya hay que hacer un esfuerzo mayor para tratar de mantener la velocidad. Ocurre lo mismo aunque no tengamos el viento en contra, es decir, la resistencia del viento es la mayor fuerza que el ciclista tiene que vencer cuando circula en llano. Debido a esto, una de las prioridades de los ciclistas, sobre todo para los que participan en algún tipo de competición, es optimizar la aerodinámica.

El ciclista sobre su bicicleta tiene tres puntos de apoyo: pedales, sillín y manillar. Con los pedales tenemos cierta libertad de rotación, mientras que con el sillín hay cierta libertad en sentido longitudinal. El tercer punto de apoyo, el manillar, ofrece mucha más movilidad ya que la posición de la manos puede variar de forma significativa.
Debido a esto, la posición del ciclista en la bici puede variar en gran medida, y como consecuencia puede traer variaciones en la resistencia aerodinámica.

Hay 3 fuerzas externas que se oponen al avance del ciclista:

  • Resistencia aerodinámica: aunque nos dé la sensación de que no corre aire o que no ofrece ninguna resistencia al avance, esta resistencia de forma exponencial con la velocidad de desplazamiento. Por ejemplo, a una velocidad de 15 o 20 km/h (sin viento), la resistencia aerodinámica es baja, pero a velocidades de 30 km/h (sin viento), la resistencia aerodinámica aumenta considerablemente, y se convierte es una fuerza que el ciclista tiene que vencer, empleando una mayor intensidad en su ejercicio.
  • Resistencia de rodadura: se refiere a la resistencia que se genera por la fricción de las ruedas sobre la superficie o suelo.
  • Resistencia de gravedad: este tipo de resistencia la tenemos que vencer siempre que se produzca un cambio de altitud en la superficie (cualquier cuesta pequeña o pendiente ya supone un cambio de altitud). Esta resistencia va a ser proporcional al peso y a la diferencia de altitud. Si rodamos en llano con nuestra bici no habrá cambios de altitud, por lo que no tendríamos que tener en cuenta este último tipo.

Podemos destacar también las fuerzas internas que pueden oponerse al avance del ciclista, que son todas aquellas que componen el rozamiento interactivo de los componentes propios del a bici. Estas fuerzas no se pueden comparar con las externas, ya que las fuerzas internas apenas llegan al 5% del total de las fuerzas de resistencia, pero no por eso hay que dejar de tenerlas en cuenta.

Como vemos, debemos tener en cuenta la posición que adoptamos en la bicicleta, ya que influye en la resistencia aerodinámica, y ésta en el rendimiento físico. Pequeños cambios en nuestra posición pueden variar significativamente la resistencia aerodinámica.

Si mejoramos la resistencia aerodinámica, conseguiríamos que a la misma velocidad la velocidad fuera mayor, o podríamos conseguir que para la misma velocidad, disminuyera la potencia que tenemos que emplear pedaleando, por lo que se reduciría el riesgo de fatiga, cansancio o agotamiento.

Orbea, una marca con mucha historia

Siempre hablamos de bicis, rutas, consejos… pero también nos gusta de vez en cuando pararnos a leer las historias de las marcas más reconocidas e importantes de bicicletas, como es Orbea en este caso.

En el año 1840, los hermanos Juan Manuel, Casimiro, Mateo y Petra Orbea Murua, fundaron una pequeña empresa en la localidad de Éibar (País Vasco). Hasta el año 1895 la empresa se llamaba Orbea Hermanos y Compañía, cuando los hijos tomaron el relevo de la empresa, pasó a llamarse Orbea y Compañía.
En sus comienzos, la empresa se dedicaba a la fabricación y producción de pistolas y armas.

En 1926, debido a unos problemas familiares, la empresa se dividió en dos: los Orbea de Éibar continuaron con el negocio de las armas y se introdujeron en el de la máquina-herramienta, recuperaron además el nombre original de Orbea Hermanos; la otra parte, llamada Orbea y Cía., fue abandonando poco a poco el negocio de las armas y comenzaron con la fabricación de las bicicletas.

En 1969 Orbea tocaba fondo. La empresa entró en crisis, tan solo quedaba un miembro de la familia fundadora en la empresa, Esteban Orbea, y los trabajadores intentaron convencerlo para no cerrar la empresa y poder así conservar sus puestos de trabajo. La única opción era convertirse en cooperativa. Así es como nació la cooperativa Orbea, que se integró en Mondragón Corporación Corporativa (MCC). La empresa Orbea se trasladó a la sede de Mallabia.

En el año 98 comienzan una estrategia de internacionalización, ya que hasta la fecha trabajaban exclusivamente en el mercado nacional, solo realizaban puntuales exportaciones a Francia.

A partir de este momento la empresa crea filiales en Estados Unidos, Reino Unido, Italia, Francia, Bélgica, Portugal y Australia. Su presencia en los mercados de todo el mundo se realiza a través de importadores. Actualmente están presentes en más de 65 países.

Orbea produce distintos tipos de bicicletas, desde bicis de montaña hasta bicis de carretera o de paseo. Entre sus modelos más destacados se encuentran los modernos diseños de fibra de carbono, el primero fue en 2003, la bicicleta llamada Orca fue la primera construida con fibra de carbono. Fue toda una revolución, e inició una nueva era no solo para la marca, sino también para los aficionados al ciclismo más exigentes.

Orbea ha destacado también por patrocinar y financiar a diferentes equipos de ciclismo, así como organizar pruebas ciclistas. Esta marca ha logrado tres medallas en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, Samuel Sánchez, corredor del Euskaltel-Euskadi, logró el oro en ruta, y Julien Absalon y Jean Christophe Peraud en la categoría de montaña, lograron las preseas de oro y plata, respectivamente.

La actividad de la marca se centra, sobre todo, en las bicicletas, ropa ciclista, cascos y viajes. Dentro de la gama de productos Orbea podemos encontrar bicis de carretera, de montaña, trekking, eléctricas niños.

Se caracterizan por el cuidado que hay en su diseño, su ingeniería y tecnología y destaca la garantía de por vida que tienen todos sus productos.

10 mitos sobre ir en bicicleta

Como muchas otras cosas, la bicicleta también está rodeada de mitos. Algunos surgen por la falta de información y el desconocimiento, y otros simplemente son creados o inventados.
A continuación desde Biciplan, comparador de seguros de bicicletas y ciclistas queremos compartir los 10 mitos sobre el ciclismo que pueden ser los más comunes.

1. Beber agua con azúcar para las agujetas

El dolor de las agujetas es la consecuencia de una inflamación de ciertas microestructuras musculares, y no se solucionan haciendo llegar azúcar al músculo, por lo que este remedio es falso. El dolor se puede aliviar con antiinflamatorios, aunque no es del todo recomendable debido a los posibles efectos secundarios. Otro remedio es realizar actividad física suave, para que se repare ese daño muscular.

2. Cuantos más kilómetros, mejor

Pensar que solo se puede mejorar entrenando más, es un error. El éxito no se basa en el volumen o número de kilómetros que hayamos realizado, sino que se encuentra en hacer esos kilómetros con la intensidad adecuada, hay que llevar una progresión. Solo consiguiendo ese equilibrio entre carga física y tiempo para asimilarla, es como lograremos una mejora notable de la forma física.

3. Entrenar en ayunas para adelgazar

Realizar un entrenamiento en ayunas puede tener más efectos negativos que positivos. Algunas personas buscan reducir su peso a través del ayuno antes de un entrenamiento, pero lo que puede ocurrir al no comer nada es que se produzca una pérdida de masa muscular, lo que lleva a una disminución del rendimiento deportivo.

4. Realizar estiramientos para evitar lesiones

La realización de estiramientos no tiene una relación directa con la reducción de lesiones de carácter muscular. Es muy recomendable hacer ejercicios de estiramiento, ya que ayudan a mantener una óptima amplitud de movimientos en las articulaciones, es bueno para la salud postural y para evitar ciertas limitaciones a la hora de colocarnos correctamente sobre nuestra bicicleta.

5. El ciclismo produce impotencia

Cualquier conclusión sobre la impotencia requiere un análisis individual, ya que es algo que depende de cada persona en concreto. Es falso que los ciclistas desarrollen este tipo de problemas por practicar este deporte.
De todos modos, para evitar esto lo recomendable es limitar el tiempo en bicicleta, utilizar sillines más cómodos y evitar periodos de entrenamiento muy largos, entre otras cosas.

6. Usar chubasquero para perder peso

Usar chubasquero para aprovechar la nula transpirabilidad y aumentar la sudoración, no consigue el objetivo de perder peso por la vía de la eliminación de grasa corporal. Al sudar más, podemos perder peso, pero debido a la pérdida de líquido, que es algo que recuperamos en apenas 24 horas. Sin embargo, esto aumenta el riesgo de deshidratación, por lo que no es nada recomendable practicar deporte con un chubasquero o cualquier prensa antitranspirable.

7. No se puede llevar nada en la bici

Es verdad que en la bici no podemos cargar una gran cantidad de objetos como podríamos hacer en un coche. Pero sí que podemos transportar cosas, en cestas o unas alforjas por ejemplo. No es recomendable tampoco cargar con mucho peso, ya que nos desestabilizaría y podríamos tener algún accidente.

8. Comer, sobre todo, hidratos de carbono

La mejor dieta es la que satisface todas las necesidades nutricionales. Los hidratos de carbono son muy importantes, pero no lo único que debemos comer si queremos practicar ciclismo. Son necesarios nutrientes también como las grasas o proteínas, para un óptimo rendimiento deportivo.

9. Calambre por falta de sales

Una causa de los calambres puede ser la falta de sales minerales, pero ni mucho menos es la única. En muchas ocasiones achacamos los calambres a la falta de estas sales, pero el desencadenante más potente y común es una falta de condición física, deshidratación o fatiga.

10. Montar en bici es peligroso

Ir en bici no es peligroso, lo que hay es una falta cultura de respeto hacia las bicicletas, tanto en conductores como en algunos ciclistas. Cada vez más se apuesta por una mayor seguridad para los ciclistas, aumentando zonas especiales para ellos, así como más carriles bici, etc.
Hay algunos colectivos que se dedican a dar clases de seguridad en bicicleta urbana.

Cómo cambiar los piñones de una MTB

Cambiar el cassete de piñones de una Mountain Bike es más fácil de lo que parece, tan solo es necesario tener las herramientas adecuadas. Los piñones de nuestra bici están continuamente en contacto con la cadena, por lo que pueden sufrir un desgaste mayor y más rápido. Si observamos que falta algún “diente”, que alguno presenta mellas o una excesiva redondez, será necesario sustituirlo.

Biciplan, comparador de seguros de bicicletas y ciclistas hablamos sobre lo que necesitamos para cambiar los piñones son las herramientas adecuadas:

  • Una llave extractora de cassetes.
  • Una llave suelta-coronas o un trozo de cadena vieja.

En primer lugar, hay que desmontar el cassete viejo. Para ello, hay que soltar la rueda trasera y quitar el cierre que sujeta la rueda al cuadro, ayudándonos de la llave suelta-coronas o un trozo de cadena vieja bien sujeto, bloqueamos la corona de piñones y desatornillamos en su centro con la llave extractora de cassetes.

Cuando hayamos desatornillado el cassete, podremos extraerlo de la rueda deslizándolo hacia el exterior. Una vez hecho esto podemos extraer el bloque de piñones pero con cuidado, ya que los platos más pequeños no están unidos entre sí y podríamos tener algún problema.
Al estar todo desmontado es una buena ocasión para limpiar la zona, y una vez limpio volveríamos a engrasar la zona para asegurar un buen rendimiento, además de protección.

Antes de montar el nuevo cassete nos tenemos que asegurar de que tiene el mismo número de piñones que el anterior. Podemos encontrar coronas de 7,8,9 y 10 piñones, y solo podremos montar la que sea compatible con la transmisión de nuestra MTB.

Para montar el nuevo cassete lo que tenemos que hacer es introducirlo en el eje de la rueda hasta el final. El pivote donde debemos insertar el nuevo bloque presenta unas ranuras o guías, donde una es más ancha que las demás, evitando así que nos equivoquemos a la hora de colocarlo. Con la ayuda de la llave extractora de cassetes apretamos hasta que quede bien sujeto.

Por último, volvemos a montar la rueda y a colocar el eje o cierre que sujeta la rueda al cuadro de la bici.

Con estos pasos nuestra bici ya estará lista para pedalear!

¿Frío o calor? Tratamiento de lesiones en el ciclismo

Cuando tenemos una lesión, accidente o algún golpe con nuestra bicicleta, cuando realizamos un entrenamiento duro, o hacemos una ruta intensa, podemos tener molestias musculares, articulares o de ligamentos… ¿Qué es mejor aplicar, frío o calor?

En Biciplan, comparador de seguros de bicicletas y ciclistas os vamos a transmitir unos sencillos consejos. Tanto el frío como el calor disminuyen el calor y el espasmo muscular, pero la forma en que actúan es diferente, y muchas veces sus efectos pueden ser opuestos. Es importante saber qué nos duele y qué tipo de dolor es, para saber si es mejor el frío o el calor.

FRÍO: provoca una vaso-constricción superficial que limita una mayor inflamación de la zona afectada. Si se trata de una lesión grave, se puede proceder a elevar el miembro dañado. El frío disminuye el flujo sanguíneo en el área afectada, por lo que disminuye también el edema y el dolor.

Si aplicamos un masaje con hielo obtendremos, además, un mejor resultado, sobre todo si el ejercicio que se ha realizado ha sido muy duro. Este tratamiento es propio de los atletas.

Otro método es la compresión con frío, también más efectiva que si se aplica solo frío o solo compresión en la zona afectada.

El frío suele ser el criterio elegido ante una lesión con inflamación, hinchazón, dolor… durante las primeras 72 horas. Si después continúan estos mismos síntomas, es mejor seguir aplicando frío, antes que pasar al calor.

Hay que tener cuidado con no causar lesiones debido al exceso de frío, como por ejemplo una urticaria, daño neuronal, quemaduras de frío… ya que así estamos ralentizando el proceso de curación.

CALOR: provoca una vaso-dilatación superficial, aumentando el riego sanguíneo de la zona dañada, mejorando así el flujo de la sangre y eliminando posible residuos y sustancias algógenas, que provocan el dolor. Se aplica el calor en aquellas lesiones en las que no haya inflamación o hinchazón, como por ejemplo, una contractura muscular, o aliviar un dolor articular.

El calor mejora el dolor muscular, disminuye el entumecimiento y mejora la flexibilidad. Puede tener un efecto más duradero que el frío, por eso se suele decir que el calor es mejor para medio y largo plazo.

Debemos evitar posibles quemaduras al aplicar el calor en la zona afectada, por lo que hay que revisar la zona cada pocos minutos. El calor, además, actúa reduciendo la presión arterial, por lo que hay que tener cuidado, dependiendo de la zona en la que se aplique, ya que puede provocar mareaos o desmayos.

La presión adecuada para las cubiertas de la bici

La presión de los neumáticos es algo a lo que no se le presta la atención que debería en muchas ocasiones. Normalmente nos limitamos a hinchar las ruedas cuando están más vacías, pero sin tener en cuenta nada más.

En Biciplan hemos estudiado a fondo la importancia de tener las presión adecuada para las cubiertas de la bici. La cantidad de presión de aire que pongamos a nuestras ruedas afecta en gran medida a la forma de conducción del ciclista y a las reacciones de la bici mientras rodamos.
No es recomendable llevar la presión demasiado alta, ni tampoco demasiado desinflada. Cada persona tiene sus preferencias y sus gustos en cuanto a las presiones de aire, pero hay una serie de pautas para poder conseguir la presión ideal de las cubiertas, y con ello conseguiremos mejorar el rendimiento.

La presión de las ruedas en el ciclismo no es algo que se pueda generalizar, como ocurre por ejemplo con los neumáticos de los coches, donde el fabricante te indica la presión exacta necesaria. En el caso de las bicis influyen muchos factores como el peso del ciclista, el terreno por el que vayamos a circular, el tipo de bicicleta, de neumático, etc.

En el mundo de las Mountain Bikes podemos hablar de dos tipos de medidas de presión de aire:

  • BAR: es la unidad de presión equivalente a un millón de barias, es decir, aproximadamente igual a una atmósfera terrestre (1ATM). Por ejemplo, una cubierta inflada a 2,2 BAR tiene una presión de aire alrededor de 2,2 ATM.
  • PSI: es la unidad de presión del sistema anglosajón de unidades, en la que una atmósfera equivale a 15 PSI aproximadamente. Por ejemplo, una cubierta inflada a 2,2 BAR tiene una presión de 33 PSI (2,2 x 15 = 33).

Debemos tener en cuenta que la presión de las ruedas de nuestra bici determinará significativamente el estilo de conducción de la bici, así como sus reacciones ante los obstáculos del camino. Como hemos mencionado antes, no es conveniente llevar una presión demasiado alta ni demasiado baja.

Con la presión demasiado alta:

  • La bici rebota en los obstáculos.
  • Disminuye el rendimiento de la bici en las curvas, hay pérdida de tracción.
  • Hay más probabilidades de provocar un reventón.

Con la presión demasiado baja:

  • Excesivo rozamiento del neumático, que provoca la pérdida de eficiencia en el pedaleo.
  • Hay mayor probabilidad de pinchar debido a pellizcos o aplanamiento de la cubierta.
  • Inseguridad en las curvas.

La presión de las ruedas variará sobre todo en función del ciclista, ya que el peso que soportan las ruedas, en la gran mayoría, es el nuestro. Por lo que las personas de mayor peso necesitarán mayores presiones en las ruedas. Os dejamos un cuadro orientativo de las presiones de las ruedas, tanto delanteras como traseras, para MTB.

Influye también el tipo de cubierta, ya que las cubiertas de menor medida necesitan una presión más alta, al contrario que las cubiertas más grandes, que necesitan menos presión.
Con cubiertas de compuestos duros conseguiremos un mejor rendimiento a presiones más bajas, que si las usáramos de compuestos blandos.

Estas pautas nos sirven como punto de partida para encontrar la presión que se ajusta a nosotros y nuestra bici. Hay que tener en cuenta todos los factores externos que también afectan a la presión de las ruedas y que hemos mencionado anteriormente.

¿Qué comer después de una ruta en bici?

A menudo, muchas personas dan más importancia a la preparación antes de salir de ruta con una bici, o a la salida en sí que a la recuperación posterior. Desde Biciplan queremos resaltar que no debemos olvidar que la recuperación en el ciclismo es de vital importancia, y dentro de ésta, la alimentación.

No solo basta con alimentarnos adecuadamente antes de salir con la bici, sino que tenemos que cuidar los alimentos que tomemos después. Tras un entrenamiento intenso, podemos agotar nuestros depósitos energéticos, concretamente los de glucógeno, que son los más importantes si montamos en bici con cierta intensidad, esto nos hace sentirnos cansados y agotados. Por ello, es importante que cuidemos nuestra dieta post-entrenamiento.

Lo principal para recuperarnos es la rehidratación. Aunque hayamos bebido agua antes o durante la ruta, beber es una necesidad. Durante el ejercicio, sudamos y podemos perder incluso litros de fluido corporal, por lo que nuestro organismo necesita recuperarlos. Podríamos beber solo agua, que es lo más recomendable, o alguna bebida ligeramente isotónica, para reponer también más sales minerales.

Después de la hidratación, es aconsejable tomar algún producto lácteo para favorecer una buena ingesta de aminoácidos. Los productos que provengan de la leche nos van a proporcionar proteínas, muy necesarias también después de realizar un esfuerzo físico como es ir en bici. Se recomienda que el aporte proteico después de un entrenamiento sea de unos 0,2 gramos de proteína por kilo de nuestro peso corporal.

Como productos lácteos, además de la leche, yogures o queso, podemos incluir batidos, y sin son de fruta ya incorporaríamos además las vitaminas que necesitamos reponer.

Por último son muy importantes los carbohidratos, ya que son los nutrientes que se agotan antes. Se recomienda comer por ejemplo alguna pieza de fruta, y con esto estamos evitado, además, una posible descalcificación de nuestros huesos. También podemos optar por barritas de cereales, frutos secos, etc.

Esta recuperación es importante que la hagamos en el periodo entre 30 o 40 minutos después de haber realizado el ejercicio. En este tiempo el organismo posee una mayor capacidad de asimilación de los alimentos, conocido como «ventana metabólica«. Con esto estamos favoreciendo la recuperación y evitando cualquier posible fatiga post-ejercicio.

10 razones para pedalear esta primavera

Llega el buen tiempo y nos apetece salir con nuestra bicicleta, ya sea para ir al trabajo, dar un paseo o salir de ruta.
Son muchas las razones por las que introducir en nuestras vidas la bicicleta: salud, medio ambiente, diversión, dinero… Si aún no estáis muy convencidos, en Biciplan os dejamos diez razones para coger la bicicleta en esta primavera.

1. Salud
Ir en bicicleta son todo ventajas para nuestra salud, reduce el riesgo de infarto, el colesterol, fortalece la zona lumbar, se generan endorfinas, mejora la potencia de nuestro sistema inmunológico, y libera estrés, entre otras muchas ventajas.
Lo ideal es pedalear unas tres veces a la semana entre 45 y 60 minutos.

2. Libertad
Este medio de transporte nos da la independencia de ir al lugar que deseemos en el momento que queramos, con la posibilidad de elegir la ruta que más nos guste. Todo esto sin estar pendiente de horarios de transportes públicos, atascos, falta de aparcamientos, etc.
“Es un vehículo muy libre que, al montarlo, genera una sensación muy agradable” Pedro Bravo, periodista.

3. Rapidez
Podemos pensar que una bicicleta no es tan rápida como un coche, es evidente. Pero cuando nos referimos a ciudades donde hay continuos atascos debido al gran número de coches que circulan por las calles, ir en bici es una gran ventaja, ya que no sufrimos esos atascos y podemos llegar más rápido a nuestro destino.

4. Dinero
Una bicicleta cuesta menos que un coche y una moto, por lo que ya desde el principio estaremos ahorrando.
Y ahorraremos dinero también al desplazarnos en este medio, ya que evitaremos gastarlo en transportes públicos o gasolina. Pedalear es gratis, por lo que es, además, una buena opción en esta época de crisis.

5. No contamina
Esta razón es muy importante ya que el cuidado del medio ambiente es algo que está preocupando cada vez más a las personas. Pedaleando nos ahorramos a diario muchos kilos de CO2, partículas y sustancias nocivas que emanan de los tubos de escape. Por cada 3 kilómetros en bici, se ahorra 1 Kg de CO2.

6. Disfrutamos de paisajes increíbles
Cuando vamos en coche o en transporte público puede que no prestemos tanta atención a todo lo que nos rodea, sin embargo, cuando vamos en bicicleta es más fácil observar el paisaje, ya sea por el campo o por la ciudad. Ahora en primavera, con el buen tiempo es, además, más apetecible salir con la bicicleta, y disfrutar de nuestro entorno.

7. Felicidad
Como mencionamos en la primera razón, uno de los efectos que tiene la actividad física es la generación de endorfinas; esto produce un efecto analgésico y sensación de bienestar. Montar en bicicleta nos hace más felices.

8. Mejora el físico
En esta época muchas personas comienzan la llamada “operación bikini”, ¿qué mejor manera que hacerla pedaleando? La bici es un medio muy útil para quemar calorías y fortalecer nuestro cuerpo. Si lo complementamos con algún otro deporte o actividad y una buena alimentación, podemos asegurar nuestra mejora física, y además nuestra salud.

9. No tiene edad
La bicicleta es fácil de manejar a casi todas las edades y en casi cualquier condición física, además es barata de reparar. Esto permite un alto grado de autonomía en los desplazamientos. Es, además, el único vehículo del que disponen autónomamente los menores de 16 años.
Y no solo tenemos en cuenta la edad de las personas, sino también los años de nuestra bici, ya que es un medio de transporte que nos puede durar toda la vida.

10. Diversión
Montar en bici es divertido, ya sea solo o acompañado. Cada día en bici es diferente, siempre hay historias que contar y fomenta mucho el compañerismo.
Todos podemos montar en bici, disfrutando con nuestros compañeros, amigos o familia.